Misión Verdad (11-6-19)
Los medios corporativos han retomado la campaña sobre el «éxodo venezolano» una vez que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) presentaron una nueva cifra de migrantes y refugiados totalmente escandalosa.
Según estas agencias, existirían más de 4 millones de venezolanos fuera del país, posicionándolo como un fenómeno migratorio excepcional en la región. De esta cantidad, 3.3 millones estarían disgregados en 16 países de Latinoamérica y el Caribe, siendo Colombia (1.3 millones), Perú (768 mil), Chile (288 mil) y Ecuador (263 mil), los países con mayores cantidades.
Anterior a estas cifras, ACNUR había anunciado a mediados de febrero que 3.4 millones de personas estaban fuera de Venezuela. En diciembre del año pasado «proyectaron» que en 2019 ascendería a 5 millones de migrantes y refugiados, lo que impactaría sobrecargando las capacidades institucionales y financieras de los países receptores.
El manejo de este balance surgió luego del Proceso de Quito, reunión efectuada por los países del Grupo de Lima en septiembre de 2018 y que trajo como respuesta de acción a la «crisis migratoria» un Plan de Respuesta Regional Humanitario para Refugiados y Migrantes (RMRP, por sus siglas en inglés) dirigido a 2 millones de venezolanos y 580 mil personas en comunidades de acogida en 16 países.
Basándose en el supuesto de que seguirá prevaleciendo este flujo migratorio, se determinó que para atender las necesidades de los venezolanos en el exterior era necesario desembolsar la cantidad de 737 millones 611 mil dólares, que sería distribuida a 95 organizaciones asociadas, entre gobiernos, iglesias y organizaciones civiles. Más de 300 millones de ese dinero estarían destinados a Colombia.
El informe, que narra al detalle los problemas que están enfrentando las naciones latinoamericanas para abordar los requerimientos de migrantes venezolanos que requieren algún tipo de asistencia, es un llamamiento encabezado por el enviado especial de ACNUR y la OIM Eduardo Stein, a los países desarrollados e instituciones financieras internacionales para que aumenten la cantidad de inversión en «operaciones humanitarias», siendo que solo está cubierto hasta ahora en un 21%.
Individualmente, los países hacen valoraciones presupuestarias sobre los fondos que demandan. Colombia determinó que debe destinar el 0.5% de su PIB para atender la llegada de venezolanos, esto se traduce en 1 millón 500 mil dólares anuales. Por su parte, Ecuador demanda 550 millones de dólares para sus planes hasta 2021.
PROYECCIONES TENDENCIOSAS PARA ELEVAR LAS APUESTAS AL ÉXODO
La estimación que la ONU hace de 5 millones de migrantes venezolanos es complaciente con las alarmas reactivadas por actores internacionales para instrumentalizar políticamente el movimiento migratorio en la región.
La reaparición de la embajadora de ACNUR Angelina Jolie, ahora en la frontera colombo-venezolana es una muestra del enfoque mediático implementado. Los esfuerzos están dirigidos a retomar la visión de un éxodo masivo de venezolanos que estarían colapsando a los países latinoamericanos, razón suficiente para recibir recursos financieros extraordinarios a los que ya han recibido en los últimos dos años, como denunció el canciller venezolano Jorge Arreaza.