Unasur
Por: Angel Moreta
El gobierno boliviano, democrático y legítimo, estaba en los planes de derrocamiento de la derecha norteamericana y boliviana. Se trataba de una conspiración contra la democracia boliviana, fundamentada en el odio racial hacia los indígenas y el presidente Evo Morales, quien alcanzó una victoria significativa con el referendo revocatorio del mes de agosto del año 2008.
Parecía que Evo Morales no lograría el 50% de los votos; chocó con una realidad que la derecha no quería aceptar. El presidente Evo Morales ratificó su mandato constitucional alcanzando el 67.4% de los votos, es decir, un 15% más que los que lo llevaron a la presidencia. La derecha boliviana secesionista, oligárquica y conspiradora durante 180 años de la República, solo ha sabido sembrar la pobreza entre la población indígena, pero ahora la victoria de Evo Morales contra los separatistas Estadounidenses y los separatistas criollos, provocó que se tornaran más agresivos y provocadores, ya que el próximo triunfo del gobierno seria la nueva Constitución de la República aprobada por la asamblea constituyente y que seria sometida a un plebiscito universal. Evo Morales alcanzó en el referéndum un 15% más de los votos que lo llevaron a la presidencia; para el plebiscito las expectativas del voto serian mayores de ese 15%. Los secesionistas llegaron a plantear en su práctica política la violencia como única forma de frustrar la democracia boliviana triunfadora, que ha hecho posible la consolidación de un bloque histórico indígena en el poder político de la nación. Fue así que se desarrollaron las violentas agresiones realizadas por paramilitares mercenarios. Las agresivas manifestaciones fueron alimentadas por los secesionistas y separatistas. Lanzaron a la calle el odio racial en defensa de lo viejo, que luchaba por no dejarse vencer. El surgimiento de la reunión de Unasur permitió que los presidentes de América del Sur dieran un contundente apoyo al gobierno constitucional boliviano. Realizaron un llamamiento al dialogo con los separatistas que estuvieran en disposición de dialogar, y además, Brasil y Venezuela anunciaron que intervendrían militarmente en Bolivia en defensa del gobierno de Evo Morales en caso de ser derrocado por los conspiradores. Se trata de un hecho histórico, de profunda significación, en un momento en que se conforma un mundo multipolar y sobreviene la crisis de los EU, que no podría ya intervenir en Bolivia, y de cuya crisis no podrá recuperarse jamás. De este modo fracasaron los secesionistas y fracasó el propósito conspirador de derrocar a los indígenas. Fracasó la secesión en un doble sentido, debido al mal enfoque resultaron derrotados. La democracia boliviana ha triunfado por encima de la conspiración terrorista de la derecha boliviana y norteamericana. Y la democracia constitucional, apoyada por los ejércitos de brasil y Venezuela, no tuvo miedo de los EU ni de los conspiradores.
