Por: Angel Moreta (Autor-Editor)
En República Dominicana abundan, en perjuicio de los usuarios de servicios de telecomunicaciones, lesivas e injustificadas facturaciones mensuales, de manera escandalosa y sórdida. Se trata de montos mensuales abultados e injustificados que agreden la capacidad económica y la solvencia moral de ciudadanos dominicanos.
Los monopolios y transnacionales de las telecomunicaciones que han venido instalándose en el país, cobran sumas abultadas (con supuestos intereses y comisiones en relación con atrasos de pagos) e INDOTEL no dice “esta boca es mía” cuando se trata de defender los intereses de la población consumidora.
Es necesario establecer casi con total seguridad la existencia de contubernio o complicidad entre autoridades y directivos de INDOTEL y los grandes monopolios comunicacionales que se han instalado a sus anchas en el territorio nacional, con el favor y la complacencia de los gobiernos, realizando actuaciones que van en detrimento de la economía popular, y en violación fragrante de la Constitución de la República.
El contubernio de los directivos de INDOTEL con TRICOM-ORANGE, CODETEL y VIVA, impone silencio sobre las violaciones y abusos que a diario cometen esos monopolios prepotentes contra la ciudadanía común del país. Indudablemente se trata de actuaciones concusionarias, tendentes al enriquecimiento ilícito y que reflejan el desorden, la irresponsabilidad y el tráfico de influencia generalizado e impune que predomina actualmente en todas las esferas de los gobiernos de la República y también en el Estado dominicano.
INDOTEL y sus directivos no cumplen una función valiosa para el pueblo dominicano. Igualmente los llamados “cuerpos colegiados”, un grupo de abogados contratados supuestamente para proteger y equilibrar las disputas, las desavenencias y los desacuerdos que en forma de denuncia se reciben diariamente en el departamento de defensa de los derechos de los usuarios. Los cuerpos colegiados son organismos pasivos que se limitan a escuchar denuncias y reclamaciones y tratan de atenderlas principalmente por vía telefónica, contrariamente a tiempos anteriores en los cuales INDOTEL llamaba a ambas partes para analizar y buscar solución a la reclamación, siempre con un sentido social.
Actualmente, en cambio, los cuerpos colegiados consumen decenas de millones de pesos en pago de contratos y honorarios de abogado, y realizan como hemos dicho una actividad de poco rendimiento en términos de reivindicaciones de los derechos del consumidor que reclama frente a los pulpos y monstruos de los servicios de telecomunicaciones.
En ese sentido su papel reglamentario y legal, conforme a los reglamentos de telecomunicaciones vigentes, es puramente teórico, pues se interpreta que INDOTEL es un superintendente, pero materialmente un superintendente irresponsable que se limita principalmente a quitar, vender, negociar frecuencias de telecomunicaciones sin cumplir absolutamente su papel regulador.
Sobre este particular existen varias denuncias sobre estas violaciones e inconductas, entres ellas sobresalen la de Pedro Gris, ex funcionario ejecutivo de INDOTEL que renunció en 2015, no sin llevar a la luz pública graves hechos de corrupción en perjuicio del patrimonio estatal. A esa situación nos referiremos en el próximo artículo que publicaremos en Debateplural.com.
Las violaciones a que nos venimos refiriendo son muchas y de variado índole, entre ellas:
a) Alzas inconsultas de precios de facturación por supuestos cúmulos de intereses y comisiones, cobrando el doble de las mensualidades cuando se produce un atraso, aplicándolas de manera acumulativas y prácticamente haciéndolas impagables.
b) Permisión a las violaciones de la reglamentación de Pro Consumidor, instituto este que debe involucrarse en la confrontación a este emporio del contubernio y del tráfico de influencias que lo constituye la tríade INDOTEL, TRICOM, ORANGE, CLARO y otras.
c) Tolerancia a la publicidad engañosa y permisión a la ocurrencia de todo tipo de abusos como son los cobros por vía telefónica durante el día completo incluyendo los sábados, lo que llevó a Pro Consumidor a impugnar la norma de INDOTEL que pretende reglamentar el uso de los servicios públicos de telecomunicaciones para fines de cobro de deudas. En defensa de la ley 358-05, Pro Consumidor impugna mediante un recurso de reconsideración la resolución No.010-16 de INDOTEL que permite el cobro de deudas irrespetando la dignidad del deudor.
d) Cobro de comisiones duplicadas al margen de la ley monetaria y financiera No.183-02 y el reglamento de protección al usuario de los servicios financieros de fecha 23 de abril del 2005; cuando los bancos cobran apenas el 4 o 5% , las empresas de telecomunicaciones cobran el 50%.
Y todas estas actuaciones son permisibles en INDOTEL, que no tiene quien lo inspeccione u observe sus operaciones escandalosa, que golpean y oprimen los derechos de la población consumidora mediante la permisión de facturaciones de telecomunicación al margen de la mencionada ley monetaria y financiera 183-02, haciendo el irrisorio papel de un superintendente tolerante al enriquecimiento ilícito, el papel de una institución que no cumple con los reglamentos de telecomunicaciones y que viola la Constitución de la República en lo que respecta a los derechos del consumidor.
Aquí también vale mencionar a otro organismo obligado a vigilar los derechos del consumidor como lo es, Proconsumidor, pero este es otro capítulo aparte.
Es penoso que los consumidores no tengan protección frente a todas estas realidades en las cuales se delata la ausencia total de controles de precios y el desorden generalizado a los mecanismos que deben entrar en juego incluyendo el organismo oficial de defensa de la competencia, cuyo funcionamiento normal se espera desde hace más de diez años .
Debe ponerse atención, porque es un factor inflacionario y un elemento de enriquecimiento ilícito, el asunto de cobro de intereses y comisiones duplicadas mensualmente y acumulativas irracionalmente de manera sucesiva y mensual; y el usuario no sabe cómo luchar contra estos abusos inmorales y sórdidos, pues un centavo que se cobre de más en cada facturación viene a representar una riqueza extraordinaria para esos monopolios que hemos mencionado más arriba (continuará).
