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El acuerdo de Trujillo con los comunistas

Written by Debate Plural

Bernardo Vega (Hoy, 21-3-20

 

Pocos jóvenes dominicanos saben que terminada la Segunda Guerra Mundial, Trujillo llegó a un acuerdo con comunistas cubanos y dominicanos para que pudieran hacer proselitismo y criticar la dictadura, algo inverosímil después de quince largos años de represión y censura.

Las razones internacionales tras lo que he denominado “un interludio de tolerancia”, entre 1945 y 1947, son fáciles de entender. La Unión Soviética de Stalin había luchado junto con los aliados contra las dictaduras de Hitler y Mussolini. El gobierno de Trujillo hasta había nombrado un embajador en Moscú y ya en 1944 había recibido una delegación rusa con motivo del centenario de nuestra independencia. Caídas las dictaduras europeas llegaba el turno para salir de las de Somoza, Carías, Dutra y Trujillo, las únicas que quedaban en América Latina.

El departamento de Estado, desaparecida la política de no-intervención tras la muerte de Roosevelt, era muy hostil a Trujillo. La recién creada Naciones Unidas pedía la libertad. El Partido Comunista cubano, que establecía los lineamientos para los partidos comunistas caribeños, había adoptado el browderismo, apellido del secretario general del Partido comunista norteamericano quien abogaba por la creación de “frentes populares” a través de alianzas con dictaduras como las de Getulio Vargas en Brasil, Perón en Argentina y Somoza en Nicaragua.

Trujillo no resistió la presión internacional y además, habían surgido, por primera vez durante el régimen, huelgas en los ingenios azucareros que se mantendrían en 1945 y 1946. También se temía una invasión desde Cuba, como efectivamente se planearía en 1947 con Cayo Confite. El dictador buscó una salida y para esos fines utilizó a sus mejores intelectuales. El novelista de ideas progresistas Ramón Marrero Aristy viajó a La Habana hasta que llegó a un acuerdo con comunistas cubanos de la talla de Juan Marinello y Blas Roca. Su amplia correspondencia con Trujillo, (ver nuestra obra Un interludio de tolerancia. El acuerdo de Trujillo con los comunistas en 1946) ofrece muchos detalles sobre esas negociaciones. Previamente otros intelectuales le habían allanado el camino, son los casos de Emilio Rodríguez Demorizi y Virgilio Díaz Ordóñez, quienes también habían viajado a Cuba. Los líderes del PRD en el exilio como Juan Bosch y Juan Isidro Jimenes Grullón se opusieron a ese acuerdo, mas no los comunistas dominicanos en el exilio, como el caso de Mauricio Báez, Ramón Grullón y Pericles Franco Ornes. Amparado por el acuerdo negociado por Marrero Aristy, Trujillo permitió la entrada al país de líderes laborales cubanos.

En 1945 tuvieron lugar sucesos que crearían problemas a Trujillo. Alemania y Japón se habían rendido, Juan José Arévalo y Rómulo Betancourt, enemigos del dictador dominicano, habían llegado a ser presidentes de Guatemala y Venezuela respectivamente, mientras Dutra, amigo de Trujillo caía en Brasil. Poco antes el dominicano había logrado armas brasileñas.

En el departamento de Estado Ellis Briggs y Spruille Braden estaban en contra de Trujillo. El segundo, a través de un “aide memoire” entregado al embajador dominicano, negó ventas de armas a Trujillo, alegando que solo serían utilizadas contra el pueblo, o contra el gobierno de Lescot, quien había recibido dinero de Bosch para compra de armas para la futura expedición de Cayo Confite. Cuando Trujillo quiso cambiar el nombre de Dajabón por el del recién fenecido Roosevelt, Washington se opuso, pues allí fue que en 1937 se concentró la matanza de haitianos. En ese 1945 por primera vez se asiló un enemigo del régimen: Chito Henríquez y en 1946 se asiló Mauricio Báez, quien desde Cuba pronunciaría discursos contra el régimen. El acaudalado Juancito Rodríguez pudo salir del país para poner su fortuna en manos de la causa anti trujillista.

En abril de ese año Trujillo pronunció su único discurso donde alabó el socialismo y el mes siguiente Marrero Aristy inició el primero de sus seis viajes a Cuba, donde pactó un acuerdo con los comunistas cubanos, mientras en California se creaba las Naciones Unidas y en Santo Domingo Viriato Fiallo y Eduardo Read Barreras eran apresados, Toño Bonilla Atiles era apaleado en la vía pública, logrando salir del país en junio, mes en que se descubrió el complot militar que encabezó Eugenio Marchena, quien sería asesinado en octubre de 1947.

Mientras los exilados adquirían armas, en julio llegaron los líderes comunistas cubanos acompañados por Ramón Grullón y Mauricio Báez. Poco después este último también fue golpeado. Chito Henríquez regresó y ya en agosto se formó el Partido Socialista Popular (PSP) el cual celebró su primera manifestación en septiembre. Al mes siguiente se hizo pública la primera proclama de la Juventud Democrática, un grupo liberal que no había negociado con Trujillo. Pero hacia finales de ese mes los líderes de ambos grupos oposicionistas eran encarcelados, para ser liberados en noviembre, asilándose varios de ellos en embajadas. Eso coincidió con el segundo viaje de Marrero Aristy a Cuba y con el fracaso de un complot organizado por Trujillo contra Rómulo Betancourt.

Fue en noviembre cuando salió el primer número del periódico de la Juventud Democrática, organización que pudo celebrar una manifestación. Tanto el PSP como la Juventud Democrática tuvieron que negar que apoyaban una invasión auspiciada por el exilio anti trujillista y que llegaría a través de un Haití donde su presidente Elie Lescot había devenido en enemigo de Trujillo.

Pero el ambiente internacional cambió radicalmente durante el primer semestre de 1947, el que favorecía mantener buenas relaciones con la Unión Soviética. Aunque Trujillo en enero había nombrado a Pérez Alfonseca ministro en Moscú ya en ese mes había surgido una guerra civil en Grecia entre comunistas y anticomunistas y los Estados Unidos apoyaron a los últimos. En marzo el presidente Truman anunció su política anticomunista para salvar a Europa. Era el comienzo de la guerra fría. Reaccionando al cambio en el ambiente internacional en mayo, Trujillo criticó públicamente al comunismo al tiempo que Hoover, jefe del FBI, advertía sobre la supuesta penetración comunista en el departamento de Estado. Sería el inicio del macartismo. Pronto se anunciaba un Plan Marshall para ayudar a las economías europeas. Rusia se negó a participar.

Es dentro de ese cambio en la coyuntura internacional que hay que notar los cambios en Santo Domingo. A principios de 1947 surgió una fuerte represión contra miembros del PSP y Juventud Democrática, aun coincidiendo con la presencia en el país de Trygve Lie, el primer secretario general de Naciones Unidas. Tres miembros del PSP fueron asesinados, lo que motivó que Lázaro Peña, del Partido Comunista cubano, se pronunciara públicamente contra los abusos que afectaban la membrecía del PSP. Aunque los periódicos del PSP y JD siguieron circulando, continuaron también los apresamientos, incluyendo en Santiago. En marzo llegó Pericles Franco, quien fue encarcelado por breves días.

El FBI se enteró de que los exilados anti trujillistas estaban comprando armas en Nueva York para enviar a Cuba donde se organizaba lo que luego se conocería como la expedición de Cayo Confite. En abril, Josefina Padilla y Carmen Natalia Martínez se asilaron brevemente, al tiempo que Ramón Grullón era agredido y encarcelado. En ese mes se celebró una manifestación conjunta entre el PSP y JD y Mauricio Báez se asiló. Cuarenta y cuatro personas fueron apresadas, incluyendo a Freddy Valdez quien sería asesinado en 1950.

En Washington, Briggs sugería una declaración pública contra Trujillo, pero esta nunca se materializó. En mayo la represión continuaba y Chito Henríquez tuvo que salir del país. Un mitin del PSP tuvo que ser suspendido.
Trujillo se “eligió” como presidente coincidiendo con el apresamiento de más de cincuenta miembros del PSP y de Juventud Democrática. Los exilados lograron armas en Argentina para Cayo Confite. En junio las sedes de Juventud Democrática y el PSP fueron destruidas al tiempo que Felix Servio Ducoudray y Mauricio Báez salían del país. Este último sería asesinado en Cuba en 1950. En julio cesaron las publicaciones del PSP y JD y en agosto se firmó en Rio de Janeiro el TIAR, acuerdo por medio del cual todos los países del continente se comprometían a socorrer a otro que fuese invadido. Aunque lo que se buscaba era una acción colectiva contra los rusos, Trujillo utilizó ese nuevo acuerdo para argumentar que los comunistas dominicanos estaban organizando la invasión de Cayo Confite.

Ese “interludio de tolerancia” costó muchas vidas. Trujillo logró identificar a sus enemigos dentro de la juventud, quienes serían siempre vigilados.La coyuntura internacional que cambió en cuestión de meses perjudicó mucho a los esfuerzos por salir de Trujillo. Sería tan solo el advenimiento al poder de Fidel Castro que cambiaría ese entorno. En 1959 muchos de los exilados del PSP vendrían en las expediciones de junio.

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