Por: Angel Moreta (Autor-Editor)
Después del año 2003, y mucho antes, durante la primera guerra contra Irak, en 1990, al principio de la última década del siglo pasado; y de la segunda guerra contra Irak, a partir del año 2003, la Agencia Central de Investigaciones de los Estados Unidos (CIA), ha intensificado los programas formales sobre apresamientos, detenciones e interrogatorios secretos ilegales.
Desde hace unos años, el gobierno de los Estados Unidos viene preparándose para dar a conocer a la opinión pública un informe secreto relativo a los programas de la Central Intelligent Agent (CIA), en esta materia de persecuciones y espionaje.
No se sabe a ciencia cierta sobre el porcentaje del informe que trata sobre interrogatorios y apresamientos ilegales; pero será publicado; es decir, que el esperado reporte no será abierto al público en su totalidad, sino en una proporción delicada, selectiva y sutil.
El reporte de 150 páginas que ha preparado la CIA, a la fecha de hoy no ha sido dado a conocer a la opinión pública nacional e internacional, siendo que funcionarios del gobierno norteamericano han revisando los documentos, pero la CIA, según informaciones de prensa, ha tratado de determinar la proporción de lo que puede ser divulgado al público y de lo que no puede ser divulgado, todo bajo el imperio de la Ley de Libertad de información, la cual obliga a divulgar documentos secretos después de cierto tiempo, en Estados Unidos.
Existen reportes de que funcionarios de la CIA presionaron en el año 2009, para eliminar y purgar grandes porciones y extensos contenidos de los documentos secretos de referencia. Ha habido, según manifestaciones del funcionario George Little, peleas internas a favor y en contra de las eliminaciones de textos y purgas con la intención de que se publiquen solamente algunos documentos; a esto llaman también “aplicación de la ley de libertad de información”, en los Estados Unidos.
“Revisiones” de textos
Existen también las revisiones de textos, como si se tratara de inquisidores modernos, persecutores de la libertad de información, practicadas por inspectores generales de la Central de Inteligencia (CIA); revisiones que duran a veces mucho tiempo porque son verdaderas depuraciones.
Estos inspectores-inquisidores, cuidan minuciosamente para que no se publiquen ciertas informaciones, guareciéndose ellos en elementos oscuros de la legislación. Los procesos de revisión de textos se parecen al antiguo índex de la Inquisición medieval, como si se tratara del procedimiento criminal inquisitorial objeto de una exposición realizada por Nicolás Eymerik, en el siglo XVIII, en España.
Pero, nos preguntamos: ¿Quién le da a la Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA), el poder de Inquisición, el poder de “revisión de textos”; el poder de vulnerar la ley de información pública?,
Naturalmente, ese poder viene, no de la presidencia de los Estados Unidos, sino del Pentágono, del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y del Departamento de Estado.
Como consecuencia, el señor Barak Obama queda aprisionado entre todos estos poderes imperiales, al margen de la ley, incluyendo los poderes privados, los provenientes del dueño de Fox News, el señor Rupert Murdoch, magnate de los medios de comunicación de los Estados Unidos, que señaló a Obama como un ¨hombre ¨peligroso¨.
Tal situación específica llevó al presidente Hugo Chávez a pronunciarse sobre esta velada amenaza, afirmando que Rupert Murdoch ¨se dedicó a comprar televisoras, cadenas radiales y de TV en el mundo; y por allí ataca a todo aquel que considere un objetivo, a todo aquel que le de la gana.
No hay libertad de expresión en los Fox News. Esas televisoras hacen lo que ellos quieren que se haga. Rupert Murdoch prácticamente declara la guerra al presidente Obama.
La “revisión de textos” cubre actividades diversas dentro de los programas aprobados por la Central de Inteligencia (CIA); e incluye referencias a actuaciones que quedaron fuera de los programas formales.
El mundo espera hoy el reporte de la CIA que supuestamente trata sobre los interrogatorios y apresamientos secretos en Estados Unidos y el mundo, y éste podrá observar multiplicidad de prácticas violatorias de los derechos humanos; de prácticas de torturas que endosan las más crueles expresiones del procedimiento de investigación criminal a nivel planetario.
Están a mano de todos los interesados los informes secretos sobre los prisioneros iraquíes en la cárcel ominosa de Guantánamo y la prisión de Abud Gahri, en Irak, hoy poco mencionada.
Los bombardeos inhumanos y fatales y las masacres perpetradas en Afganistán y Palestina, que constituyen violación de la Carta de las Naciones Unidas y de los Derechos Humanos universales.
Y luego, hipócritamente son estos realizadores de la brutalidad y la barbarie humana los que defienden la democracia, tanto la democracia con comillas como la sin comillas; son estos agentes los que calculan asesinatos, matanzas y genocidios criminales en el mundo.
