In crescendo el desempleo y la pobreza con Macri de Presidente, aplican capitalismo salvaje. Su proceder ha sido caldo de cultivo al resultado electoral de las PASO, al posicionar a Alberto Fernández para la Presidencia en la cita de Octubre 2019, esperanza de justicia en Argentina, y retornar junto a Cristina Kirchner en la Vicepresidencia, a las bondades del socialismo peronista antiimperialista, atacado como lo es en Venezuela el socialismo siglo XXI. Un compendio de salvajadas mercantilistas de la democracia representativa mendaz, alcahueteada por el capitalismo incongruente.
Bajo el “Frente de Todos”, después de las tradicionales elecciones primarias con notable asistencia esta vez, quedó claro que el colectivo entiende la labor de los Kirchner. Tuvieron el sueldo mínimo en dólares más alto de América Latina, y esa realidad cambió al arribo de la derecha pitiyanqui con pésimas políticas que dispararon la inflación, incentivaron la mega devaluación y llevaron del primero al octavo puesto las pagas del asalariado argentino. Todo sin ser ferozmente atacado ese Presidente.
Las campañas contra Venezuela en Argentina y otros países para decir que no voten por la izquierda, nos presentan acciones xenófobas. Una mujer se negó a pagar la factura a un venezolano, quien le realizó un servicio de taxi, gritándole. “Eres de Venezuela, eres un muerto de hambre”, excusa para no pagar, mientras que el joven le respondía, “yo estoy trabajando yo no la estoy robando”. No solo en Argentina, pues hay numerosos malos ejemplos de maltratos a compatriotas, sobre los que debemos estar alerta.
En Cúcuta un artista venezolano murió porque le negaron atención en varios hospitales cuando le sobrevino una peritonitis. O lo sucedido en Perú con el muchacho de 20 años a quien no lo atendieron por ser venezolano, su hermano luego de primeros auxilios lo regresó a Venezuela, lastimosamente fue tarde y falleció en el Hospital Vargas en Caracas. Venezolanas asesinadas en México, Perú y Colombia por tipos machistas, las trabajadoras insultadas en una tienda en Ecuador por dos señoras que les gritaron “venezolanas escoria váyanse de este país”.
Sin embargo en esta tierra de gracia y hospitalidad prosigue inalterable la hermandad, y continuará porque así somos, no corremos a colombianos como en Bogotá a una familia de padres nacidos en Colombia, que vivieron 23 años en Venezuela y hace dos se mudaron a territorio colombiano. Fueron agredidos con botellas y palos, y les escribieron en una pared de la casa “Fuera venecos piojosos drogueros, váyanse del barrio”. No respetan que estamos imbricados con la unión matrimonial de millones, con descendencia colombo venezolana o venezolano colombiana.
