Tania Molina (D. Libre, 17-8-17)
Al contar la historia de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) se empieza siempre con su fundación el 28 de octubre 1538, mediante la Bula In Apostalatus Culmine del Papa Paulo III, convirtiéndose en la Primada de América como hoy se conoce. Pero en su devenir histórico, la universidad tiene momentos de gran relevancia, y uno de ellos es su transformación en Ciudad Universitaria el 17 de agosto de 1947, hace hoy 70 años.
Para el exrector de la UASD y sociólogo Roberto Reyna, la inauguración de ese día constituyó un antes y un después en la educación superior dominicana y para la sociedad en general.
“La creación de esa ciudad marcó un antes y después de la educación superior y de la accesibilidad de los dominicanos a esa educación, porque donde estaba antes la UASD no había espacio físico ni la capacidad humana para expandir la formación”.
En la Casa del Sacramento (hoy sede del Arzobispado de Santo Domingo) en la Zona Colonial, donde funcionaba la universidad, el espacio era muy restringido y al acceso muy limitado para los bachilleres que tenían esa sola opción para su profesionalización.
Reyna refiere los inconvenientes que confrontaba la UASD, tanto por su espacio como por la calidad de los programas de formación, en contrataste con las ansias de superación de los jóvenes en una época en que era motivo de orgullo portar un carnet de la universidad.
Sin embargo, la Ciudad Universitaria se creó con una capacidad para unos 5,000 estudiantes, ampliando las oportunidades de las familias que soñaban con tener, por lo menos, a un hijo cursando estudios universitarios.
Además del icónico Almar Mater, y de la Biblioteca, la construcción incluyó las edificaciones para seis facultades: Filosofía, Derecho, Medicina, Odontología, Farmacia y Ciencias Exactas, conforme se indica en el compendio sobre Publicaciones de la Universidad de Santo Domingo, Volumen III, referente a la Inauguración de la Ciudad Universitaria.
El catedrático Jesús de la Rosa, en un artículo que publicó en 2007 en el periódico Hoy, plantea que para la época, la población estudiantil de la UASD era de unos 400 alumnos (en la actualidad superan los 203,000) y que el ambiente en el campus era de casi total calma.
La iniciativa de construir la nueva sede de la UASD habría surgido de su rector Julio Ortega Frier, pero De la Rosa señala que como era costumbre en la era de Trujillo, los documentos de esa época consignan que la construcción se debió “a las sabias iniciativas del Generalísimo”.
El costo de la construcción se estimó en RD$5,000,000.00. La ciudad comenzó a tomar forma luego que el 15 de noviembre de 1943, el Congreso Nacional destinó la suma de RD$500 mil del superávit presupuestal para su construcción, iniciada el 7 de febrero de 1944.
La ley 487 del 5 de enero del 1944 declaró de utilidad pública la adquisición de los terrenos para la construcción de la Ciudad Universitaria. Ese mismo año, en el mes de abril, se emitió un decreto confiriéndole poder al rector Ortega Frier para aprobar todos los contratos que fueren necesario para la construcción de la obra. Durante la Inauguración de la Ciudad Universitaria, Rafael Leónidas Trujillo fue reconocido con el título de Doctor Honoris Causa, la primera distinción de este tipo que recibía el tirano.
