¡Por negro, por jodío y por liberal!
Lipe Collado (30-8-13)
El primer Presidente de la República Dominicana fue Francisco del Rosario Sánchez, un saltapatrás, denominación correspondiente al hijo de una mulata parda y un negro. Sánchez, presencia refleja de lo africano, asumió la presidencia de la Junta Central Gubernativa a sus 27 años –menos 10 días- de edad, en la madrugada del 28 de febrero de 1844, y un día después, el 29 bisiesto, renunció para cedérsela al blanco conservador Tomás Bobadilla y Briones.
Debido a las vacilaciones y desvaríos entreguistas de Bobadilla y Briones y su sector conservador, a los 3 meses y 11 días, el 9 de junio, Sánchez reasumió la presidencia de la Junta Central Gubernativa cuando su sector liberal dio el primer Golpe de Estado dominicano; pero un mes y 4 días después, el 13 de julio, fue derrocado por el sector conservador encabezado por el general hispanófilo Pedro Santana, quien pasaría a ser desde noviembre de aquel 1844 el Primer Presidente Constitucional.
Resulta y viene a ser una grave injusticia el que en la galería de presidentes dominicanos en el Palacio Nacional aparezca como primer presidente el blanco Tomás Bobadilla y Briones, protegido por la indiferencia y el silencio de los historiadores y de sus “avecindados” –esto es, narradores e intérpretes al vuelo tenidos por el público como historiadores, que enfocan a veces con pertinencia acontecimientos de primer orden y hechos menudos de trascendencia cultural, política, social y económica embutidos en nuestro decurso como Nación.
El saltapatrás liberal Sánchez planificó, dirigió y ejecutó en los días finales la conspiración patriótica de un grupo en su mayoría blanco que desembocó en la proclamación de la Independencia la noche del 27 de febrero de 1844, enarbolando el establecimiento de un sistema democrático, la libertad de imprenta y la abolición “para siempre de la esclavitud”, igualando “los derechos civiles y políticos sin atender a las distinciones de origen y de nacimiento”.
De modo, pues, que la primera y tercera presidencias de la primera y tercera juntas de gobierno no le cayeron del cielo a este negro venido de esclavos. Debe ser reconocido y colocado de primero este saltapatrás dos veces Presidente, porque le corresponde y porque es expresión de nuestro ideal nacionalista y liberal.
¿Bajo cuáles argumentos de interpretación histórica y de lógica política se escatima su primacía presidencial? ¿…Que fue presidente efímero de una Junta Central Gubernativa provisional pre constitucional? Entonces, ¿por qué Tomás Bobadilla y Briones, presidente de esa junta, aparece en la galería de presidentes dominicanos del Palacio Nacional? ¿Acaso Bobadilla y Briones no lo sucedió en la presidencia? ¿Acaso él no sucedió luego a Bobadilla y Briones en la Presidencia? ¿Por qué Sánchez no aparece de Presidente, ni de primero ¡y ni de tercero! en la lista de los presidentes de la República en el Palacio Nacional?
¡Por negro, por jodío y por liberal!
Que nadie se llame a engaños: el inconsciente racial –con dejos discriminatorios hacia la negritud- de importantes historiadores de todos los tiempos explica la razón de ser de este perfil de discriminación racial en la interpretación histórica.
De modo, pues, que la racista discoteca La Chismosa – “La Chismosa histórica”, en el caso que nos ocupa- tiene su sucursal en el Palacio Nacional.
