El Senado brasileño puso en marcha la fase final del juicio político contra Dilma Rousseff, con acalorados debates y acusaciones entre los senadores que apoyan a la presidenta separada y quienes la acusan del delito de responsabilidad fiscal.
La sesión inicial comenzó a las 09H30 horas en el recinto de la Cámara de Senadores encabezada por el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Ricardo Lewandowski. Los parlamentarios del Partido de los Trabajadores (PT), formación política a la que pertenece Rousseff, presentaron diversas denuncias por irregularidades en el proceso judicial.
Los representantes del PT exigieron la nulidad del proceso argumentado que existían varias irregularidades en el juicio político contra Dilma Rousseff, entre las que se encuentra el período que este debe abarcar.
La Constitución establece 180 días como plazo para llevar adelante el impeachment, pero Dilma Rousseff, es llevada a juicio a poco más de 90 días de iniciado el juicio político.
Gleisi Hoffmann, senadora del PT indicó, “en diversas ocasiones, los derechos de la defensa fueron sustraídos sin considerar que es una presidenta de la República la que está siendo juzgada”, y añadió que el cuerpo legislativo no tiene la moral para juzgar a la presidenta Dilma.
A los argumentos de los senadores del PT, los partidarios de mandatario interino Michel Temer repitieron sus prácticas de insultos, injurias y ataques a sus oponentes, tal como sucedió en la votación del 12 de mayo cuando Dilma Rousseff, fue separada temporalmente de la presidencia de Brasil.
Según el corresponsal de teleSUR, Leonardo Fernandes, los argumentados presentados por los senadores del PT fueron ignorados por el presidente del STF, Ricardo Lewandowski.
El primer día culminó con la declaración de los dos testigos de la parte acusadora Júlio de Oliveira, fiscal del Tribunal de Cuentas de la Unión y el auditor Antonio Carlos Costa D’Ávila Carvalho Júnior, también del TCU, ambos respondieron a las preguntas vinculadas a los asuntos fiscales del gobierno de Rousseff..
Declaran los testigos de Dilma Rousseff
Para este viernes se espera la declaración de los seis testigos de la defensa entre los que se encuentran exfuncionarios del Gobierno de Rousseff y académicos quienes tendrán la labor de demostrar que la mandataria separada no cometió ningún delito. Entre los testigos de la defensa destaca el exministro de economía de Rousseff, Nelson Barbosa.
Se conoció que existen más de un centenar de solicitudes para formular preguntas a los testigos de la defensa mismos, por lo cual se presume que la jornada podría extenderse hasta la madrugada del sábado y probablemente continuar el domingo.
El lunes declara Dilma
Uno de los días más intensos de la fase final del impeachment será el próximo lunes 29 de agosto cuando Dilma Rousseff, asista al Senado a presentar su defensa.
La presidenta separada dispondrá 30 minutos, prorrogables a criterio del titular del Supremo Tribunal Federal Ricardo Lewandowski, para exponer su alegato de defensa, posteriormente cada senador tendrá cinco minutos para interrogar a la mandataria, quien podrá o no responder las preguntas que le formulen.
Seguidamente comenzará la discusión del caso con la intervención de la parte acusadora, la defensa y luego cada uno de los 81 senadores, por un lapso de hasta 10 minutos.
Al finalizar esta etapa, Lewandowski leerá el relatorio con los elementos aportados por las partes, antes de conceder la palabra a dos senadores favorables a la separación definitiva de Rousseff y a dos legisladores favorables a Dilma.
Movilizaciones a favor de Dilma
Numerosas organizaciones sociales y populares que denuncian el golpe de Estado y la ilegitimidad del gobierno de Temer se mantienen movilizados en las cercanías del Senado, los organizadores de las protestas indicaron que permanecerán en vigilia hasta el próximo lunes 29, cuando Dilma se presente para hacer uso de los 30 minutos que se estipulan para su defensa.
Durante el primer dia de la fase final del juicio se registraron en apoyo a Rousseff y en contra del impeachment en varias ciudades de Brasil. El pueblo brasileño se mantiene expectante sobre este proceso que puede virar la historia de la democracia brasileña y continental por los próximos años.
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