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Epistolario íntimo…El camino hacia otro mundo (37)

“Desde el 23 de junio llegué y caí en el trabajo. Sin otros descansos –si lo son- que los innumerables paseos y comidas con los amigos.  La actividad es enorme; todo es mexicanismo, y todo está muy bien.  La ciudad algo deteriorada, pero el espíritu bien.” (Carta de PHU a AR. 29 de julio de 1921, p. 196)

Las impresiones de Pedro Henríquez Ureña y su llegada a México, parecen una fiesta repentina, legible en un tiempo que promete brillo, puesto, base institucional y empresa educativa.  Nuestro intelectual tiene el deseo de contarle a AR su visita a Orizaba y a Veracruz, donde la historia del “maderismo” las juntas del Ateneo de Madrid, los descubrimientos de iglesias viejas, de encajes y otras labores populares en Coajimalpa, Acopila, La Magdalena; la reorganización del Ateneo de México; la llegada de Diego Rivera, la futura de Salomón…” (Vid. pp. 196-197). Otras piezas culturales, artísticas y monumentales cobran valor y significado in praesentia.

“…pero voy a lo que urge: saber si quieres venir o no.  Yo me inclinaba a que no vinieras, pensando en que estarás más contento en España; pero ahora creo que podrías estar a gusto aquí. Opina Pepe que viniendo aquí a trabajar puedes hacerte indispensable y ser ministrable, como él (que es Ministro la semana próxima), pronto. De subsecretario le han puesto a un Sr. Figueroa (compromiso político), así es que sólo puede ofrecerte el puesto de Director del Departamento de Bellas Artes, con $33 diarios de sueldo; a esto se agrega una clase, con $7 diarios. La vida está muy cara, pero podrías economizar algo.” (Ibíd.)

Las circunstancias en las que PHU le escribe ahora a su amigo AR, son, sin embargo, más inciertas, pues como veremos, aquel “reinado” de Vasconcelos tendrá terribles consecuencias para el primero, lo que determinará su salida definitiva de México. Vasconcelos cambiará con sus amigos y su gestión se transformará en una práctica “burocrática” gubernamental autoritaria de corte politiquera, que lo llevará a traicionar las ideas que lo llevaron a su puesto de Ministro de Educación y por las cuales PHU vuelve a México.

“Te guardarán, pues, el puesto de Director de Bellas Artes hasta que decidas, y te esperarán, según creo, hasta fines de año.  Eso sí, si vienes, ve antes a Italia por un mes siquiera.  Es barato y es indispensable.  El libro sobre música que quieres es A. Laviguac, La musique et les musiciens.” (Ibídem.)

Por los encargos que en esta ocasión le hace PHU nos enteramos de que el libro Poesías de Salomé Ureña le  llegó destrozado. Los libros “llegaron destrozados” debido a que “los paquetes de España suelen ser muy malos”. Pero además, le pide a AR que le compre, con su dinero, “unos 20 ó 30 ejemplares de su libro sobre La versificación irregular de la poesía castellana, publicado por la sección de Filología del Centro de Estudios Históricos.

El 15 de noviembre de 1921 PHU le envía un párrafo para presentarle a Daniel Cosío Villegas “Presidente de la Federación de Estudiantes, discípulo de Caso y grande amigo mío.  Como recomendación, creo que basta; y dile que te cuente del Congreso Internacional de Estudiantes”. (Op. cit. p. 198)

En la postdata, sin embargo, corrige la información y le comunica que ahora se tomó otra determinación a propósito del viaje de Cosío Villegas, “pero van tres estudiantes argentinos, muy amigos míos, Pablo Urilland, Arnaldo Orfila y Enrique Dreyzin.  Quiero que tú lo lleves personalmente a ver a Jiménez Fraud. Ya te contarán ellos muchas cosas.  (Ibíd. Loc. cit.)

Por lo que escribe Henríquez Ureña a Reyes, parece ser que las cartas de este último empezaron a llegarle a título de respuestas donde parece que su amigo se queja del excesivo trabajo que tiene y de la Legación.  Los consejos de PHU pretenden convencer a AR de que es inútil lo que él haga en ese tipo de trabajo, pues al fin y al cabo no se lo agradecerán; pero además, la carta, escrita y enviada el 27 de diciembre de 1921, tiene un sustrato político y describe las miserias que se cuecen en el plano del poder político en México:

“He estado recibiendo –al fin- cartas tuyas. ¿Es posible que nunca salgamos de ocupaciones excesivas? Creo que tú al menos, deberás liberarte de ellas y hacer cosas de tu gusto, por ejemplo, tragedias y cuentos.  ¿Qué necesidad hay de que lleves tú todo el peso de la Legación?  No se te agradecerá: Pani es un hombre de caprichos (si vieras cómo está desacreditado y qué trabajo me cuesta convencer a los que no lo conocen, de que es y sobre todo fue, hombre muy inteligente!), y el gobierno tiene que atender a la política”. (Vid. pp. 198-199)

A seguidas PHU le informa sobre la opinión que se tiene en su medio intelectual y en el ambiente cultural a propósito de su persona:

“La opinión de la gente enterada, aquí, es que tú debías ser el Ministro de España; pero no será. Vasconcelos le sugiere a Antonio Villarreal que tome el puesto: el pobre ha caído muy torpemente, con muy poca habilidad, del Ministerio de Agricultura, y la Legación de España sería su salvación económica; pero creo que no la aceptaría sino cuando se convenciera de que su candidatura a la presidencia es un sueño”. (Vid. Loc. cit.)

El encuadre sociopolítico de las dos últimas cartas de PHU dirigida a AR, presenta los signos de una política atravesada por líneas que provocarán más tarde el derrumbe de los principios revolucionarios que le dieron a México aval democrático para su desarrollo como país.  El análisis de este contexto histórico político lo presenta el ensayista Héctor Aguilar Camín en su libro Saldos de la Revolución. Historia y política de México 1910-1968).

El libro de Héctor Aguilar Camín  es la suma de los ensayos y artículos que reúne su autor dedicado a la historia política del México postrevolucionario y sus saldos políticos releídos a partir del fracaso de un modelo de pensamiento político social que se deja interpretar  justo en las “Notas introductorias”, a propósito de la “nueva oleada cavilatoria”.

Aguilar Camín piensa un México distante de una Revolución distante.  La reflexión irónica y agudamente crítica sobre ese México pensado como palimpsesto discurre, transcurre y se explica en su libro como ironía trágica:

“Saldos de la Revolución quiere agregarse esta prolija realidad de lecturas posibles.  Comparte con ellas el origen y la ambición de ofrecer, así sean parciales, sus propias respuestas a las viejas preguntas del presente y el pasado de México”. (Ver, op. cit. p.10)

La carta citada de PHU de fecha 27 de diciembre de 1921 se adelanta a los acontecimientos y es así que el sueño presidencial, sigue siendo en México y en toda la América continental una estructura real-imaginaria de grandes consecuencias.  Los indicios que revelan un presente “crítico”, crean una doxa disidente asumida por nuestro intelectual en un contexto de arrimo y búsqueda.

El camino hacia otro mundo de la vida, resulta de aquellos poderes de la imagen pública y privada que engloba a toda la América continental y que por lo mismo construye otra mirada, otro rostro de la realidad.

About the author

Odalís G. Pérez

Profesor Investigador de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

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