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Trump: su cerebro y sus mentiras (4)

Si Trump es Racista: ¿Qué Modalidad de Racismo se Puede Aplicar a Trump? 

 

En más de las mil (1,000)  mentiras de Trump reportadas por el Washington Post, la más difícil de probar es  cuando Trump dijo en 30 de Julio en patio de la White House (Casa Blanca) “’I am the least racist person anywhere in the world” (Yo soy la persona menos racista en cualquier parte del mundo). Trump dijo eso en respuesta a sus  ataques al diputado Democrático  que representa a la ciudad de Baltimore, estado de  Maryland, Elijah Cummings  y el cual es americano-africano o negro. Entre otros ataques a Cummings, Trump ha dicho que Cummings nada ha hecho para resolver los problemas sociales en su distrito (Baltimore) infectado por ratas y también acuso a Cummings de robarse el dinero que ese distrito ha recibido del gobierno  federal. Es importante observar que Cummings es  entre los diputados en el  Congreso de los EE.UU en descuerdo con la manera como Trump ha estado tratando el problema de la inmigración  en ese país y, particularmente, el mal tratamiento que el gobierno de Trump ha dado a los  niños inmigrantes.

Trump también ha sido acusado de ser un presidente racista debido a sus ataques a cuatro mujeres representando el partido Democrático en el Congreso de los EE.UU. Ellas son Alexandria Ocasio-Cortez (Latina), Ayanna Pressley (americana-africana, o negra), Rashida Tlaib (palestina-americana), y Ilhan Omar (negra y una inmigrante de Somalia). Detalles sobre esos ataques de Trump a esas cuatro congresistas están en mis artículos No. 1, 2, 3 publicado en Debate Plural el 15, 17, y 22 de julio del 2019, respectivamente.   Durante esos ataques, Trump fue acusado de ser racista por miembros de su propio partido (Republicano, ver mi artículo No. 2 en Debata Plural), pero Trump nuevamente negó ser racista.  De acuerdo a Trump, sus ataques a esas mujeres tienen la meta de alerta al público en los EE.UU que esas cuatro mujeres “son gente que odian nuestro país…creo que con pasión” (tweet de Trump de fecha 15 de julio).

Es importante observar que el Washington Post no ha clasificado la negación de Trump de ser racista entre las mentiras de Trump. La razón de esto es que es muy difícil determinar si una persona (incluyendo a Trump) está o no está mintiendo cuando dices que no es racista. En este contexto, la mentira se establece en base a dos procesos. Primero, otros en la comunidad consideran que la conducta verbal de una persona en particular es racista cuando esa persona verbaliza su opinión en relación a un tema de interés en esa comunidad. Por ejemplo, como ya lo observé en la parte No. 2 de esta serie de comentarios, Mike Turner (un republicano representando al estado de Ohio en el congreso de los EE.UU) está de acuerdo que los ataques de Trump a esas cuatro congresistas son ejemplos de racismo en la conducta verbal de Trump. Esto significa que para ese congresista Trump mintió cuando él dijo el 30 de julio en el patio de la Casa Blanca “Yo soy la persona menos racista en cualquier parte del mundo”.

La segunda manera de clasificar la conducta verbal de una persona (ej., Trump) como una mentira en el contexto del racismo es mediante una encuesta a nivel nacional y en la cual  miembros de esa comunidad pueden expresar su opinión en relación al tema bajo discusión. Los resultados de esa encuesta de seguro que incluirán personas respondiendo que la persona en cuestión (ej., Trump) es racista mientras que otros responderán que esa persona no es racista. Esos resultados son esperados cuando la encuesta incluye personas que apoyan la conducta verbal del individual en consideración versus personas que no apoyan esa conducta.   Por ejemplo, en una encuesta publicada por Ariel Edwards-Levy en el HUFFPOST el 19 de julio de 2019, la primera pregunta fue “¿Cree usted  que el Presidente Trump es o no es racista?” Los resultados fueron como sigue: (1) en el total de personas respondiendo a esta pregunta la mitad (50%) dijo que Trump es racista, el 35% dijo que él no es racista, y el 15% respondió no estar seguro. (2) Cuando la misma pregunta fue analizada en términos de las personas que votaron por Hillary Clinton versus Trump en las elecciones nacionales del 2016 en los EE.UU, el 92%  de los que poyaron a Clinton respondieron que Trump es racista, mientras que el 88% de los que votaron por Trump dijeron que Trump no es racista. (3) Entre las personas que no votaron en esas elecciones o pertenecían a un tercer partido (esto es, no republicanos o democráticos), 49% dijeron que Trump es racista y el 22% respondió que Trump no es racista.  Esos resultados demuestra que en la muestra general (50%), en la muestra de Clinton (92%), y en el grupo de los que no votaron o de un tercer partido (49%) Trump miente cuando el dices que no es racista; pero para las personas que apoyan a Trump (88%) Trump no es un mentiroso en este contexto. Estos y otros resultados están en el enlace https://www.aol.com/article/news/2019/07/19/about-90-of-trump-voters-say-he-isnt-a-racist/23773381/.

Si Trump es racista: ¿Que modalidad de racismo se puede aplicar a Trump? Okun (1996) define “racismo” en términos de “prejuicio racial y discriminación usados para la ventaja de una raza y la desventaja de otras razas” (p. 210). Diferentes modalidades de racismo han sido identificadas en la literatura con énfasis en variables culturales. Tres  ejemplos de modalidades de racismo incluyen individual, cultural, e institucional racismo (ver a Paniagua, 2018, pp.375-376). En el caso del  racismo individual, un blanco-americano, por ejemplo, acosa las personas identificadas como americano-africano o negro o Latino/a.  Cuando los niños, adolescente, y adultos  en las comunidades afro-americana, Latina, Japonesa, China, Árabe, etc., le dicen que ellos son inferiores a la cultura dominante (ej., los Blancos-Americanos), menos inteligentes, y más a riesgos de ser violentos y encarcelados, esto es un ejemplo del racismo cultural. En el caso del racismo institucional, un individual reporta que ha sido marginalizado o discriminado en los sistemas sociales (ej., en el trabajo, en la escuela, en el recibimiento de tratamientos en hospitales públicos o privados, renta de condominios, etc.).  Por ejemplo, un análisis a la frecuencia de promoción en la compañía X muestra que los Latinos/as son promovidos en una frecuencia mucho más baja en comparación a los blancos-americanos en la misma compañía. Otro ejemplo del racismo institucional es cuando el dueño de un condominio se entera que la persona que quiere rentarlo es un Latino/a, y entonces dice que “ya el condómino se rentó”, debido a que ese dueño no quiere rentar su condominio a los Latinos/as.

En el caso de Trump, si él es racista en términos del análisis anterior (esto es, la opinión de ese congresista republicano y esa encuesta), Trump es racista en términos de la definición del racismo individual. La conducta acosadora de Trump en contra de la congresista Latina (Ocasio-Cortez), la Americana-Africana o negra (Pressley), la Palestina-Americana (Tlaib),  la negra de Somalia  (Omar), y Cummings (el congresista Americano-Africano o negro), es una conducta que ejemplifica el racismo individual en el caso de Trump.

Bibliografía       

Okun, B. F. (1996).  Understanding diverse families: What practitioners need to Know. New York, NY:             Guilford Press.

Paniagua, F. A. (2018). Informed parents, healthy kids: Information you need to know to find the right     mental health practitioner. New York, NY: Nova Science Publishers.

 

About the author

Freddy A. Paniagua

Profesor (retirado) y actualmente profesor adjunto en la Escuela de Medicina de la Universidad de Texas, Galveston, Texas, USA; con la maestria y doctorado (Ph.D.) de la Universidad de Kansas y postdoctorado de la Escuela de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins, USA. Es miembro honorífico (Fellow) y de por vida en la Asociación Americana de Psicología, con más de 50 articulos en revistas cientificas, y ocho libros con tres utilizados en programa de maestria y doctorado en los Estados Unidos y otros paises.

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