En una sorprendente ruptura con su proceder de antaño, Estados Unidos permitió que el Consejo de Seguridad de la ONU condenara el viernes los asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén oriental como una «flagrante violación» al derecho internacional.
Con esta actuación, el gobierno del mandatario saliente Barack Obama desatendió las exigencias de Donald Trump de que Estados Unidos ejerciera su veto y proporcionó un clímax a años de relaciones gélidas entre Washington e Israel.
La decisión de abstenerse en la votación en el consejo, que fue de 14-0 en contra de los asentamientos israelíes, constituye uno de los mayores rechazos estadounidenses a su antiguo aliado en la memoria reciente. Y podría acarrear consecuencias significativas para el Estado judío, al que obstruiría su posición negociadora en futuras conversaciones de paz.
Ante el rechazo generalizado de la comunidad internacional a las colonias israelíes, la decisión será casi imposible de revertir para cualquiera, incluso Trump.
Sin embargo, el presidente electo de Estados Unidos aseguró en un tuit que «en lo que concierne a la ONU, las cosas serán distintas después del 20 de enero», fecha en la que él asumirá el poder.
De acuerdo con la resolución, los asentamientos israelíes establecidos en territorios que los palestinos quieren incluir en su futuro Estado «carecen de validez jurídica». El consejo exigió un alto a esas actividades a fin de «salvar la solución de dos Estados», uno al lado del otro. Un fuerte aplauso inundó el recinto del Consejo de Seguridad después de que la embajadora estadounidense Samantha Power permitiera que se aprobara la resolución.
La condena del viernes, un día después de que Egipto aplazara de súbito una confrontación programada, coronó días de intensos esfuerzos diplomáticos en distintas capitales en el mundo.
Autoridades estadounidenses habían dejado entrever que estarían dispuestas a permitir que se aprobara la resolución, a pesar de haberlo impedido por años. Funcionarios israelíes dijeron que estaban al tanto de esos planes y habían recurrido al apoyo de Trump. El presidente electo estadounidense exhortó en un tuit al presidente Barack Obama a que bloqueara esa iniciativa en las Naciones Unidas.
Luego Egipto retiró su resolución, y los funcionarios estadounidenses señalaron que ello se debió a las intensas presiones israelíes. Después los funcionarios de Israel acusaron a Obama de coludirse con los palestinos en una «acción vergonzosa» contra el Estado judío. Washington rechazó esa aseveración.
La mayor parte de la comunidad internacional se opone a que Israel construya asentamientos judíos en territorios que conquistó en la Guerra de los Seis Días de 1967. El principal respaldo de Israel en la ONU ha sido Estados Unidos, el cual, aunque considera ilegítimo el establecimiento de las colonias, ha utilizado su poder de veto como miembro permanente del Consejo de Seguridad para bloquear resoluciones de ese tipo, bajo el argumento de que la disputa palestino-israelí debe ser abordada mediante negociaciones.
En una muestra de unidad, la resolución del viernes fue propuesta por naciones de cuatro regiones distintas del mundo: Malasia, Nueva Zelanda, Senegal y Venezuela. Es la primera resolución contra los asentamientos israelíes aprobada en 36 años, dijo el embajador de Malasia ante la ONU, Ramlan Bin Ibrahim.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ordenó varias medidas diplomáticas en represalia: convocó a los embajadores de su país ante Nueva Zelanda y Senegal para consultas, y canceló una visita del canciller senegalés a Israel que estaba programada para enero. También puso fin a los programas israelíes de ayuda a ese país africano.
«Israel rechaza está vergonzosa resolución anti israelí en la ONU y no se apegará a lo que señala», afirmó la oficina de Netanyahu en un comunicado, al tiempo que culpó a Obama por no «proteger a Israel contra esta conspiración en la ONU» e incluso coludirse con sus detractores.
Al explicar el voto de Estados Unidos, Power citó una declaración en 1982 del entonces presidente Ronald Reagan, quien afirmó que Washington «no apoyará la utilización de ningún territorio adicional para el establecimiento de asentamientos».
En un comunicado, el secretario norteamericano de Estado, John Kerry, dijo que la votación estuvo guiada por un principio: «preservar la posibilidad de la solución de dos Estados».
El Gobierno israelí autorizó ayer la construcción de 3,000 nuevas viviendas en asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este en respuesta al reconocimiento de Palestina como Estado observador por parte de la Asamblea General de la ONU.
Además, el Ejecutivo israelí prepara un plan para construir miles de nuevas unidades de vivienda en la llamada área E1, que conecta Jerusalén Este con el gran asentamiento judío de Male Adumin, en Cisjordania ocupada, según los medios israelíes.
De llevarse a cabo este controvertido proyecto, Cisjordania quedaría sin continuidad territorial entre su parte norte y la sur, lo que dificultaría enormemente la viabilidad de un futuro Estado palestino.
Se trata de un proyecto que anteriores gobiernos israelíes habían estudiado llevar a cabo, pero que se vieron obligados a guardar en el cajón debido a la oposición de EE.UU. y otros actores internacionales como la Unión Europea (UE).
El jefe del Ejecutivo israelí, Benjamin Netanyahu advirtió ayer en un comunicado de que, al acudir a Naciones Unidas, «los palestinos han violado los acuerdos con Israel» por lo que su país «actuará en consecuencia». La ONU recordó a Israel que su política de expandir asentamientos «no ayuda» al proceso de paz con los palestinos.
Resolución 2334 (2016)
Aprobada por el Consejo de Seguridad en su 7853ª sesión, celebrada el 23 de diciembre de 2016
El Consejo de Seguridad,
Reafirmando sus resoluciones pertinentes, incluidas las resoluciones 242 (1967), 338 (1973), 446 (1979), 452 (1979), 465 (1980), 476 (1980), 478 (1980), 1397 (2002), 1515 (2003) y 1850 (2008),
Guiado por los propósitos y los principios de la Carta de las Naciones Unidas, y reafirmando, entre otras cosas, la inadmisibilidad de la adquisición de territorio por la fuerza.
Reafirmando la obligación de Israel, la Potencia ocupante, de cumplir escrupulosamente las obligaciones y responsabilidades jurídicas que le incumben en virtud del Cuarto Convenio de Ginebra relativo a la Protección debida a las Personas Civiles en Tiempo de Guerra, de 12 de agosto de 1949, y recordando la opinión consultiva emitida el 9 de julio de 2004 por la Corte Internacional de Justicia.
Condenando todas las medidas que tienen por objeto alterar la composición demográfica, el carácter y el estatuto del Territorio Palestino ocupado desde 1967, incluida Jerusalén Oriental, incluyendo, entre otras cosas, la construcción y expansión de los asentamientos, el traslado de colonos israelíes, la confiscación de tierras, la demolición de viviendas y el desplazamiento de civiles palestinos, en violación del derecho internacional humanitario y las resoluciones pertinentes.
Expresando grave preocupación por el hecho de que la continuación de las actividades de asentamiento israelíes están poniendo en peligro la viabilidad de la solución biestatal basada en las fronteras de 1967,
Recordando la obligación prevista en la hoja de ruta del Cuarteto, que hizo suya en su resolución 1515 (2003), de que Israel paralizara todas las actividades de asentamiento, incluido el “crecimiento natural”, y desmantelara todos los asentamientos de avanzada levantados desde marzo de 2001.
Recordando también la obligación en virtud de la hoja de ruta del Cuarteto de que las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina mantuvieran un funcionamiento eficaz para hacer frente a todos los que participan en actividades terroristas y desmantelar la capacidad de los terroristas, incluso mediante la confiscación de armas ilegales.
Condenando todos los actos de violencia contra civiles, incluidos los actos de terror, así como todos los actos de provocación, incitación y destrucción.
Reiterando su visión de una región en que dos Estados democráticos, Israel y Palestina, vivan uno al lado del otro en paz y dentro de fronteras seguras y reconocidas.
Destacando que el statu quo no es sostenible y que es necesario adoptar con urgencia, en consonancia con la transición prevista en acuerdos anteriores, medidas importantes con el fin de i) estabilizar la situación e invertir las tendencias negativas sobre el terreno, que están socavando continuamente la solución biestatal y afianzando la realidad de un solo Estado, y ii) crear las condiciones para el éxito de las negociaciones sobre el estatuto definitivo y para promover la solución biestatal mediante esas negociaciones y sobre el terreno.
- Reafirma que el establecimiento de asentamientos por parte de Israel en el territorio palestino ocupado desde 1967, incluida Jerusalén Oriental, no tiene validez legal y constituye una flagrante violación del derecho internacional y un obstáculo importante para el logro de la solución biestatal y de una paz general , justa y duradera.
- Reitera su exigencia de que Israel ponga fin de inmediato y por completo a todas las actividades de asentamiento en el territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén Oriental, y que respete plenamente todas sus obligaciones jurídicas a ese respecto.
- Subraya que no reconocerá ningún cambio a las líneas del 4 de junio de 1967, incluso en lo que respecta a Jerusalén, que no sean los acordados por las partes mediante negociaciones.
- Destaca que la cesación completa de todas las actividades israelíes de asentamiento es fundamental para salvaguardar la solución biestatal, y pide que se adopten de inmediato medidas positivas para invertir las tendencias negativas sobre el terreno que están haciendo peligrar la solución biestatal.
- Exhorta a todos los Estados a que, teniendo presente el párrafo 1 de la presente resolución, establezcan una distinción, en sus relaciones pertinentes, entre el territorio del Estado de Israel y los territorios ocupados desde 1967.
- Exhorta a que se adopten medidas inmediatas para prevenir todos los actos de violencia contra los civiles, incluidos los actos de terror, así como todos los actos de provocación y destrucción; exhorta a que se rindan cuentas a este respecto, y a que se cumplan las obligaciones en virtud del derecho internacional con miras al fortalecimiento de los esfuerzos en curso para combatir el terrorismo, en particular mediante la coordinación de las medidas de seguridad existentes, y para condenar claramente todos los actos de terrorismo.
- 7.Exhorta a ambas partes a que actúen de conformidad con el derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario, y sus acuerdos y obligaciones anteriores, a que demuestren serenidad y contención, y a que se abstengan de realizar actos de provocación n e incitación y de hacer declaraciones que enardezcan los ánimos, con el fin de, entre otras cosas, distender la situación sobre el terreno, restablecer la confianza, demostrando mediante políticas y medidas un compromiso genuino con la solución biestatal, y crear las condiciones necesarias para promover la paz.
- Exhorta a todas las partes a que, en interés de promover la paz y la seguridad, hagan esfuerzos colectivos para iniciar negociaciones creíbles sobre todas las cuestiones relativas al estatuto definitivo en el proceso de paz del Oriente Medio y dentro de los plazos establecidos por el Cuarteto en su declaración de 21 de septiembre de 2010.
- Insta a este respecto a que se intensifiquen y aceleren el apoyo y los esfuerzos diplomáticos regionales e internacionales con objeto de lograr sin demora una paz amplia, justa y duradera en el Oriente Medio, sobre la base de las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas, los principios de referencia de la Conferencia de Madrid, incluido el principio de territorio por paz, la Iniciativa de Paz Árabe y la hoja de ruta del Cuarteto, y de poner fin a la ocupación israelí que se inició en 1967; y subraya a este respecto la importancia de los esfuerzos en curso para impulsar la Iniciativa de Paz Árabe, la iniciativa de Francia para convocar una conferencia internacional de paz, los recientes esfuerzos del Cuarteto, así como las iniciativas de Egipto y la Federación de Rusia.
- Confirma su determinación de apoyar a las partes a lo largo de las negociaciones y en la aplicación de un acuerdo.
- Reafirma su determinación de examinar formas y medios prácticos para asegurar la plena aplicación de sus resoluciones pertinentes.
- Pide al Secretario General que le presente informes cada tres meses sobre la aplicación de las disposiciones de la presente resolución.
- Decide seguir ocupándose de la cuestión.