*(Repetimos: “Con hombres corrompidos no se puede hacer revolución, ni grande, ni chiquita; ni ahora, ni después”. (Juan Bosch).
1.- EL MUNDO SUFRE una pandemia de corrupción a la que escapan muy pocos países. Pablo Iglesias, de Unidos Podemos, en España, le dijo a Mariano Rajoy, el presidente, en pleno parlamento, que si algo sorprende es que todos los corruptos, en cárcel o en proceso, “sean todos vuestros amigos, señoría”, y el que España y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), y por supuesto, el Popular, que es un desprendimiento de la Falange, de Fraga, se han olvidado del “Pacto de la Moncloa”, de 1977, y se han dedicado a robar a la franca.
Primero fue el PSOE, que les prometió a los españoles que no entrarían en la OTAN, pero terminó dirigiéndola con Javier Solana; y la destrucción de Yugoslavia, que hasta bombardearon la embajada de China continental en la capital Serbia, Belgrado. Todo eso lo dirigió Solana. España debe hasta el cuadre de caminar y sobra deuda, mientras el país tiene más millonarios por cabezas que los 200 países, paisitos y ‘paisotes’ del mundo.
Pero su prensa sólo habla de Venezuela, donde todos los niños tienen escuela gratis (en España está el niño pobre que da asco). Y a propósito de Venezuela, los que tienen memoria recordarán de una telenovela antes de Chávez y que Uslar-Pietri llamara a la “Marcha de los pendejos”, que pedía, en tono de son , “que mira bien por dónde camina/ no te distraigas en las esquinas”; y la canción “No basta”, de Franco de Vita, que Yaqui la analizó aquí en su programa con unas ‘especialistas’, que una o dos no sabían ni de lo que hablaban, pues una de ellas decía la canción “Basta” (que ni el título de la canción se la sabía). Esas dos situaciones, que hasta una reina de belleza era la candidata, antes que Chávez lanzara su candidatura, con la mayor intención de votos, y Aristóbulo Isturiz, ganó la alcaldía de Caracas siendo el líder de un partido emergente llamado “Causa R” (Radical).
Cuando llegó el chavismo, Aristóbulo, se le unió y ha sido ministro de varias ramas y vicepresidente, y hoy es una de las figuras principales del gobierno. De todo eso me acuerdo, razón por la que no puedo estar con los enemigos de la revolución, porque en la IV República lo que había era una “robocracia”, como dijo Ricardo del Río (Rius), de México, mientras la mayoría, incluidos unos sobrinos míos y de Osvaldo Santana, el director de El Caribe, vivían en medio de la violencia y el crimen de los barrios.
Los opositores (que hoy ejercen la violencia golpista), vivían como príncipes del petróleo, hasta con una universidad petroquímica donde sólo podían estudiar los hijos de los burócratas de Pedevesa (además tenían 10 aviones DC-10 para viajar pagados por el Estado.
Hay que coger el LP de “Los Guaraguos”, tocado y aplaudido aquí durante los “7 días con el pueblo”, que es un retrato fiel de lo que vivían los pobres en los cerros de Venezuela, y hay que ser “muy pechú”, para estar todos los días reproduciendo los “cárteles de la mentira” contra Venezuela, para que la oligarquía vuelva a “gaviarse”, como decía González Sánchez (Putico), exdiputado y senador del PRSC, hoy embajador en Nicaragua.
Si en Alemania hay un millón que no pueden pagar la energía eléctrica ni pueden “enganchar” a la red como aquí, entonces roguémosle a Dios que nos mande presidentes como Danilo, y que los países de Latinoamérica, busquen formas de saciar las necesidades de sus pueblos porque esta pobreza generalizada no la aguanta nadie sin volverse loco de remate.
Con perdón de papá Pepín, nos conviene más Petrocaribe que la Shell, que es la principal de las “7 Hermanas” y que en Rusia tiene convenios ganar-ganar. ¿Por qué no pagar bien las materias primas de los países pobres en un capitalismo con “rostro humano”, como dijo Juan Pablo II, el Papa?
