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Diálogo en Venezuela: Claves de un nuevo ciclo político

Written by Debate Plural

Mision Verdad (27-8-21)

 

El pasado lunes 23 de agosto, el Instituto Samuel Robinson (ISR) para el Pensamiento Original reunió a actores importantes de la política venezolana, encuentro que se realizó en el marco de la nuevas rondas de diálogo y negociaciones entre el Gobierno Bolivariano y las oposiciones venezolanas y que se llevan a cabo en México con la colaboración de Noruega.

El presidente de la Asamblea Nacional (AN), Jorge Rodríguez; el opositor y líder del partido Soluciones, además de vicepresidente de política exterior de la AN, Timoteo Zambrano; y el intelectual español Juan Carlos Monedero participaron en el evento llamado «Diálogo en Venezuela: Claves de un nuevo ciclo político».

Dicho por el director de la entidad, Gustavo Borges Revilla, el instituto promueve debate no solo de la realidad política venezolana, también latinoamericana y global. Y la importancia de este encuentro radica en el hecho de que el momento político que vive Venezuela está en el foco de los medios de comunicación de la región y más allá.

Asimismo, es relevante debido a la importancia del país sudamericano en el tablero de la geopolítica regional, ya que constituye un contrapeso a la hegemonía de Estados Unidos en el hemisferio.

JORGE RODRÍGUEZ: EL DIÁLOGO COMO NORTE DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA

El presidente de la AN inauguró su exposición argumentando que en la historia reciente de Venezuela debe quedar registrado que en este país se han vivido dos periodos de desbordamiento en los que la derecha ha intentado llegar al poder político por medio de la violencia. Asimismo, refirió que ambos periodos tienen algunas características similares.

Rodríguez señaló que el primer lapso de violencia se ubica entre 2001-2004, cuando el Comandante Chávez encaró lo que los opositores llamaron una «paralización general».

Detalló que para aquel momento todos los medios de comunicación, característica que se repite siempre que se intentan aplicar estos planes, se alinearon a la estrategia golpista para forzar un cambio de régimen y apropiarse de las grandes reservas peroleras que posee Venezuela.

El presidente de la AN resaltó que «Chávez sufrió los rigores de un golpe de Estado en abril de 2002, luego, en diciembre de ese año, una paralización de la industria petrolera. Los sectores de la derecha lograron paralizar por completo la principal industria del país».

Venezuela

Pese al gran daño que le causaron a la República, apenas la oposición suspendió el paro petrolero, en febrero de 2003, el presidente Chávez convocó a los sectores de la oposición a una mesa de diálogo, que en aquella oportunidad estuvo auspiciada por el secretario general de la OEA, César Gaviria, y el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter.

«Lo que Chávez planteó en aquella oportunidad fue que todo quedara enmarcado dentro de la Constitución», señaló Rodríguez. Sin embargo, estos sectores con determinado peso en la política venezolana abandonaron cualquier via constitucional y democrática y se fueron por los atajos de la violencia, del sabotaje a la economía del país, el uso de fakes news.

En resumen, el presidente de la AN dijo que el Comandante Chávez resistió un golpe de Estado, resistió el sabotaje petrolero, de manera pacífica y ordenada cualquier intento de que se desbordara y se instaurara una situación de violencia, lo que esperaba la administración Bush.

Lo cierto es que ese acuerdo del año 2003 establecía que los asuntos políticos y sociales entre venezolanas y venezolanos, y así quedó establecido, debía resolverse por vías constitucionales, pacíficas, democráticas y, en consecuencia, electorales. Como no lograron hacerse con el poder político no tuvieron otra alternativa que volver a las reglas del juego por vías constitucionales y electorales.

Rodríguez consideró rememorar los eventos de aquellos años por la necesidad de establecer paralelismos. «Después del referéndum que confirmó en el poder a Hugo Chávez, con una victoria por más de 20 puntos de diferencia, en agosto de 2004, Venezuela vivió periodos de paz que nos ha permitido realizar, a lo largo de estos años, 25 elecciones», afirmó.

Apelando al hecho de que desde el principio la Carta Magna se escogió como carta de navegación, resaltó que la Constitución venezolana establece las pautas para la resolución de los conflictos. Puso como ejemplo la Asamblea Nacional de mayoría opositora correspondiente al periodo 2016-2021, que apenas se instaló buscó la manera de destituir al presidente Nicolás Maduro por vías no constitucionales, por lo que el Presidente buscó la manera encontrar una salida a través del diálogo.

«Recuerdo cuántas veces en público y en privado el presidente Maduro llamó a conversar a esta junta directiva de la Asamblea Nacional, estaban embelesados de poder. De manera grosera se negaban a cualquier tipo de interlocución con el Presidente de la República», señaló.

El presidente de la AN hizo un paneo por los distintos esfuerzos del Gobierno para buscarle una salida a la crisis política generada por la oposición. Las negociaciones de finales de 2016, auspiciadas por el Vaticano y con la presencia de los ex presidentes José luis Rodríguez Zapatero, Martín Torrijos y Leonel Fernández, fueron boicoteadas por el sector más extremista de la derecha.

Argumentó que el advenimiento de Donald Trump al poder en los Estados Unidos devino en la radicalización del discurso de odio y la agresividad contra el Gobierno Bolivariano. Y «no fue que Barack Obama nos trató con pétalos de rosas, pues todas las medidas coercitivas unilaterales tienen sustento en el decreto que nos declaró como una amenaza inusual y extraordinaria».

Es por ello -dice- en la víspera del vencimiento del periodo constitucional, en 2017 intentan, otra vez, activar el foco de violencia contra las instituciones legítimas. Para ese momento se intentó establecer un canal de diálogo para resolver la crisis.

Cuando todo parecía llegar a un punto de no retorno, se convocó a todos los sectores de la sociedad a un proceso constituyente en el que tampoco participó la derecha que estaba aupando la violencia, aun cuando se ofrecían todas las garantías. Esa vez ya se empezaban a ver las señales de que todo obedecía a una orden directa desde Washington. El objetivo no era conseguir la paz.

Sobre las negociaciones entre la oposición y el Gobierno en ese año Rodríguez dijo: «Ya teníamos un acuerdo en República Dominicana, ya estaba redactado con cada punto, con cada elemento en la fecha de las elecciones presidenciales». El resultado es más que conocido: nuevamente patearon la mesa de diálogo. Paradójicamente se retiraron después de haber pedido adelanto de elecciones presidenciales durante cinco años.

En 2019, se profundizó la ambigüedad de la oposición a la hora de establecer cualquier tipo de negociación con el Gobierno. Sobre todo porque en la primera mitad de ese año fue impuesta la figura fabricada de Juan Guaidó, autoproclamado presidente en una plaza pública, con el que pretendían capitalizar el poder político con el apoyo de Estados Unidos y sus lacayos.

La figura de la presidencia fake de Guaidó se fue desinflando y no quedó otra vía que reunirse con el gobierno. El saldo de esa acción repercute hoy día en el funcionamiento del Estado. Activos robados en el exterior, dinero de la nación bloqueado en bancos extranjeros y el secuestro del oro en Inglaterra son algunas de las consecuencias del sinsentido de la oposición, que finalmente no logró un consenso y se dividió al punto de que actualmente participan dos grupos en las recientes negociaciones de México.

ZAMBRANO: ¿DUALIDAD DE PODERES?

Esta división a la nos referimos anteriormente es mencionada por el representante de la oposición, Timoteo Zambrano. Dijo que en 2020 la Asamblea Nacional se dividió en dos bloques y, una vez que el grupo que él representa se posicionara en el Poder Legislativo, se logró un primer cambio importante para destrancar el juego: nombrar un nuevo CNE que organizaría las elecciones legislativas de diciembre de ese año.

Pero argumenta que aún quedaba un problema grande por resolver: menciona que hay una dualidad de poder en tanto que existían dos bloques con poder en el seno del legislativo. «¿Cómo resolver ese problema frente a una comunidad internacional que se desquició al respaldar el gobierno fake?», se pregunta el líder opositor.

También menciona el grave daño que le causó al país el supuesto interinato, al tiempo que se refiere a la crisis política que generó la existencia de «varios poderes» operando al mismo tiempo: el gobierno constitucional del presidente Maduro y el falso con todo el aparataje de nombramientos paralelos.

Sin embargo, es cuestionable que diga que el país estaba paralizado. Pese a las carencias, el Gobierno siguió al frente y asumió el liderazgo de enfrentar de forma exitosa una pandemia.

Sobre los cambios importantes para las venideras elecciones parlamentarias, señala que se sinceró, de acuerdo a la Constitución, el número de parlamentarios. Dice que la preocupación no era la correlación de fuerzas internas, «nuestra preocupación era que había que anular esa dualidad de poderes. Que no está resuelta», afirma.

El parlamentario también afirma que, si bien la oposición extremista en los diálogos de México dejó de asumirse como gobierno, es necesario anular los actos parlamentarios que se convirtieron en instrumentos jurídicos para contratar el despojo contra el país.

Respecto a las venideras megaelecciones de noviembre de este año, menciona que sobre la mesa están todas las garantías de transparencia, medidas que según Zambrano son derivadas de los acuerdos de República Dominicana.

«Y si nosotros seguimos avanzando por esta ruta, ¿qué va a ocurrir el próximo año? Tenemos que ocuparnos de la pandemia, ocuparnos de la economía, porque olvídense, si no resolvemos el conflicto político no podemos avanzar en la solución de los problemas económicos. Y no se trata de cambiar el modelo, se trata de tomar medidas políticas que tienen que ir en sintonía con el conflicto político que lo vamos a ir disminuyendo», dijo.

Mencionó que, si bien hay una coincidencia con el Gobierno en la propuesta programática del memorándum de entendimiento, el próximo proceso lo asumen con total autonomía política, electoral, «que no los ata en nada a esta nueva plataforma».

Para concluir su intervención, resaltó que exhortó a la oposición radical de que se sumara a las próximas elecciones de noviembre, que se contaran y participaran en el juego democrático.

«Aquí está lo que construimos, lo que dio vida el 16 de septiembre de 2019 en la mesa de diálogo nacional nos ha traído hasta acá, y vamos a seguir», concluyó.

JUAN CARLOS MONEDERO: MÉXICO COMO PUNTO DE INFLEXIÓN

El intelectual español inauguró su participación en la conferencia mencionando que la situación política venezolana se encuentra en un punto de inflexión, dado que en el encuentro de México hay una confluencia de actores y propuestas que parecen encaminadas a resolver la crisis política.

Señala que esto podría significar el fin de una dualidad o la existencia de un gobierno interino, y que por lo tanto también puede ser el fin de las «sanciones».

«Es un placer estar aquí en un momento en donde parece que hay un encuentro en elementos que para mí son esenciales tanto como ciudadano español como profesor de ciencias políticas, que todos los años tengo que discutir con mis alumnos los elementos básicos de lo que es la democracia. Porque creo que este acuerdo que expresan las diferentes oposiciones y el Gobierno de que la base es la Constitución, que es el contrato social que se da en un país para la defensa de los derechos humanos y la salida electoral a los conflictos políticos», refiere el intelectual.

Es por ello que para Monedero los recientes eventos «marcan, insisto, un punto de inflexión del cual tiene que tomar nota el gobierno de España, la Unión Europea y el nuevo gobierno de los Estados Unidos», pues estos países y organismos han sido ejecutores y promotores del bloqueo criminal contra Venezuela.

Ofreció un breve panorama de la situación política y social en su país tras el avance de la pandemia, también de Europa, así como el resurgimiento de la derecha que proyecta vías no democráticas para asumir el poder. También dijo que existe una similitud entre la derecha extrema venezolana y la española en tanto que usan la violencia para acabar con los gobiernos de tendencia progresista «cuando las urnas no le son favorables».

«Estamos hoy inmersos en mitad de una lucha enorme por el sentido de la cual, insisto, no está ausente Venezuela», apunta el politólogo.

Sobre la importancia de Venezuela en el campo noticioso, Monedero dijo que el país se ha convertido en una suerte de espacio narrativo en disputa, dado que usan la condición de «bolivariano» contra todo aquel que muestra autonomía de los designios imperiales.

«Desde mi perspectiva, la democracia del siglo XXI tiene que recuperar los grandes diálogos sociales después de un enorme desencuentro donde algunos parecían regresar a la búsqueda de atajos. Venezuela parece que en México se han dado pasos relevantes, y lo primero es reconocer que hay un gobierno legítimo, que es necesariamente uno de los interlocutores obligatorios del diálogo democrático», refiere.

Y esto debe representar para Estados Unidos y la UE, que se desbocaron en reconocer un gobierno ilegítimo, una señal de que deben devolverle las riquezas robadas a Venezuela. «Para que cumplan con la legislación internacional, para que no sean cómplices de ese cerco».

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