Héctor Yo Durán (kaosenlared, 14-4-20)
«Cuando el diablo se mezcla en los asuntos humanos para arruinar una existencia o trastornar un Imperio, es muy extraño que no se halle inmediatamente a su alcance algún miserable al que no hay más que soplarle una palabra al oído para que se ponga seguidamente a la tarea» : Alejandro Dumas
¿QUÉ ES UN IMPERIO?
Un imperio (del latín imperium) es, en los términos más rigurosos, un Estado multirreligioso, multicultural y multiétnico que consiguió al menos parte de su territorio por conquistas de anexión y que, además, mantiene una expansión constante mientras no haya presiones externas o internas de tipo económico (un periodo de crisis), político (caída de la elite dominante) o militar (invasión por parte de otro Estado). También se puede referir a un estado en cuyo frente está el emperador (del latín imperator). Por extensión, imperio puede referirse también a la etapa histórica donde una etnia o nación desarrolló una política imperial, o bien, a la potencia que ejerce el poder imperial [1].
Este término se refiere a un conjunto de países o territorios bajo el control de una sola entidad; ¿Alguna vez has oído: «Este es el imperio donde el sol nunca se pone?». Con esta frase Carlos V se refería a sus posesiones; el Sacro Imperio Romano era tan vasto y arraigado que se decía, de hecho, que en él el sol nunca se ponía.
Recientemente han existido o existen el Imperio Otomano (1453-1914), el Imperio Español (1492-1918), el Imperio Ruso de los Zares (1721-1917), el Imperio Alemán (1871-1918), el Imperio Japonés (1895-1945), el Imperio Francés (1605-1962), el Imperio Británico (1620-1968), el Imperio Soviético (1922-1991), el Imperio Chino iniciado por MaoTse Tung (1949-hoy), el Imperio Estadounidense desde su independencia ( 1776-hoy).
Los grandes imperios se lanzaron entre mediados del siglo XIX y 1914 a una búsqueda de lo que se denominó el estatus de gran potencia: y lo que consiguieron fue dilapidarlo.
La Primera Guerra Mundial fue un conflicto que enfrentó a las Potencias centrales (El Imperio Austro-húngaro, el Imperio Alemán, el Imperio Otomano y el Reino de Bulgaria) contra los Aliados (El Imperio Británico y sus colonias, Francia y sus colonias, el Imperio Ruso, Estados Unidos, el Reino de Italia, el Imperio Japonés, Serbia, Rumanía, entre otros países).
La realidad es que en 1914, las potencias europeas estaban tan sumidas en su propio e irracional gobierno del mundo, que apenas percibieron que EEUU, que era ya la mayor economía del planeta, estaba cambiando las reglas del dominio global [2].
POR QUÉ CAEN LOS IMPERIOS
«Los imperios decaen por dos circunstancias: la ineptitud y corrupción a nivel humano y moral de sus líderes y el despilfarro y la falta de austeridad en sus sociedades, corrompidas con el sustento fácil que proporcionan sus dirigentes»: Juan Eslava Galán
«A los imperios no los derriba nadie. Se pudren por dentro, se caen solos»: Rodolfo Walsh
«Los imperios están condenados a la dispersión, como las ortodoxias y las ideologías, a los cismas y a las escisiones»: Octavio Paz
¿Por qué caen?
Porque en su seno se origina un primera enfermedad que es la inequidad en la distribución de las riquezas.
Porque los conceptos de democracia son mal entendidos; donde los gobernantes se eligen de acuerdo a la opinión de un pueblo votante que solamente puede votar cuando es terrateniente.
Porque las luchas intestinas por el poder y por las riquezas se convierten en la semilla de la destrucción. Escenas de traición, de odio, de envidias, luchas por propiedades, vejaciones, calumnias e intrigas, todo por alcanzar la cima del poder llevando al traste su maquinaria organizativa.
Porque aflora la corrupción en el mundo de las finanzas. Así las grandes empresas de la economía estadounidense se ven avasalladas por el insaciable apetito de unas pocas corporaciones, que pensaron primero en acumular riquezas individuales a expensas de todo un sistema económico con impacto desastroso para la humanidad.
Porque no respetan las Cartas de las Naciones Unidas, ni los Derechos Humanos.
Porque pretenden someter a los pueblos a través de las injerencias en sus asuntos internos. En el Derecho Internacional, hace a la soberanía de cada uno de los Estados, que los demás no tomen injerencia en sus asuntos internos. Comienzan a dictarse las normas de sus competencias siempre en defensa de las corporaciones y la no injerencia de unos en el trabajo de otros.
Porque han pretendido ultrajar la dignidad de los pueblos interviniendo aún mediante la fuerza; aprovechando esta situación para sacar ventaja territorial anexando ese estado al propio.
Porque han pretendido intervenir o invadir a otros países justificando una supuesta ayuda humanitaria; mal entendiendo las ideas del jurista humanista, pensador y político holandés, Hugo Grocio (1583-1645).
Porque han pretendido ser hegemónicos, retirándose de organismos internacionales como la Comisión Internacional de los Derechos Humanos, de la UNESCO, del Protocolo de Kyoto, de los Acuerdos de París, de Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF) con Rusia, entre otros.
Porque no quieren respetar a la madre tierra.
Porque cometen delito de lesa humanidad.
En fin, porque no se quieren ellos mismos.
Los monumentos como la Casa Blanca en Washington, la Estatua de la Libertad, Empire State Building de New York, Walt Disney en Orlando, Chicago Water Tower, Bay Bridge, Monte Rushmore, El Gran Cañón, Empire State Building, El puente Golden Gate, The Gateway Arch, Monumento de Washington, Jardín Botánico de Atlanta, Stratosphere Las Vegas, Seattle Space Needle en Seattle, Monte Rushmore, Satélites, Estaciones espaciales, Portaviones, Misiles y Bombas no son más que expresiones arquitectónicas que una vez demostraron su poderío.
La crisis actual es una crisis de creencias, y el imperio de hierro con pies de un barro inexistente no parece ser una cosa estructuralmente fuerte, pues se sostiene a partir de que la gente crea que el barro invisible existe. Pero igual da que crea o no, al mundo real no le interesa lo que creamos, pues el mundo sigue su curso como lo ha seguido con los antiguos imperios.
