El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha señalado Al-Quds (Jerusalén) como ‘línea roja’ y ha aseverado que la decisión de Donald Trump es ‘nula’.
Al-Quds es una “línea roja” para los musulmanes, que no aceptan ninguna agresión a los lugares sagrados, ha recalcado Erdogan en la cumbre de la Organización de la Cooperación Islámica (OCI) celebrada hoy miércoles en Estambul (oeste de Turquía).
En la reunión, representantes de 48 países de mayoría musulmana han abordado la decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, de declarar Al-Quds “capital” del régimen israelí el pasado 6 de diciembre y de ordenar el traslado allí de la embajada del país norteamericano desde Tel Aviv.
Al respecto, el mandatario turco ha señalado que Estados Unidos no puede tomar una “decisión unilateral” sobre el estatuto de la ocupada ciudad palestina.
“Al-Quds no es solo una causa musulmana”, ha advertido Erdogan antes de señalar que Washington ha adoptado su decisión sobre la ciudad en oposición total al resto del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
Asimismo, el presidente de Turquía ha reiterado que el este de Al-Quds es la capital del Estado de Palestina y ha afirmado que el proceso de incluir a Palestina en los acuerdos internacionales debe acelerarse.
Luego de instar a la Administración de Trump a revocar su decisión sobre Al-Quds, Erdogan ha tildado de “ilegitima y perjudicial” la medida de Trump sobre la ciudad palestina.
La OCI, cuya responsabilidad, según Erdogan, es proteger el carácter sagrado de Al-Quds, ha mostrado que Al-Quds no está sola.