(El barco turístico Flying Fox)
Por: Ángel Moreta (Autor-Editor)
Actualmente con la guerra Rusia-Ucrania el mundo entra en una nueva fase histórica, pues se está generando un mundo multicentrico, multipolar, como consecuencia del surgimiento de potencias emergentes, tales como China, Rusia, Irán, Corea del Norte, La India, Paquistán; y en América Latina países disidentes del orden mundial norteamericano, como Nicaragua, Venezuela, Cuba, Argentina y México. La guerra a que nos referimos viene a constituir una línea divisoria entre el pasado colonialista y el presente multicentrico.
La guerra Rusia-Ucrania es un conflicto político bélico geoestratégico entre dos países con una historia vinculante. El conflicto encarece la factura petrolera y sus derivados, como el precio de las gasolinas, la energía, la producción industrial, la producción de gas natural y todo tipo de insumos para la producción y la alimentación.
Es previsible también el impacto que tendrá en la República Dominicana. Recientemente la cámara de diputados organizó una discusión sobre la situación económica, política y financiera y su impacto en nuestro país.
En ese evento se mencionó que el impacto de este conflicto en República Dominicana será de carácter global porque afectará al 17% del gas natural que se consume en el planeta; así como al 33% del trigo mundial, al 15% del maíz que consume el planeta y a las materias primas que se usan en la fabricación de abonos; también afectará al turismo y por tanto tendrá un impacto comercial ya que el intercambio entre Rusia y Ucrania tiene un efecto reciproco en sus economías.
Hay que prever una crisis alimentaria, pues la guerra a que nos referimos envuelve una transición de los poderes hegemónicos heredados desde la segunda guerra mundial.
Estados Unidos como potencia hegemónica después de la segunda guerra mundial no acepta el surgimiento de un mundo multicentrico en el cual hay una repartición y una distribución del poder mundial; ya la nación del norte no será la única potencia en el globo terráqueo, habrán más potencias que formarán el mundo multicentrico y contribuirán a la crisis política, militar, económica y financiera de los Estados Unidos. Se prevé la caída del dólar como moneda única y como forma de pago y vendrán monedas internacionales como el rublo de Rusia y el yen de China Continental sin mencionar las monedas que sirve a los mercados monetarios mundiales como las monedas digitales.
Dmitry Kamenshchik, propietario del yate Flying Fox
En su caída libre Estados Unidos quiere arrastrar a otros países que están mirando la guerra por televisión. El mismo Estado norteamericano observa la guerra por tv sin sufrir sus consecuencias. La República Dominicana está siendo arrastrada por los gobiernos norteamericanos para que se inmiscuya en la política mundial en contra de Rusia y China, potencias que tienen delegaciones diplomáticas en República Dominicana y que pueden dar grandes contribuciones a la económica nacional.
Pero el gobierno dominicano se ha comportado de manera no amigable con esos países, cuyos representantes diplomáticos han sido colocados en segundo rango, ignorando el presidente de la República Luis Abinader que son potencias que pueden ayudar sin compromisos ideológicos y políticos a nuestro país en materia de préstamos, de finanzas, en materia agrícola y comercial, en la construcción de infraestructuras, en alta tecnología, en salud, en educación y desarrollo humano. Por tanto, el presidente está desperdiciando recursos extraordinarios para el buen vivir del pueblo dominicano.
Estados Unidos continúa pensando que somos una colonia, han invadido el país tres veces y actualmente tiene contratos jugosos extraordinarios, probablemente sin licitación, como los contratos para la remodelación de los puertos y para la exploración de la plataforma continental sur de la República Dominicana, en búsqueda de petróleo.
Pero además República Dominicana se ha dejado involucrar por los Estados Unidos en el asunto de la guerra Rusia-Ucrania, y otros países que no tienen nada que ver con los intereses geoeconómicos y energéticos, con los intereses geoestratégicos y en sus sistemas políticos y económicos.
Somos de opinión humildemente hablando que el gobierno dominicano no debe dejarse arrastrar por los Estados Unidos en contra de Rusia y China. Debe mantener la neutralidad y aprovechar los recursos y condiciones de una manera estratégica y no comprometida con intereses geoestratégicos en contra de estas potencias; el buen vivir del pueblo dominicano debe estar por encima de las maniobras de Estados Unidos contra Rusia y China.
La inclinación del gobierno dominicano a favor de Estados Unidos se muestra de manera palpable en el tratamiento que le ha dado al caso del yate ruso Flying Fox.
Esa embarcación es un negocio turístico legítimo y equilibrado; y en ese negocio la compañía propietaria del yate ruso Flying Fox está perdiendo mucho dinero y sabemos que esa suerte no la sufriría un barco norteamericano. El tratamiento debe ser armónico, equitativo, justo y sin discriminaciones ni rusofobia.
