Ángel Rafael Tortolero Leal (Kaosenlared, 15-7-20)
Llegó la feria electoral y una mala parte de la oposición sigue celebrando desgracias, invocando invasiones y robando los activos de la patria depositados en la banca internacional.
Mientras tanto, en su fachada «presuntamente democrática», la oposición de la mesita de diálogo reedita viejos relatos y demás fantasías contra la Revolución, el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro y contra el Estado Bolivariano de la V República traída por el Comandante Chávez y expresado en la Constitución de 1999.
Así, empastelada en sus patéticas contradicciones, la dirigencia opositora se presenta dicotómica, bipolar, divida y pulverizada. Sin más proyecto que seguir apostando a la destrucción como primera opción y a la toma del poder por vía electoral como estrategia subalterna, pues si no ganan intentaran arrebatar y desaparecer todo cuanto signifique Socialismos, Bolivariano y Chavismos.
Algo así como lo que intentó hacer la Sra. Añez en Bolivia contra los seguidores de Evo Morales. Tal cual lo está haciendo Lenin Morenos en Ecuador o Bolsonaro en Brasil, con la agravante, que su mayor deseo es ver a las y los Revolucionarios con una braga naranja y en una cárcel clandestina del Imperio más asesino de este siglo: EE.UU.
Muchos pensarán que en la oposición se abre una puerta hacia la democracia con su participación electoral en las venideras elecciones parlamentarias, pero hasta ahora la pretendida «oposición democrática» no marca distancia de los desmanes que hace su sector más radical (ladrón, guerrerista y apátrida) el cual sigue jugando a la devastación de toda institucionalidad con el fin de preservar los altos beneficio económicos que han logrado en complicidad con la ultraderecha yanquis y sus arrastrados aliados.
Por ello no convencen a nadie, y el pueblo que no es tonto, percibe su discursito como un chiclets masticado con el que la dirigencia opositora, rumen las mismas disonantes premisas de siempre, por ejemplo: en Venezuela hay una dictadura que hace elecciones. El 90% de los venezolanos están en contra del Chavismo. El «libre mercado y la inversión extranjera» traerá prosperidad.
Mentiras más o mentiras menos, los relatos oposicionistas lucen por su vacuidad y con ese referente, hasta se atreven a describir las consecuencias, o sea, los padecimientos que estamos viviendo todos los venezolanos; evadiendo las causas que ellos producen y de la cual son los únicos responsables.
Una simple mirada basta, tenemos un bloqueo financiero pedido por ellos, no podemos comprar ni medicinas, ni alimentos, y cualquier gestión alternativa para suplir las necesidades del país, son saboteadas o encapsuladas en difamación e injuria contra el gobierno y sus aliados principales.
El discursito patético de la oposición, aunque no convence a nadie, no deja de ser peligroso a los fines de un sincero entendimiento entre las fuerzas políticas que lo componen y menos aún tributa, al desarrollo civilizado de las contradicciones propias de nuestra sociedad participativa y protagónica.
Lo lamento por los crédulos de la oposición, pero esa gente que dice dirigirlos, por su praxis de terror continuado, están desnudos, se les ve el bojote, la ambición y las ansias de poder en detrimento de las mayorías.
La Revolución seguirá andando, profundizando el socialismo y para desgracia de sus detractores, garantizando la paz y la democracia.
En Venezuela estamos viviendo momento muy difíciles, cargados de precariedades económicas, incoherencias políticas opositoras, sabotajes paramilitares, pero el pueblo sabe que cuenta con el Gobierno Bolivariano, Revolucionario, Socialista y Chavista que dirige el Presidente Nicolás Maduro Moros el cual nunca los abandonará.
El 6D, ganaremos y ojalá la oposición , acepte los resultados. Tenemos patria y si no me creen pregúntele a los que están volviendo.
