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Militarización de la policía dominicana e incremento del crimen

Written by Angel Moreta

Por: Angel Moreta (Autor-Editor)

Introducción

Los altos mandos de la policía nacional han fomentado y permitido el uso de uniformes militares, botas y armas largas como si fueran miembros del ejército nacional. Tal situación crea la idea de que la policía nacional es una parte del ejército nacional.

Actualmente la policía usa la violencia contra la población, crímenes, asaltos, homicidios y muertes con armas largas. La población ha vuelto a temer las actitudes delincuenciales de muchos miembros de ese cuerpo del orden.

El actual director es un hombre poco enérgico, y no toma las decisiones que debe presentar en cada momento necesario. cuando hubo la muerte de los pastores el director de la policía no tomó ninguna actitud fuera de la rutina de la investigación criminal, y esperó que fuera el Presidente de la República que ordenara las medidas correspondientes. Ahora con la muerte de la arquitecta en Boca Chica vuelve a repetirse la misma actitud, cuando contrariamente debió suspender la dotación completa de Boca Chica y ordenar una investigación contra la patrulla circundante que permitió que un civil con pistola en manos se fuera tranquilamente después del hecho criminal.

Tecnocracia frente a los crímenes

La nueva gestión de la Dirección de la Policía Nacional dominicana actúa en forma pasiva y tolerante en relación con los crímenes que últimamente vienen cometiendo en distintos lugares del territorio nacional en contra de ciudadanos, como si en nuestro país existiera la pena de muerte y como si pudiera actuar en detrimento de los derechos fundamentales y de los derechos humanos.

Esta situación de tolerancia e inacción con respecto a ciertos sectores internos, se mantiene dentro de un contexto tecnocrático de la dirección de esa institución. Tal pasividad del director nunca permitirá ni hará posible la reforma policial que ha promovido el presidente de la República, reforma de la cual ya ha echado las bases de una nueva visión al aumentar sueldos y salarios y proveerla de seguros médicos.

La reforma policial es una necesidad orgánica en la cual deben participar la sociedad civil, representantes del Ministerio Público, (que a su vez amerita una reforma profunda, legal e institucional); representantes y líderes barriales, la Universidad Autónoma de Santo Domingo y el mismo partido de gobierno, con el fin de lograr la modificación sustancial del mudos operandi y su vinculación con la institución del Ministerio Público.

Actualmente la población asiste al ambiente político de profundización de una democracia sin corrupción; el pueblo dominicano está dispuesto a todo hasta dejar de comer, en aras de que sea eliminada la corrupción imperante heredada de los gobiernos sucesivos del partido de la liberación dominicana, entidad ésta que fue enfrentada virilmente por el presidente de la República en su tercer discurso a la nación, cuando habló de la necesidad de superar la corrupción y levantar el velo corporativo de ese partido corrupto.

Todos sabemos que los gobiernos de Danilo Medina formaron un sistema de reparto de los bienes públicos sobre la base de estructuras corporativas de complicidad para apropiarse de bienes multimillonarios que corresponden al pueblo dominicano, razón por la cual era necesario enfrentar la corrupción como lo está haciendo actualmente el del presidente Abinader.

Actuaciones criminales de la PN

La presidencia de la República debe tomar en sus manos y hacer suyas las preocupaciones que tiene la población sobre las actuaciones criminales que desarrolla la Policía Nacional, actualmente desaforada en relación con actuaciones de avasallamiento del Ministerio Público, que se deja subordinar por oficiales y miembros de la institución policial.

Alguien dijo que “todo educador a su vez debe ser educado”, lo cual se aplica tanto al Ministerio Público como a dicha entidad.

El director de la policía dominicana se mantiene indiferente en su Despacho tecnocrático bajo el amparo del alegato de que es un “tremendo investigador”, lo cual no ponemos en duda, pero dicho señor no se ha trasladado a ninguno de los escenarios de los crímenes, homicidios y asesinatos que cometen rasos, clases y oficiales de la policía.

El director de esa institución debe trasladarse a los escenarios del crimen para aprender de los actos criminales y delincuentes y poder poner en acción la imaginación y la experiencia para el combate a la delincuencia. Nunca desde un despacho burocrático, los encargados de la acción persecutora podrán tener éxito total si se mantiene en el pequeño espacio de un despacho de tecnócratas policiales, a pesar de que digan y aleguen que es un “gran investigador”, pero deja a las patrullas en libertad absoluta de disparar y matar a dominicanos, llevando el dolor a las familias de nuestro país.

Es necesario poner fin a estos desmanes criminosos, más en la situación en que estuvimos de indiferencias de la Procuraduría General de la República, que no profundiza casos de este tipo y que al igual que el director de la policía, tampoco toma en sus manos las investigaciones de los crímenes, homicidios y asesinatos; lo cual permite que los agentes policiales anden de manera autárquica e inconstitucional, decidiendo por sí mismo en cada caso, si mata o no a los ciudadanos dominicanos.

Toda esta situación compleja exige el inicio inmediato de la reforma policial que ha prometido y de la cual ha hablado persistentemente el presidente Abinader, que ha mostrado preocupación en el sentido de enderezar las cosas negativas y las falencias de esa institución.

Militarización peligrosa de la Policía Nacional dominicana con pertrechos provenientes de EU

Desde hace unos años se ha impuesto una corriente militarista en la policía nacional, la cual obedece a influencia de gobiernos y organismos y agencias de inteligencia que se desarrollan actualmente en los Estados Unidos.

Los agentes policiales dominicanos cambiaron su uniforme normal por uno militar. Cargamento de uniformes del ejército norteamericano llegan a manos de los agentes policiales. De tal manera que es difícil distinguir la institución del ejército nacional de la institucional policial.

Esos cargamentos vienen con todo tipo de pertrechos (uniformes, botas, armas, gorras, correas, etc.), que ya no se utilizan en ese país y son enviados, valga decir vendidos o donados, a la policía nacional, la cual se ha militarizado; pertrechos que caen bien y se acomodan a la mentalidad de los agentes, rasos y clases, de esa institución.

Existe un factor psicológico desde hace mucho tiempo en el conglomerado de servidores policiales y es que sienten un complejo de inferioridad frente al ejército nacional; y se sienten militares y no civiles armados, que es lo que indican nuestras leyes; y con esta actitud, que debe ser corregida, se someten a esa mentalidad de sentirse que no son agentes policiales sino soldados del ejercito dominicano. Parece que sienten con el uniforme militar la necesidad de una compensación psicológica que afecta indudablemente su forma de pensar, de ser y de sentir.

Y de esta manera se sienten poderosos, autárquicos y libres para reprimir, golpear y matar a la población civil indefensa, y a esto llamamos compensación psicológica, que es una tendencia a la violencia autoritaria fuera de toda ética.

La reforma policial

Este aspecto debe ser considerado de manera importante en la prometida reforma policial que ha mencionado el presidente Abinader, pues es importante ya que se trata de una corriente extranjera actualmente predominante en los Estados Unidos, país en el cual cada vez más aumenta la violencia con policías vestidos de militares. Nuestros agentes como consumidores de todos los desechos del ejército norteamericano, pareciera como si tuvieran libertad de matar como existe en el país del norte en relación a las poblaciones afrodescendientes.

Hacemos un llamado al presidente Abinader para que, en aras de evitar tantos crímenes a cargo de rasos, clases y oficiales de la Policía Nacional, agilice el proyecto democrático de reforma policial, el cual será muy bien aceptado por la sociedad dominicana.

Conclusión

El presidente Abinader puede tomar medidas drásticas en relación con el desorden y la criminalidad imperante en la institución policial. Una de las primeras medidas tiene que ser necesariamente que los miembros usen el uniforme de la policía nacional y prohibirles, incluyendo al director de la policía nacional, el uso de uniformes militares, pues el cuerpo del orden de carácter civil y tiene sus uniformes, sus colores, su bandera y sus símbolos.

El uniforme militar es un negocio de los oficiales que cada seis meses son puestos como directores de intendencia de la policía y de la mal llamada cantina policial, donde venden los uniformes de desecho que vienen de los Estados Unidos.

Segundo debe impedir la costumbre de que cada seis meses se ponga un director de cantina militar para darle oportunidades de que se enriquezca.

About the author

Angel Moreta

Angel Moreta, jurista, sociólogo, y filósofo; Profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), República Dominicana, Autor-Editor de Debateplural.

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