Viviendas damnificados
Por: Angel Moreta
La República Bolivariana de Venezuela y el presidente Hugo Chávez, con motivo de los desastres naturales ocurridos el año pasado, prometieron y cumplieron con la entrega de quinientas viviendas para las familias damnificadas. El sábado 06-09-08, decíamos que las autoridades venezolanas y la embajada de ese país en la República Dominicana, que las quinientas viviendas debían ser entregadas a los damnificados en base a criterios de justicia social, equidad y derechos humanos; y que a la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en la República Dominicana debe permitírsele participar de las labores de ponderación, selección y entrega de las viviendas, de modo que la misma se haga de manera justa y ecuánime, sin suspicacias, sin dudas, de la manera más honesta y sincera posible.
El Gobierno Dominicano no debe despreciar la participación de las autoridades de Venezuela en la entrega y donación de dichas viviendas. Hubo un funcionario, Secretario de Estado sin Cartera, que opinó que la entrega de las viviendas debería hacerla exclusivamente el Gobierno Dominicano. Esta última opinión es equivocada e interesada, pues las viviendas deben ir a parar a las manos de las familias que realmente las necesitan, tanto por su condición de pobreza extrema, como por su condición de damnificados. Dijimos que la corrupción en la República Dominicana no iba a perder oportunidad para que más del 50% de las viviendas, fuera entregado a correligionarios, copartidarios, ciudadanos del partido en el poder y ciudadanos recomendados por medio del trafico de influencia. Efectivamente en el día de hoy ha salido a la luz pública la información de que más de 100 viviendas han sido entregadas a personas por recomendación, y que no las necesitan, constituyendo en el día de hoy un escándalo que perjudicará al gobierno dominicano y a las relaciones con la República Bolivariana de Venezuela. El presidente de la República debe intervenir directa y personalmente para una distribución justa de la valiosa donación que ha hecho el hermano país de Venezuela. La corrupción debe ser controlada a su mínima expresión y así poder ganarnos la buena voluntad y solidaridad de países hermanos. El mismo espíritu debe moderar y matizar el convenio Petro-Caribe, para que el Pueblo Dominicano se beneficie de manera efectiva de la solidaridad con nuestro país. Las viviendas deben ser entregadas a los damnificados del Valle del Cibao. Digamos No al tráfico de influencias.
