«La petición de ingreso rápido de Ucrania a la OTAN puede ser interpretada como una respuesta nacionalista que busca mantener la legitimidad, bastante mermada, de un presidente como Zelenski, quien, recordemos, llegó a la Presidencia de Ucrania con un discurso nacionalista y después de actuar en una serie televisiva, en la que se presentó como un profesor de historia que se convierte en presidente en defensa de su propio origen. Zelenski busca mantener esta posición nacionalista frente a un conflicto en el que no está logrando afianzar territorialmente a su país», observa en entrevista con Sputnik Irwing Rico, internacionalista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y experto en Seguridad y Militarización en el Sistema Global.
Ucrania en la OTAN: ¿realidad o utopía?
«Zelenski confía en que los 30 miembros de la OTAN acepten su ingreso, y esto implicaría el enorme respaldo militar que le puede dar [Occidente] a Ucrania para darle un giro a este conflicto. Pensemos en que Zelenski toma sus decisiones sabiendo que se está enfrentando a un gigante y a una superpotencia en muchos sentidos, no sólo nuclear», asegura en entrevista con Sputnik Sandra Kanety, académica del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM y creadora del proyecto de investigación Resonancias de la militarización en la seguridad humana del siglo XXI.
¿Por qué a la OTAN le conviene el conflicto en Ucrania?
«Es por ese motivo que la OTAN debe jugar discursivamente: sí apoyo a Ucrania, pero no entro a la confrontación directa. De hecho, la OTAN nunca se ha planteado un enfrentamiento directo con Rusia, ni siquiera en el siglo XX durante la Guerra Fría. Además, hoy la OTAN tiene mucha menor capacidad bélica y armamentística que antes.
También tiene menor legitimidad social y política. Su discurso de la doble cara es un discurso que debe promover para que se mantenga vigente la propia existencia de la OTAN», analiza Irwing Rico.