El sistema laboral dominicano se fundamenta en el respeto de los derechos de los trabajadores y las empresas consagrados en el Código de Trabajo establecido en 1992. Sin embargo, los cambios en la dinámica de la economía global y las exigencias que ésta ejerce sobre la economía local ha provocado que algunos derechos consagrados sean vulnerados sin que esto genere alguna sanción.
Consultado al respecto, el experto en material laboral y exvicepresidente de la República, Rafael Alburquerque, sostiene que “de los derechos laborales consagrados en la Constitución y en el Código de Trabajo, el más ignorado y vulnerado es la libertad sindical, ya que las empresas se resisten a la constitución de sindicatos”.
Indica que a nivel individual, la limitación de la jornada de trabajo y el descanso dominical son los derechos más violentados por las empresas dominicanas. Explica que la jornada laboral se extiende y que aunque sólo es admisible hacerlo en circunstancias excepcionales, lo peor es que su prolongación no es acompañada del pago de un salario extraordinario (horas extras), el cual debe ser aumentado en un 35% del valor de la hora normal. Señala, además, que hace ya bastante tiempo que el descanso dominical se ha perdido debido a que el cierre de los comercios los domingos y días feriados es letra muerta en la práctica. “Las exigencias del mundo actual se imponen sobre el derecho a la familia”, afirma.
Otro punto de vista lo tiene el abogado Carlos Hernández Contreras, de la firma Hernández Contreras & Herrera, quien afirma que son las micro, pequeñas y medianas empresas las que incurren en mayor cantidad de violaciones a los derechos de los trabajadores, porque a su juicio “están constreñidas económicamente, por los impuestos, por la competencia en el mercado, porque tratan siempre de buscar ahorro, se escudan en la informalidad y esto los lleva a violar los derechos laborales”.
Hernández refiere que las empresas grandes incurren en pocas violaciones, porque se sostienen bajo un mecanismo de formalidad que les obliga llevar todas sus acciones según las normativas. Apunta que las violaciones que cometen regularmente son por error, desconocimiento o malas prácticas.
Violaciones que generan mayores demandas
Respecto a las violaciones que generan más demandas en los tribunales, Alburquerque señala que el 90% corresponden a terminación del contrato de trabajo. Sostiene que las mismas se generan cuando la empresa ejerce el desahucio o despido, y no cumple con el cálculo de las prestaciones que le corresponde al trabajador, o cuando el trabajador dimite porque entiende que el empleador ha incurrido en una falta.
Carlos Hernández destaca cinco tipo de demanda laboral: por ausentismo y abandono, fraudes y robos, desahucios, demanda de proveedores, igualados e intermediarios, y por dimisión.
Explica que son las grandes empresas las que recurren a las demandas por ausentismo y abandono sobre todo para establecer un precedente y dejar un mensaje claro en sus trabajadores. En el caso de fraudes y robo asegura que existe una alta cantidad de estos casos en los tribunales sometidos por las empresas privadas (grandes y pequeñas).
¿Prosperan las demandas?
Alburquerque y Hernández coinciden en señalar que las demandas prosperan según la consistencia del expediente y de la competencia del abogado que la sustenta. Aseguran que no existen privilegios o componendas en las demandas laborales, contrario a lo que dicen y denuncian tanto los sindicalistas como los empleadores.
“Dependerá de que se prueben ante el juez de trabajo los alegatos de cada parte. Los empleadores se quejan de que pierden la mayor parte de los litigios, pero igual queja se escucha entre los dirigentes sindicales. Demostración palmaria de que el litigio prospera o sucumbe según se logre o no convencer al juez de la legitimidad de la reclamación”, afirma Alburquerque.
Los expertos coinciden en señalar que los tribunales laborales registran importantes avances, aunque la movilidad de los jueces que imparten justicia propicia la pérdida de la experiencia acumulada y esto impide un desenvolvimiento más eficiente. Enfatizan que es necesario reforzar la capacitación para tener verdaderos conciliadores y jueces especializados.
Derechos y Código Laboral
“La fiebre, no está en la sábana”, según Rafael Alburquerque quien señala que al Código de Trabajo se le podrán introducir modificaciones, pero las quejas de los empleadores no cesarán si no se logra un mejor servicio en el Ministerio de Trabajo y en los tribunales de trabajo. Afirma que no es posible alcanzar este objetivo si no se cuenta con un presupuesto suficiente para atender servicios cada día más crecientes. Dice que el Ministerio de Trabajo debe incursionar en programas de lucha contra el trabajo infantil, en seguridad y salud en el trabajo, en estudios del mercado de trabajo, en estadísticas laborales, en una política activa de empleo y trabajo decente.
