Por: Ángel Moreta (Autor-Editor)
Desde hace un tiempo los medios de comunicación internacionales han elegido el tema de las bandas y pandillas de rufianes con el fin de justificar una intervención de los Estados Unidos en Haití.
Las bandas armadas están constituidas por falsos héroes, peregrinos y aventureros contratados para generar un clima de inseguridad total en contra del pueblo haitiano. De tanto repetir la idea de que Haití está en un infierno se procura crear una imagen distorsionada al mundo creada por EU y sus socios occidentales, con el consentimiento de las cúpulas hegemónicas haitianas (troikas) que aprovechan la crisis actual y que nunca se darán golpes de arrepentimiento en su corazón.
Estados Unidos ha preparado, con armas traídas desde la Florida, a las bandas y pandillas de bandidos asociadas al actual gobierno para justificar el caos y producir una intervención en la República de Haití.
Estos grupos y alianzas entreguistas y hegemónicas constituyen las esferas del poder político que hemos denominado “troikas haitianas”, en su engarce con el Departamento de Estado con la determinación de un accionar trágico formado por elucubraciones bandidescas, las más infames que una mente humana puede concebir.
Desarrollan la mayor crueldad con los habitantes y ciudadanos simples de ese país. En Haití tanto las troikas como los poderes extranjeros (OEA, EU, Unión Europea), desempeñan al desnudo un papel desconsiderado y salvaje que asesinan y matan los habitantes y ciudadanos desarmados, con la bendición de las troikas agazapadas en las cavernas más tenebrosas que pueda concebir el espíritu humano.
El pueblo haitiano tiene que organizarse por la libertad y la soberanía para poder derrumbar de sus altares la alianza maldita de esos grupos de traidores y saqueadores haitianos y extranjeros que se roban las riquezas y patrimonio de la República de Haití y con felonía entregan su país a los Estados Unidos y Unión Europea.
La República Dominicana juega su ajedrez para la intervención de Haití. Hace pocas horas un ejército pertrechado con tanques de guerra fue llevado a la frontera limítrofe con el fin de defender a la República Dominicana. Y nosotros preguntamos: ¿Un ejército para pelear con quién?
¿Contra un pueblo saqueado, empobrecido y engañado? Un ejército para matar ciudadanos empobrecidos, un ejército contra los pobres desarmados? .
Esto representa una falta de visión de los problemas entre ambas repúblicas, pues es una acción cruel sacar un ejército a la calle contra un pueblo desvalido y hambriento. Es una acción infame mandar un ejército supuestamente para defender la integridad de la república, pues una población empobrecida jamás podrá enfrentar un ejército organizado.
Esto quiere decir que en la República Dominicana tenemos necesariamente que sustituir la manera de analizar el problema fronterizo dominico-haitiano. Los medios de comunicación siguen creando una imagen de bandas armadas creando el caos y sembrando inseguridad total; y ciertamente no es de la manera como se presentan las cosas, pues es necesario buscar ayuda para Haití como lo ha venido haciendo el presidente Abinader, pero no organizar fuerzas armadas para combatir fantasmas.
Para decirlo con todo rigor: las bandas son grupos de rufianes ayudados y organizados por Estados Unidos y sus socios occidentales con el fin de justificar una intervención extranjera en ese país. Sería una intervención más, que vendría a prolongar el estatuto colonial de la sociedad haitiana a la par con el estatuto colonial de la República Dominicana.