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Imre lakatos: la humanización de la ciencia (y 3)

Lakatos señala diversos problemas del falsacionismo ingenuo apoyándose constantemente en la historia de la ciencia y afirma (parafraseando la famosa frase de Kant) que «la filosofía de la ciencia sin la historia de la ciencia es vacía; la historia de la ciencia sin la filosofía de la ciencia es ciega». A continuación se muestran algunos de los problemas clave que Lakatos observa en el falsacionismo ingenuo:

La ciencia no avanza por medio de falsación de teorías. Un experimento que refuta una teoría no hace que se abandone, sino que los científicos suelen apelar al experimentador para que revise sus métodos, instrumentos y teoría experimental. Lakatos muestra como ejemplo el programa de William Prout. Además, las teorías se perfilan con hipótesis ad hoc de forma más habitual de lo pensado (véase Tesis de Duhem-Quine) y ello no significa que sean incorrectas o haya que desecharlas, como propone el falsacionismo ingenuo.

Los experimentos cruciales que refutan teorías no se dan realmente, sino que esta denominación se adjudica a algunos experimentos retrospectivamente cuando se ha aceptado una nueva teoría. Este hecho no parece muy racional, pues en ocasiones se denomina así a experimentos cuyos autores pensaban que corroboraban una teoría en lugar de refutarla. Como ejemplo, cita el experimento de Michelson-Morley y otros.

Las teorías científicas nacen refutadas. Muestra como ejemplo la teoría de la gravitación de Newton, la cual nació con anomalías y esto no impidió su desarrollo hasta convertirse en una de los mayores logros científicos de la humanidad. El falsacionismo ingenuo la hubiese rechazado inmediatamente al nacer por estar refutada.

El modo propuesto por el falsacionismo ingenuo -en que aparecen y cambian las teorías- no se corresponde con la realidad histórica y adolece de simplismo. Respecto a la elección entre teorías compatibles con la experiencia obtenida hasta el momento, Popper da algunos criterios que podrían enmarcarse en su falsacionismo más refinado (grados de corroboración).

El historicismo lakatosiano, para Lakatos existen dos modos complementarios de entender y narrar la ciencia, es decir dos historias o vertientes: una interna y otra externa. La primera concierne al debate racional que se presenta en la confrontación entre las conjeturas y refutaciones científicas. Por su parte, la historia externa da fe del entorno o ambiente (social, psicológico) en el que se desarrollan tales controversias. A modo de metáfora edafológica podemos decir que la “primera historia” describiría la evolución de un paisaje de suelos en el tiempo, mientras la segunda narraría los condicionantes ambientales en los que se desarrolla (los factores formadores), así como de sus cambios con el tiempo.

La historia interna, pretende explicar la discusión y confrontación intelectual entre los miembros de una comunidad científica concreta a la hora de verificar o rechazar una de las dos teorías rivales (¿por qué dos y no tres, cuatro o más?). Por ejemplo, este sería el debate tan reiterado en esta bitácora entre los defensores del continuo y los que consideran que es lícito y necesario fragmentar tal continuo en unidades discretas, lo cual nos retrotrae de hecho a uno de los debates más antiguos de la historia del conocimiento, por cuanto comienza ya entre los atomistas y sus detractores, es decir en la antigua Grecia.

La historia externa, por su parte, analiza las circunstancias psicológicas y sociológicas subyacentes a la actividad  investigadora, que afectaban al discernimiento y decisiones de los actores ya descritos (o no) en la historia externa. En otras palabras, la historia interna corresponde a la lógica del descubrimiento científico de Popper, mientras que externa contempla los aspectos psicológicos y sociológicos que cobrarán aún más fuerza en la filosofía de Kuhn. Dicho de otro modo, hablamos de lo que se denomina contexto de la justificación.

CONCLUSIÓN

De todo lo anterior se deduce que a partir de la aproximación general, ofrecida desde la filosofía de la ciencia moderna, cada disciplina deberá trazar sus particularidades: objeto de estudio, niveles de análisis, áreas de investigación prioritarias… También se apunta la idoneidad de definir programas de investigación en el sentido descrito por Lakatos, para que los investigadores no pasen de un tema a otro sin mayor discernimiento.

En relación con la tarea epistemológica que debe llevar a cabo cada disciplina de manera particular, resulta interesante la defensa que realiza Donsbach (2006) de la necesidad de definir la identidad de la investigación en el área que se trate.20 Argumenta dos motivos principales para llevar a cabo dicha defensa: extrínsecamente, para competir con el resto de las disciplinas científicas en la obtención de fondos públicos con los que sufragar las investigaciones; intrínsecamente, para contar con una plataforma común que propicie la acumulación del conocimiento aceptado (Donsbach, 2006: 443), porque tal y como se ha desarrollado en este artículo, en los periodos de ciencia normal el crecimiento del conocimiento científico se produce de manera acumulativa, acumulación que ha sido menos evidente en las ciencias sociales que en las naturales.

  Para Imre Lakatos, La mera falsación de una hipótesis no conlleva el rechazo inmediato de todo un programa de investigación.

Los experimentos cruciales no existen, puesto que los programas sólo son abandonados al cabo de mucho tiempo

El cambio científico tiene una racionalidad que consiste en seguir una dirección «progresiva».

Un programa de investigación es progresivo mientras continúa prediciendo hechos nuevos.

Y se estanca cuando sólo aduce explicaciones post hoc, o deja de producir descubrimientos nuevos.

Una teoría sólo se sustituye por otra objetivamente mejor. Es mejor aquella teoría que excede en contenido empírico a sus predecesoras, y ese contenido esté confirmado por la realidad al menos en parte. Es posible reconstruir una historia interna racional.

La historia externa, que aclara solamente los factores psicológicos o sociales, serviría para explicar por qué la historia real se ha desviado con del esquema

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About the author

Frank A. Peña Valdes

Profesor adjunto Escuela de Psicología, Facultad de Humanidades y Escuela de Orientación Educativa, Facultad de Ciencias de la Educación Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD. Licenciatura en Psicología, Maestría en Metodología de la Investigación Científica. Especialidad en Psicología del Desarrollo, Maestría en Desarrollo Humano, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Postgrado en Educación Superior, Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC). Estudios Doctorales en Psicología Social, Universidad Central de Madrid (UCM).

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