Teófilo Santaella (Kaosenlared, 12-6-19)
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Los ataques contra líderes del chavismo, no tienen límites. Recientemente en las redes sociales se han difundido informaciones tendenciosas a cerca de la joven hija del líder del PSUV, Diosdado Cabello. Se esparció, como arroz, que Daniela y el cantante Omar Acero se habían casado en Los Roques, donde se habían gastado la cantidad de 16 millones de dólares. Resultó ser una mentira del tamaño del cielo. No ha habido matrimonio, por lo cual nada se ha celebrado, y menos gastado esa millonada. Es una muestra de la desesperación de la derecha nacional, por la frustración que sufren por no poder desplazar del poder a Nicolás Maduro, y menos a las fuerzas de izquierdas. Hay que estar mosca, pues, estos mediocres, con pretensiones inconfesables podrían iniciar de un momento a otro, los atentados contra altos dirigentes del chavismo, y contra personalidades ligadas al proceso que lidera el jefe de Estado. Con esto no trato de defender a Daniela, ella cuenta con suficientes herramientas para defenderse. Tomo el ejemplo de su caso para mostrar como la canalla no respeta a la familia, así se trate de una dama.
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Juan Guaidó, sigue campante, de un lado hacia otro. Mientras continua haciéndole daño a Venezuela, haciendo de comparsa a los enemigos de Maduro, anidados en la Casa Blanca. No esconde su apetencia por el por el dinero fácil, y la buena vida, tal como descaradamente lo muestra su esposa. Mientras tanto el gobierno está manos arriba, debido, particularmente, por no haberlo puesto preso desde el mismo acto de autoproclamación. Los errores se pagan caros. ¿De quién sería la idea de no tocar a este sujeto? ¡Qué pena y que dolor para el país! Por cierto, malas noticias para Guaidó. Resulta que los «apostadores del sitio web Predicctlt, especializado en predecir asuntos relacionados con la política y las finanzas, divulgo unos datos que le permite asegurar que Maduro estaría, vivito y coleando, mandando hasta el 2020… ¿Qué les parece? Para terminar con este episodio, una frase que podría ser enviada por Pompeo a Guaidó: «El que quiere ser águila que vuele, el que quiere ser gusano que se arrastre, ¡Pero que no grite cuándo lo pisoteen!».
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¿Qué pasa en la FANB? ¿Qué hay de cierto del rumor de centenares de deserciones? ¿A qué obedecen las supuestas solicitudes de bajas? ¿Sera que los sueldos no les alcanza para comer, por el alto costo de la vida? ¿Los descontentos en el seno del sector castrense, por la crisis que no ha podido controlar el gobierno? ¿O por las dos cosas? Nadie sabe, a ciencia cierta qué es lo que podría estar pasando. Sólo los altos mandos, podrían saberlo. En todo caso, sea verdad o mentira, el jefe del Estado debería estar al tanto de estos rumores, de los cuales se aprovecha el autoproclamado. Hace días dijo: «Se van a hundir con el dictador…». Luego, recientemente, señaló que tenían a los militares «bebiendo agua en sus manos», e integrándose a su «Operación Libertad». Como nos tiene acostumbrado desde hace rato, este personaje miente descaradamente a cada instante, para mantener la confianza de Trump y su pandilla, vigente, y seguir cogiéndose el dinero que produce Citgo, y otra empresa con sede en Colombia. ¿Por culpa de quien anda suelto este loco, jodiendo a su país? Por culpa de la impunidad, como producto del miedo para actuar, como se actuó contra otros, incluido, Edgar Zambrano.
