Jose Sant Roz (Sinpermiso, 1-5-19)
- Todo se sabía, y los dejaron actuar para conocer muy bien los entramados de la conjura, a los comprometidos, los contactos y ramificaciones. Otro grupo que quedará fuera de circulación. Una estrategia que funciona muy bien.
- Elliot Abrams se comunicó el día 25 de abril con el señor Juan Guaidó y le dijo que había una buena oportunidad para «revolcar» (en inglés «roll up») el país. El motivo para tal revolcada debía ser el 1º de mayo, pero que no sería un intento con marchas porque éstas, estaban demostrado, eran un total fiasco. La palabra «FIASCO» se entiende en inglés, como el fracaso que ocurre cuando alguien se cita con una bella mujer, pero luego en el acto no llega a nada… Y así le dijo Ambrams: «Estamos ya cansados de fiascos…».
- Abrams fue muy explícito: «Tú (Guaidó) esta vez tienes que estar al frente de un pelotón, de un grupo de altos oficiales como te corresponden por ser el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. Esta vez, tú tendrás que jugarte mejor el pellejo, pero alcanzarás el nivel en la historia y los hechos extraordinarios de un gran héroe, estadista o estratega. Esto es una guerra, Juan, y así debes entenderlo. Se puede ganar o perder, pero tú tienes todo nuestro apoyo, que es una fortuna y tú lo sabes…».
- A este punto, don Juan Guaidó, con su media sonrisa romántica se atrevió a decir:
-¿Podría hacer una sugerencia, boss?
– Goa head – le contestó Abrams.
– Yo comprendo todo lo que usted propone. Perfecto, me embarco en esa solución en busca de la libertad, pero quisiera contar con un aguerrido luchador a mi lado para esta decidida acción. No creo que sea pedir mucho: se trata que me acompañe nuestro «Nelson Mandela», Leopoldo López. Esa acción defnitiva debe ir acompañada por él.
5- Elliot Abrams aprobó de inmediato la petición de Guaidó. Abrams sólo agrego: «-Ahí hay suficiente para pagar a los policías…».
- Añadió Abrams parte del esquema que se debía seguir: «Nosotros necesitar mucha tensión, mucho agite, correr algo de sangre, poquito, quizá, no sé, depende… pero que se vea en el mundo un cuadro peligroso de ansiedad y desesperación. Ya yo dije que hay una gran oportunidad de que a Venezuela lleguen muchos dólares. Que todos, hasta los pobres van a tener la posibilidad de manejar muchos dólares. Mi aseveración ha gustado bastante, me han dicho que hay una gran alegría, y hay que insistir por esta vía porque hay una gran necesidad de dólares. A todo el mundo le gustan los dólares, tú sabes…».
- Seguidamente, Abrams entregó a Guaidó una «ayuda» que debía ir directamente a un grupo de militares y policías comprometidos con la nueva «revolcada». A todos los oficiales militares que se «revolcaran» se les iba abrir una cuenta en el Western American Bank, por 300 mil dólares para empezar, junto con la visa y una ayuda para establecerse en Miami con la comodidad necesaria por dos años aún cuando la libertad se lograse en Venezuela. «-Hay que insistir –agregó Abrams-:, que se nos unan militares que hayan sido sancionados por nuestra administración, y ofrecerles plenas garantías de libertad y seguridad en nuestro país libre y democrático».
- En la mañana del día 30 de abril, Juancito se adelanto al «fiasco» de la propia marcha del 1º de mayo. Pronto las redes comenzaron a arder, a eso de 5 de la madrugada, en inmediatamente turbas de beatas con el rosario en una mano y con la tea de la discordia en la otra, guarimberos y bachaqueros de cuello blanco, santones de la derecha internacional y de todas las cloacas mediáticas del mundo, de nuevo, irrumpieron por balcones y calles con su típica y energúmena histeria, su mejor arma politiquera para intentar incendiar el país…
- Luego de finalizada la carnavalada montada frente a La Carlota, allí en plena avenida Francisco Fajardo, Juancito se escondió en los faldones de las viejas de derecha y se comunicó con todos los poderosos medios del mundo, y entonces así como vimo el siguiente twiter de la VOZ DE AMÉRICA: «El presidente interino de VENEZUELA, Juan Guaidó, dijo que el gobierno del presidente en disputa, Nicolás Maduro, quiere detenerlo, pero que él es un sobreviviente y no tiene miedo».
- Nadie entiende por qué escribió que él era un sobreviviente cuando nadie había muerto. Iván Duque le llamó preguntando por su salud y Juan no pudo atender la llamada del presidente de Colombia, quien estuvo instando «a los militares venezolanos a apoyar al jefe del Parlamento y presidente (E) de Venezuela».
- La farsa ha muerto, y la derrota de la derecha ha sido espantosa. Pero como dice Lenin, la derecha ni siquiera, jamás, recoge sus destrozos, y siempre pregona que en el que venga atrás que arree.
