CONCLUSIONES
En cada momento se ha gestionado lo que cada momento ha necesitado. La gestión del conocimiento comienza a desarrollarse en la última década del siglo XX como respuesta no a las necesidades de información organizacionales, sino como respuesta a la necesidad de creación de un nuevo enfoque que ayude a las organizaciones a ser competitivas, innovadoras, creativas, inteligentes, aprender, a tener conocimientos.
La gestión del conocimiento tiene como elemento más importante el recurso humano; debe entenderse como la creación de un ambiente que propicia el desarrollo de una cultura organizacional como única manera de poder transmitir el conocimiento a todos los miembros de la organización. Es la forma en que las organizaciones expresan su nivel o intensidad de inteligencia organizacional.
Una organización inteligente es la que es capaz de recibir y procesar información, crear conocimiento con ella y usarlo para la toma de decisiones de manera eficaz… ¿Cómo lo hace?
La gestión de conocimientos es el concepto bajo el cual la información se convierte en conocimiento activo y se hace disponible fácilmente, de modo utilizable por las personas que pueden aplicarlo.
Toda organización en la actualidad debe de preocuparse por gestionar el conocimiento, ya que debe de preocuparse por gestionar el conocimiento, ya que este capital intangible, en los últimos años ha ido aumentando dentro de las oportunidades de la generación, de nuevas tecnologías, competencia en sus productos, y un mejor funcionamiento en los procesos que realiza. La tarea no es fácil, ya que este cambio contrae cambios de mentalidades en los integrantes de la organización además de poder integrar la información y conocimientos que están en sus mentes plasmándolas en herramientas tecnológicas, como base de datos relacionales, para poder así, hacer uso de sus búsquedas de soluciones dentro de la organización.
Definitivamente la Gestión del Conocimiento es considerada como un proceso organizacional basado en la combinación sinérgica de: los Recursos Humanos, las tecnologías de la Información y las Comunicaciones y la Cultura Organizacional. Es un fenómeno que depende de la formación y conocimiento del individuo que se hace imprescindible en el proceso de creación de conocimiento, y que permite su generación, distribución, acceso y uso con el objetivo de formar organizaciones inteligentes, adaptables y, por tanto, competentes.
Tiene la universidad posibilidades de gestionar conocimiento, Von Krogh et ál. (2000) proponen que el conocimiento no se gestiona, sino que surge a partir de la «capacitación» que se brinda en las organizaciones para que creen condiciones para su producción. Pretenden con ello deslindar el concepto de gestión, con una larga tradición de modos de hacer centrados en el control, del concepto apropiado para gestionar el conocimiento. Para tal fin, proponen el término de capacitación o facilitación para el conocimiento. De esta forma intentan solventar la antítesis conceptual entre generar (propia del conocimiento) y controlar (propia del sistema clásico gerencial en las organizaciones), cuando se desean activar sistemas de gestión de conocimiento.
Una forma de generar conocimiento en la universidad como un trabajo basado en comunidades o micro comunidades de conocimiento, centros o grupos investigativos. Estos, al mismo tiempo, podrían vincularse con otras organizaciones para convertir esa generación en productos o servicios innovadores. El aspecto de transferencia de resultados de investigación de una organización a otra se manifiesta particularmente complejo, entre otros factores, por las variantes de interacción social necesarias en este punto entre entrega y recepción de conocimiento generado. Se considera una posibilidad para la universidad la complementariedad, que provee un sistema de facilitación universidad – sector externo (público y privado), que actúe en sinergia con las fases en las que se produce el conocimiento. La dificultad experimentada en este punto en particular da lugar a las propuestas de interface universidad-sector productivo, y es particularmente desarrollado por Gibbons et ál. (1997).
La Universidad debe propender reformas estructurales que resuelvan problemas de tecnología, globalización, acceso y participación; considerar nuevas formas de aprendizaje y formación de nuevos académicos; y acometer reformas organizacionales y de financiamiento, en otros términos, el papel de la Universidad debe ser visto dentro de un sistema de educación superior, como el centro de una red que interconecta todo el conocimiento.
De manera sucinta puedo señalar que en una sociedad basada en el conocimiento, el tratamiento, almacenamiento, intercambio y producción de conocimiento prevalece, y la Universidad; desde la perspectiva de su principal misión en cuanto a la producción, trasmisión y transferencia de conocimientos; puede y debe contribuir en la configuración de esa sociedad basada en el conocimiento, transformándose y evolucionando hacia un modelo de docencia-investigación donde se gestione el conocimiento orientado a fortalecer un sistema efectivo, sistemático y coherente de interacción entre la universidad y su entorno.
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