El deterioro de las relaciones ruso-estadounidenses, e incluso las especulaciones sobre la posibilidad de una guerra, deben verse en el contexto de la carrera presidencial en Estados Unidos, asegura Christopher Weafer, fundador de la empresa de consultoría Macro-Advisory.
«Ambas partes han manifestado su preocupación por la situación en Siria. Sin embargo, es difícil hacerse una idea exacta de lo que esto significa a largo plazo. Pero todos esperan que sea una parte del diálogo previo a las elecciones y que todo sea más fácil después de ellas», afirmó el experto en una entrevista con Bloomberg.
Weafer también señaló que, mientras que en Occidente crece la inquietud en relación con el deseo de Rusia de modernizar sus Fuerzas Armadas, para el país eslavo es mucho más importante la situación económica. De acuerdo con el analista, los candidatos presidenciales norteamericanos, Donald Trump y Hillary Clinton, deben tener en cuenta que, para Moscú, en esta etapa, es mucho más importante la economía «que, por ejemplo, la geopolítica o el poder global.»
Anteriormente, el analista ruso Fiódor Lukyanov mencionó que la trayectoria de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos siempre ha sido muy inestable y ligada al ciclo electoral, con un agravamiento cada cuatro años. «Para Moscú y Washington no es nuevo hablar en un tono de voz elevado. Sin embargo, el espíritu imperante a día de hoy nos hace recordar las relaciones de otra época muy, muy oscura», subrayó entonces Lukyanov.
Rusia destacó en reiteradas ocasiones que no le interesa la idea del poderío global, sino que defiende los intereses de un mundo multipolar, protege sus intereses nacionales y neutraliza las amenazas a su seguridad.
