Nacionales Sociedad

Abril, ¡verdades como puños!

Written by Debate Plural

Tony Raful (Listin, 16-5-17)

 

Entre el 26  y el 1ero. de mayo de 1965 se produjeron varios combates y batallas en la ciudad de Santo Domingo, entre fuerzas constitucionalistas y sectores  militares y policiales que respondían al nido golpista de la Base Aérea de San Isidro.

No hubo una sola refriega o  enfrentamiento que fuera ganado por  los golpistas. Ante la llamada “neutralidad sospechosa” que asumió la jefatura de la Policía Nacional frente al conflicto, y las vacilaciones del entonces jefe de esa institución, el general Herman Despradel Brache, los constitucionalistas decidieron la captura de todos los cuarteles policiales de la capital. En apenas 48 horas todos los cuarteles de la policía estuvieron en manos del gobierno constitucionalista.

Cuando los invasores desembarcaron el 28 de abril de 1965, la ciudad entera estaba en poder de los constitucionalistas, con la adhesión de todos los cuarteles militares del interior del país (salvo el de San Juan de la Maguana, cuyo jefe, el coronel Juan Esteban Pérez Guillén, le expresó al coronel Caamaño, vía telefónica, que se mantendría neutral en el conflicto, y que garantizaba que no ejercería ninguna represión contra nadie, palabra que cumplió), habiendo sufrido el Centro de Enseñanzas de las Fuerzas Armadas, una humillante derrota militar el atardecer del 27 de abril.

El 30 de abril se decidió la toma del Palacio de la Policía Nacional, siendo rodeado y asediado por tropas constitucionalistas. Estuvo al punto de rendirse la plana mayor de la Policía, incluso había constituido una comisión para formalizar su entrega, ya que estaban sitiados, sin alimentos, desmoralizados, cuando un contingente invasor los auxilió.

El 29 de abril los constitucionalistas habían tomado la Fortaleza Ozama, apresando a cientos de “cascos blancos” fuerza represiva del corrupto Triunvirato, mientras otros, entre ellos el jefe de la plaza, huía del escenario lanzándose al río Ozama. La toma de la Fortaleza evocó la toma de la Bastilla, de la revolución francesa en 1789 en París. Otro combate significativo se escenificó en  la Comandancia del Puerto de la Marina de Guerra a orilla del malecón y próximo a las edificaciones de las Aduanas, donde luego de  varios combates, los constitucionalistas volvieron a derrotar a las fuerzas leales a los golpistas de San Isidro.

En la calle Peña Batlle casi esquina avenida Máximo Gómez, en la antigua Fábrica de Clavos Enriquillo, un contingente militar opositor a  la constitucionalidad se había apertrechado, negándose a rendirse, pero luego de dos días de encarnizada batalla, los constitucionalistas tomaron la fábrica de clavos, apresando los soldados e incautadas las armas.

Esa era la correlación de fuerzas militares entre el 26 y el 1ero. de mayo de 1965. Uno tiene que reírse  cuando lee a algunos cronistas de aquellos sucesos, presentando un escenario totalmente diferente de lo que sucedió durante aquellos inolvidables, dolorosos y heroicos días. Como “mancha indeleble” sobre la conciencia de la Patria quedará la sumisión de algunos a las tropas invasoras. En la llamada “operación limpieza” de la zona norte  lo que produjo fueron fusilamientos sumarios de jóvenes que eran sacados de sus hogares, sospechosos de ser constitucionalistas, con el andamiaje militar de apoyo de la tropas invasoras.

Y todo fue consumado después de una semana de duros combates, en los cuales  las tropas golpistas no pudieron cruzar la avenida Máximo Gómez. Solamente al agotarse las municiones y el impedimento a las tropas constitucionalistas de atravesar el cordón de la zona de seguridad, pudo facilitarse el retiro de los bravos soldados y combatientes constitucionalistas.   El 16 de mayo de 1965, en horas de la tarde se produjo un amago de combate entre los constitucionalistas dirigidos por el ministro de la Fuerzas Armadas, coronel Manuel R. Montes Arache y el coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, y las tropas acantonadas en el Palacio Nacional, pertenecientes al batallón San Cristóbal, que originalmente apoyaban la constitucionalidad, pero se “viraron” cuando  se produjo la invasión norteamericana.

En apenas una hora de intercambios de disparos, las tropas abandonaron sus posiciones, dejando sus armas desatendidas y corrieron a refugiarse dentro de las edificaciones del Palacio Nacional. Ante esa victoria militar, se decidió tomar el Palacio el 19 de  mayo, pero las tropas invasoras se dispusieron a intervenir para evitar que se produjera la victoria constitucionalista, disparando por las espaldas a los constitucionalistas, salvando de una derrota a los temerosos soldados que ocupaban el Palacio.

Y por último, la batalla del Hotel Matum, el 19 de diciembre de 1965. Cientos de efectivos militares, con tanques de guerras y todo tipo de armamentos, pretendieron aniquilar al estado mayor del gobierno constitucional que presidió el coronel Francisco Caamaño. Durante todo el día no pudieron tomar el hotel Matum. Al final las bajas de las tropas atacantes   superaba el centenar de soldados muertos, tal como se lo confirmó el presidente Héctor García Godoy, al coronel Montes Arache. De parte de los constitucionalistas solo hubo dos bajas, entre ellas la del héroe, coronel Juan María Lora Fernández. Las tropas invasoras impresionadas por la batalla del hotel, decidieron entrometerse para evitar que los constitucionalistas, al anochecer tomaran la ciudad de Santiago, ante la debacle y desmoralización de las tropas derrotadas, y la amplia movilización popular que sacudía entonces el país. Esa es la verdad histórica. Lo demás es inútil intento de adulterar los hechos.

About the author

Debate Plural

Un medio independiente, libre, plural, sin ataduras con empresas o gobiernos; buscando el desarrollo de una conciencia critica, y la verdad que subyace en el correr de la vida nacional e internacional para el empoderamiento del pueblo dominicano en relación con las luchas y reivindicaciones económicas y sociales fundamentales

Leave a Comment