Esa propuesta contenía ayudas directas en efectivo a hogares y apoyo a empresas, además de mejoras en los subsidios por desempleo; en abril se sumaron 500 mil millones de dólares adicionales.
Ahora, mientras los demócratas manejan cifras de 2,2 a 2,4 billones de dólares, los republicanos del Senado hablan de 500 mil millones.
Esta enorme distancia tiene bloqueadas las tratativas desde hace meses.
El virtual presidente electo Joe Biden dijo que el Gobierno federal debe aportar ayuda ‘lo antes posible’ a los estadounidenses.
El deterioro de las condiciones económicas por el recrudecimiento de la pandemia, la amenaza de millones de ciudadanos que perderán sus prestaciones sociales en diciembre sin haber vuelto a conseguir empleo así como una potencial ola de desalojos, pérdida de casas y quiebras de empresas, hacen que la situación sea de emergencia.
‘Si el Congreso no actúa rápidamente, la crisis podría empeorar y eso no será tampoco fácil de resolver’ a pesar de una potencial vacuna, advirtió Edward Alden, experto del Council on Foreign Affairs.
‘Los políticos reaccionan al revés: hace falta un plan de auxilio para evitar que la situación se degrade y no esperar a que la situación se degrade para votar un plan’, destacó Gregory Daco, economista jefe de Oxford Economics.
De acuerdo con el diario The New York Times, más de 120 economistas reclamaron el envío de ‘cheques’ para volver a poner a familias y economía en la vía del crecimiento.
Según la Century Fundation, un grupo de reflexión cercano a los demócratas, unos 12 millones de estadounidenses no recibirán súbitamente ninguna ayuda el día siguiente de Navidad, cuando caducan las medidas adoptadas en primavera boreal.
‘Exhortamos a los decisores a utilizar todas las herramientas a su disposición para revitalizar la economía, incluyendo pagos directos en efectivo, que son uno de los medios más rápidos, igualitarios y eficaces para reencaminar a las familias y la economía’ hacia el crecimiento, escribieron los economistas en una declaración reciente. Los cheques son una ‘herramienta esencial’ para evitar que la pobreza aumente más.
Una alternativa a este plan podría ser un plan de obras públicas, idea que fue cotejada por el equipo de Biden para luchar contra una nueva recesión y el alza del desempleo.
Algunos analistas puntualizaron que el plan podría verse obstaculizado en el Senado si termina quedando en manos republicanas.
Biden podría ir por la vía del decreto para prolongar las moratorias sobre expulsiones de viviendas por impagos y las confiscaciones, o los pagos de préstamos estudiantiles que expiran a fin de año.