Por: Ángel Moreta (Autor-Editor)
Hemos expresado en varios artículos que el hecho de las pandillas armadas en Haití constituía un embeleco del Departamento de Estado de los Estados Unidos, y sus satélites Francia y Canadá.
Todas las armas de guerra que exhibían las pandillas armadas venían del Estado de Florida y entraban a Haití normalmente, para no decirlo de otro modo. Esos armamentos, muy sofisticados, llegaban directamente de los Estados Unidos, y se anunciaron por la prensa continental.
Las armas eran: fusiles ametralladoras, granadas, ametralladoras de calibre 15 Nosotros preguntamos: ¿Cómo llegaban? ¿Quién las transportaba? ¿Quién las entregaba a los pandilleros delincuentes? ¿Quién las pagaba? ¿Cómo eran reclutados? ¿Quién daba la cara?
Estas preguntas tendrían respuestas mediante una investigación fidedigna, que no se haría nunca porque el investigador nunca es investigado. El investigador investigado siempre es un especialista, un científico, un sociólogo, un cientista político o un periodista despierto que no tiene miedo de decir la verdad. Y ya sabemos que esto no va a ocurrir.
Lo curioso es que las pandillas solamente actuaban en Puerto Príncipe. No actuaban en el escenario de otras ciudades o pueblos del interior, es decir, que el radio de acción de sus operaciones era muy limitado. Pero en todo caso, la persecución a esas pandillas nunca apareció, lo que quiere decir que eran grupos organizados de manera especial para crear un ambiente de terror.
Ahora se dice que mataron 150 pandilleros, lo cual es una solemne mentira, sin fundamentos, porque la policía haitiana no está organizada para matar 150 supuestos pandilleros ni habían armas para esa cantidad. De modo que es una infamia y un engaño descarado decir que mataron 150 delincuentes, ya que eso nunca ocurrió. Los pandilleros simplemente fueron desarmados.
El papel de los medios de comunicación
El papel de los medios fue hacer coro a las famosas “pandillas” a nivel internacional con el fin de crear la imagen de que Haití estaba sometido a un infierno de violencia y desgracia. Esa campaña fue espectacular, un verdadero embeleco creado por los grupos oligárquicos haitianos y por el Departamento de Estado y sus títeres y satélites Francia y Canadá, quienes siempre hacen el papel que interesa a esas fuerzas nacionales e internacionales que divulgaron hasta la saciedad el accionar de las presuntas “bandas”.
¿Dónde están esas bandas? Desaparecieron y ya nadie habla de ellas porque fueron silenciadas. Y ha sido así de manera importante porque no se habla de un desarme ni de una entrega voluntaria.
EU y sus satélites querían “campos de refugiados”
Tanto Estados Unidos y sus satélites como las potencias occidentales y los grupos oligárquicos haitianos, conjuntamente, quieren establecer campos de refugiados en el territorio de la República Dominicana. Esto es un propósito estratégico que busca meter o colocar, hipotéticamente, un millón de haitianos ilegales en el territorio nacional.
Mientras esas potencias rechazan la migración haitiana ilegal, y de la peor forma, mediante el látigo y la macana, quieren que República Dominicana sea el refugio de un millón de haitianos ilegales, más los dos millones que ya existen en campos y ciudades del país, en municipios, distritos municipales y provincias de todo el territorio nacional y de todas las regiones del país.
En total tendríamos tres millones de haitianos ilegales en República Dominicana, dos que ya están aquí y uno que vendría a los “campos de refugiados” desde la República de Haití.
El viaje de Abinader a Estados Unidos
El presidente Abinader viajó recientemente a Estados Unidos en búsqueda de algún acuerdo o pacto con Washington. Obviamente hubo algún tipo de acuerdo con respecto a los insultos y acusaciones de la embajada norteamericana y del señor Robert Thomas en relación con el tema.
Tanto es así que personajes secundarios de la embajada norteamericana en República Dominicana comenzaron a hablar bien del país, reconociendo el excelente papel del gobierno dominicano en cuanto a la persecución de la corrupción. De esta manera se arregló el asunto de las persecusiones raciales, del racismo y de la discriminación laboral, y se aplacó totalmente la atmosfera creada en contra de República Dominicana.
Hoy en día hay una luna de miel y desapareció el “miércoles de ceniza” que creó la embajada norteamericana en el país. Es decir, que toda esa bulla se aplacó al mínimo y desapareció la atmosfera de persecusiones contra el gobierno dominicano, pues lo que quería EU era ablandar la negativa del presidente Abinader a aceptar campos de refugiados, lo cual fue una actitud muy plausible. Pactó y se buscó una “solución” más o menos adecuada. Los funcionarios de la embajada se pusieron a hablar bien del gobierno de Abinader, pero no deja de marcar una línea la conducta de la embajada.
Esa es la lógica del Departamento de Estado en América Latina. Forzar los gobiernos del patio latinoamericano y caribeño, según la doctrina Monroe, y cuidar su patio trasero como si fuera un jardín.
Estados Unidos perdió a África y Asia. Europa se arrodilla, y este año 2023 se cumplen 200 años de la doctrina Monroe del 1823. Han sido 200 años de colonialismo, de invasiones, violencia, engaños, asesinatos, crímenes de toda índole, lo que ha traído Estados Unidos a nuestros países.