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Danilo Medina apoya el golpe de Estado de EU en Venezuela

Written by Angel Moreta

Por: Angel Moreta (Autor-Editor)

El presidente Danilo Medina, se encuentra actualmente arrodillado a las políticas y a los intereses del capitalismo y de los grupos hegemónicos del gobierno de los Estados Unidos.

EU le tumbó el pulso fácilmente al presidente dominicano, ya que éste pretende presentarse a elecciones nacionales para un tercer ejercicio “democrático” en 2020.

Al votar negativamente en el Consejo Permanente de la OEA a favor de la triple alianza: EU, Almagro y la oposición venezolana, pasó a asociarse con las operaciones conspirativas en contra de un gobierno legítimo y de un gobernante electo por el pueblo de manera democrática.

La diplomacia dominicana votó en la OEA contra la legitimidad de un gobernante legítimo, abriendo un capitulo sombrío en las relaciones con Venezuela.

La votación niega lo que han sido relaciones económicas favorables a la República Dominicana. Hay que recordar que la diplomacia dominicana votó el 5 de julio del año 2018 en favor de una resolución de la OEA que desconoció las últimas elecciones presidenciales  en Venezuela. Se trató de un voto aventurero, desleal, ingrato y bárbaro.

En esa ocasión la diplomacia haitiana tuvo el coraje de rechazar las presiones del Departamento de Estado y del vicepresidente Mike Pence, personaje totalmente ignorante de los problemas de América Latina, absteniéndose en esa ocasión de votar por el desconocimiento de las elecciones del 20 de mayo en Venezuela.

República Dominicana votó a favor del desconocimiento de la legitimidad del presidente reelecto en unas elecciones transparentes, conjuntamente con gobiernos como: la Argentina de Macri; Bahamas neocolonial; el Brasil de Bolsonaro; el Canadá siempre vacilante u confuso; el Chile oligárquico; con el Ecuador del desleal Lenin Moreno; con los Estados Unidos imperialistas; Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, con la oligarquía panameña; con la tremebunda oligarquía paraguaya; con la corrupta oligarquía colombiana, criminal, indolente y miserable; con el sistema corrupto del Perú, y arrastradas a este infierno la República de Haití y la República Dominicana.

En reuniones convocadas por el títere Luis Almagro, con la mano escondida de los EU y con el fin de aplicar la llamada Carta Democrática de la OEA contra Venezuela, el siniestro escenario no logró triunfar en contra de Venezuela, es decir, no lograron mayoría para condenar al país bolivariano.

Las presiones aumentaron entonces en contra de Haití y República Dominicana, y el Almagro de la OEA, Mike Pence; y Trump, se empeñaron en arrastrar a estos dos países caribeños en contra de la legitimidad de las elecciones que llevaron al triunfo de Nicolás Maduro en las últimas elecciones venezolanas.

En la última reunión del Consejo Permanente de la OEA, mantuvieron su voto de abstención: Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, El Salvador, México, St. Kitts y Nevise; Trinidad y Tobago; y Uruguay. Al no votar en contra de Venezuela mantuvieron su lealtad, dignidad y agradecimiento al proceso bolivariano que comenzó en el 1999.

En ese infierno votaron a favor del pentagrama de los EU y Almagro, 19 países, de los cuales 6 en contra, 8 abstenciones y 1 ausencia.

No hay dudas de que tanto Haití como República Dominicana dieron su brazo a torcer y renegaron de la paz y del derecho internacional, dándole la espalda a Venezuela, y apoyando un golpe de Estado que se encuentra actualmente en proceso.

Por eso es que decimos que República Dominicana al votar contra la legitimidad del presidente Nicolás Maduro, votó también a favor del golpe de Estado, lo que es algo insólito, tanto por la lealtad que el gobierno dominicano debe a Venezuela como por la traición a un presidente constitucional electo en elecciones transparentes y apoyado por más de cinco millones de venezolanos.

La posición dudosa asumida por República Dominicana en contra de Venezuela traerá un enfriamiento de las relaciones diplomáticas con una nación hermana, que ha prestado graciosamente muchos servicios y ventajas, algunos de ellos humanitarios por su contenido de solidaridad.

El voto negativo de República Dominicana ante el Consejo Permanente de la OEA, de no reconocer la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, señala claramente que el presidente Danilo Medina incurre en contradicción con sus posiciones anteriores, pues se suma ciegamente a la conspiración de los EU, mediante la cual se hace el desentendido con la preparación del golpe de Estado que actualmente está en movimiento en la hermana nación.

Algunos intelectuales oportunistas como un tal Nelson Báez Espinal, dominicano que busca “oportunidades” de inserción en las altas esferas del gobierno dominicano, con la intención de ponerse al servicio de las troikas palaciegas que rodean al presidente Danilo Medina, y que trabaja desde los Estados Unidos, coinciden en señalar como positivo y acertado el voto dominicano dado en el “Ministerio de Colonias”, expresión del canciller cubano Raúl Roa para referirse a la OEA. Lo que indica que son intelectuales entregados a una visión interesada de América Latina y del Caribe, y que todavía creen en una doctrina desplazada y denigrante como la contenida en la frase de Thomas Monroe: “América es para los americanos”; y los americanos son los EU, nación de gobiernos imperiales en todo el orbe terrestre, que se considera poseedora de un “destino manifiesto” privilegiado y providencial en el mundo, y que maneja a los gobiernos de América Latina y El Caribe como títeres y paniaguados.

El enfriamiento de las relaciones será evidente después del voto dominicano, aunque en el corto plazo no se observa un rompimiento diplomático inmediato, pero si una coyuntura en la cual se disminuirán los movimientos económicos entre los dos Estados.

En efecto, el voto negativo del gobierno de Danilo Medina para complacer al imperio norteamericano está vinculado con el proceso reeleccionista venidero en 2020, y en la estrategia de no ofender las políticas norteamericanas en la región del Caribe. Se trata de un pragmatismo malicioso y entreguista, pues la resolución emanada de la sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, que adoptó una postura que sienta un peligroso precedente en América Latina.

El gobierno de Danilo Medina está muy confiado en que el gobierno dominicano podrá comprar el 49 por ciento del capital accionario de Venezuela en la Refinería Dominicana de Petróleo con el capital de China Continental, pero tremenda operación sería oportunista en cuanto al gobierno chino y muy optimista en cuanto a República Dominicana, y en ambos casos, moralmente desalentador y desalmado.

Pero el imperio, hoy en decadencia frente a un mundo multipolar, no dudará en ningún momento ni circunstancia, si tiene que darle un golpe en cualquier coyuntura a la República Dominicana en relación a la vigencia del DR-CAFTA, es decir, el tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana.

Que se prepare el gobierno de Danilo Medina para la respuesta que podrá darle Trump en el caso del DR-CAFTA, pues el gobierno imperialista de EU, actúa siempre frente a ellos de acuerdo con sus intereses, sin agradecimiento de ninguna especie.

La diplomacia dominicana con su voto negativo contra Venezuela acaba de violar los principios de autodeterminación, de soberanía de cada país, de solidaridad con todos los pueblos del mundo.

República Dominicana no tuvo agradecimiento con las gracias de Petrocaribe, y abandonó a un país en dificultades y bajo agresión imperialista, para sumarse a la desestabilización, al injerensismo  y a la agresión imperial.

Ni siquiera tuvo valor para votar abstención en la OEA y decirle al grosero Trump: “no podemos votar contra Venezuela, preferimos la abstención”. Al desconocer la legitimidad de un presidente legítimo, República Dominicana se presta para el golpe de Estado en ese hermano país, se presta para la traición al apoyar la guerra civil en Venezuela, se presta para que la sangre del pueblo venezolano corra por las cunetas; se presta para el saqueo y el robo de la riqueza petrolera de la cual tanto se han beneficiado los gobiernos neoliberales del PRI mexicano en República Dominicana, que es el llamado partido de la “liberación” dominicana.

Ingratitud porque las troikas corruptas dominicanas se aprovecharon del petróleo y de la riqueza de Venezuela; ingratitud al no apreciar que Venezuela le vendió la deuda petrolera por la mitad de su valor, y el gobierno de Danilo Medina le responde con el descaro y la desfachatez de la deslealtad.

About the author

Angel Moreta

Angel Moreta, jurista, sociólogo, y filósofo; Profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), República Dominicana, Autor-Editor de Debateplural.

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