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El desgaste moral provocado por EU al presidente Abinader, al imponer la migración ilegal

Written by Angel Moreta

Por: Ángel Moreta (Autor-Editor)

Los países ricos como Estados Unidos y Francia nunca ayudaron a la nación vecina en la medida en que pudieron y pueden hacerlo. La República Dominicana ha sido víctima de difamación internacional como una forma de presionar a nuestro país utilizando la prensa mundial y el método de las noticias falsas. 

República Dominicana facilita empleos, ayudas médicas, apoyo a las parturientas haitianas que encuentran disposición en todos los hospitales del país, protección laboral, educación a los niños no importando su condición de ilegales, etc.

República Dominicana nunca ha explotado de manera engañosa o malintencionada los recursos naturales de Haití ni ha agredido a la población haitiana con acciones militares; tampoco practica la discriminación contra los inmigrantes ilegales que penetran a nuestro territorio, ni incurre en prácticas de uso de la fuerza para retornar a esas personas al territorio haitiano.

En cambio, la conducta de EU con la República haitiana ha sido engañosa en la medida en que no han colaborado con esa nación como podría hacerlo dentro de un marco de cooperación. Esa conducta va desde la manipulación hasta los grupos armados o bandas paramilitares

Estas son artificiales y su accionar se circunscribe solamente a Puerto Príncipe. Todo el mundo sabe de donde provienen las armas que utilizan las bandas criminales, es decir de la Florida y otras partes del territorio norteamericano.

Las bandas paramilitares son un tanto ficticias o irreales; son un grupo de sicarios que al igual que en otros países como en Siria, han sido utilizados para crear un estado de caos y desestabilizar las estructuras económicas y políticas de varios países.

Obviamente existe un connubio entre el Departamento de Estado de los EU y el primer ministro de Haití. Y de estos dos con la Organización de Estados Americanos (OEA), además la cooperación de la prensa amarilla del continente latinoamericano, que busca deformar la realidad para que nadie sepa lo que ocurre en la hermana nación.

El sistema de complicidad entre Francia, Estado Unidos y el primer ministro Ariel Henry es algo evidente, pero aterciopelado de una manera sutil para que no se sepa la verdad.

bandidos haitianos (2022)
bandidos haitianos (2022)

Además, entre el gobierno haitiano y la policía nacional de Haití existe el mismo sistema de complicidad. Ambos sectores de la sociedad haitiana son cómplices de las bandas criminales. Esa es la situación en Haití en este momento en el cual en lo que nos va llegando a nivel informativo es el constante accionar de los grupos armados paramilitares, que actúan fundamentalmente en Puerto Príncipe; los pueblos del interior están tranquilos y a la prensa amarilla extranjera les encanta divulgar atrocidades en Haití que realmente no ocurren y si ocurren es de otro modo.

Nunca vimos una situación tan mala como la que se vive ahora, es decir, violencia, pobreza, hambre y desnutrición sin precedentes. Con una economía paralizada se produce la reaparición de enfermedades infecciosas mortales y una inseguridad masiva que crea una espiral de violencia letal.

Pero las cosas no son tan evidentes como las narra la prensa internacional. Es a la oligarquía y a los gobiernos haitianos que les conviene divulgar situaciones improbables. Cientos de mentiras han divulgado sobre los sectores de la policía y de las bandas criminales.

Es probable que sean escuadrones de la muerte, armadas por Estados Unidos y la comunidad internacional, Canadá y Francia principalmente, para doblegar el movimiento popular haitiano, sembrar el terror, evitar el levantamiento y organizar elecciones, buscando imponer el estatus quo a través de los comicios.

La suspensión de las repatriaciones es un grito nacional, sabiendo los dominicanos que Haití vive una situación dramática y que los EU, Canadá y Francia y sus satélites empuja al gobierno dominicano a suspender las repatriaciones. Casi la mitad de la población de Haití, 2,2 millones de adultos y varios millones de niños, necesitan ayuda social humanitaria.

Ilegales haitianos 1

La República de Kenia

La República de Kenia no será aceptada por las masas haitianas, por lo cual podemos decir que será posiblemente rechazada. Traer parte de un ejército de un continente a otro, desde África al Caribe, es producto de los intereses norteamericanos. Kenia no podrá integrar el territorio de la República de Haití y mucho menos podrá actuar como un ejército mercenario.

A Kenia la invitaron por vía de la imaginación de los Estados Unidos ¿por qué no invitaron un país latinoamericano? Porque ninguno aceptaría, ya que es perjudicial para ambas naciones y beneficioso para las bandas criminales.

Estados Unidos quiere intervenir en Haití pero a través de otro país para utilizar su poca inteligencia o sus condiciones sociales de necesidad para meterlos en el berenjenal de Haití y no aparecer como intervencionistas.

Ya en América Latina conocemos esa estrategia norteamericana: me quito yo para ponerte a ti a través de la OEA. Y en cuanto a la República Dominicana trato de intervenir a favor de mi estrategia y mis intereses, presionando secretamente al presidente de la República Luis Abinader. Y de esta manera la política de suspensión de las repatriaciones aparecen como un secreto de Estado.

De ahí que en la actualidad las repatriaciones se han suspendido casi totalmente, llevando el descredito o el desgaste al presidente Abinader que en principio fue un personaje que reclamó siempre la ayuda de los demás países para Haití. Ayuda pero no intervención militar.

Efectivamente el presidente Abinader estuvo de acuerdo con la intensificación de las repatriaciones y solicitando la ayuda internacional para Haití. Pero esta cantaleta no se ha podido sostener simplemente porque no tiene base ni recibe atención de Estados Unidos y aliados. Prefieren hacer silencio en cuanto a tal posibilidad, pero por debajo han presionado y presionan al presidente Abinader para que paralice las repatriaciones ilegales.

Aquí está un gran dilema del imperialismo: es verdad lo que dice y lo que pide, pero a nosotros los Estados Unidos no nos conviene porque estarían vigentes los conflictos incesantes en Haití.

Es mejor dar la apariencia de tranquilidad en Haití, y permitir estratégicamente por debajo de la mesa la continua y masiva penetración de haitianos a la República Dominicana. Una política de Estado que perjudica a la República Dominicana y mantiene la apariencia de seguridad e inseguridad en Haití y quien se perjudica en términos morales viene a ser en definitiva la del presidente Abinader que en estos momentos está en campaña comicial.

Ya sabemos la ambivalencia que siempre han tenido los Estados Unidos. Yo, los Estados Unidos, criticamos a Haití por falta de seguridad y por otro lado desgastamos moralmente a un presidente de la República Dominicana con el asunto de las repatriaciones. Y el presidente Abinader ha sido forzado a bajar la bandera nacional tricolor y ascender la bandera roja y azul de la República haitiana suspendiendo calladamente las repatriaciones, por ello podemos decir que hay un pacto secreto de poco contenido moral tanto por parte de Estados Unidos como por parte del presidente de la República Dominicana.

Campamentos de refugiados

Todo el mundo ha visto que la idea de campamentos de refugiados instalados en el territorio nacional, es rechazada. Pero todo el mundo ha visto que es a cambio de la suspensión de repatriaciones. Te concedo que no pongamos campamentos de refugiado en el territorio dominicano, pero tú me concedes las suspensiones de las repatriaciones, que es la mejor manera de estar en paz.

Se trata de un pacto secreto que está a la vista de todos. Más por menos o menos por mas es un pacto secreto perfecto que perjudica visceralmente a la República Dominicana. Las ONG y las Naciones Unidas (ONU) piden campamentos de refugiados en los cuales cada uno tendría una población de miles de pobladores y de beneficiarios. Y proponen tres o cuatros campamentos cuya población total seria cerca de dos millones de habitantes.

Con lo cual la presencia de ciudadanos haitianos llegaría hoy a dos millones de beneficiados que sumándolo a los dos millones que existen ya aquí, llegarían a la suma de cuatro millones y una población de esa magnitud representaría el 40 % de la población extranjera en la República Dominicana, con lo cual habría un enorme choque con la doctrina migratoria dominicana que observa como la población haitiana se convierte casi en mayoría con respecto a la población extranjera. Lo que constituye un hecho histórico porque los campamentos se destruirían con el tiempo y esos pobladores pasarían a ser habitantes legales y con ello tendríamos como resultado la disolución de la República Dominicana.    

About the author

Angel Moreta

Angel Moreta, jurista, sociólogo, y filósofo; Profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), República Dominicana, Autor-Editor de Debateplural.

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