Kaosenlared (13-5-19)
El sábado 10 de mayo, un oficial superior del Servicio Secreto le indicó a los uniformados que iban a sustituirlos frente a la embajada de Venezuela en Washington: «en este lado de la calle están las personas pro Guaidó, que esencialmente son del gobierno de Estados Unidos. Al otro lado están los manifestantes contra la guerra, pagados por Rusia o lo que sea».
El día anterior, los mismos uniformados fueron filmados cuando golpearon al director de Vetaranos por la Paz, Gerry Condon, luego de ser arrestado por intentar lanzar un pepino para los 15 activistas que defienden la embajada. Al igual que había ocurrido la semana pasada con la codirectora de Codepink, Ariel Gold, Condon fue acusado de lanzar un proyectil hacia dentro de la embajada y rápidamente fue liberado.
Sin embargo, el vídeo del arrestro del hombre de 72 años dio la vuelta al mundo, y hasta el fundador de Pink Floyd, Roger Waters, le dedicó uno de sus vídeos de denuncias contra la intervención en Venezuela.
En ese mismo lapso, The New York Times y Vice, entre otros medios, publicaron distintas piezas demonizando a los activistas anti guerra como «radicales de izquierda» y «ocupantes ilegales» de la embajada de Venezuela, a pesar de que según la Convención de Viena todas las sedes diplomáticas son territorios inviolables que deben ser resguardados por el país de acogida.
EL CONFLICTO POR LA EMBAJADA Y LA VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS
El 30 de abril, en el contexto del fallido golpe, el representante de Guaidó en Estados Unidos, Carlos Vecchio, intentó sin éxito tomar la embajada debido a una «escasa participación a su favor y una demostración sorprendemente fuerte de quienes apoyan la defensa de la embajada», según Pat Elder, una de las activistas que permaneció durante esos días en la sede diplomática.
Unos pocos días después, la abogada Mara Verheyden-Hilliard, defensora del Colectivo de Protección de la Embajada, escribió una carta al Servicio Secreto donde advirtió: «En este momento, la turba violenta que ha permitido cometer continuamente actos de violencia contra personas y bienes en la embajada de Venezuela está trabajando activamente para destruir las puertas, mientras sus oficiales dan permiso para el asalto y se niegan explícitamente a intervenir. Como saben, sus oficiales han sido testigos, los miembros de esta multitud atacaron físicamente y amenazaron de muerte a los activistas por la paz que están dentro y alrededor de la embajada».
Durante esos días, fue retratado con extrema crudeza como los militantes de la oposición hostigaron a los integrantes del Colectivo de Protección de la Embajada, e incluso amenazaron a la periodista de Telesur, Alina Duarte, quien en este contexto publicó fotos de como la puerta de su apartamento en Washington había sido forzada.
Algunos de los vídeos más fuertes, además, muestran cómo los antichavistas destruyeron las cámaras de la embajada, agredieron activistas que intentaron enviar alimentos hacia dentro de la sede, y hostigaron con sirenas las conferencias de prensa de los miembros de la coalición anti guerra, conformada por Codepink, Black Power, Veteranos por la Paz y Answer Coalition, entre otros muchos grupos.
Según Pat Leder, los activistas estadounidenses han sido expuestos a «una campaña de operaciones psicológicas implacable (psy-ops) orquestada por el gobierno de Estados Unidos para expulsar a activistas por la paz» como ella de la embajada. En un artículo, Leder describió, por otro lado, como un hombre de unos 55 años con chaqueta militar acampó junto con las activistas , y unos días después, luego de escribir varias anotaciones en un bloc de notas, organizó la operación de asedio contra la embajada.
«La primera línea de ataque en esta campaña militar fue con sirenas de emergencia. A cuatro de estos dispositivos torturadores se les permitió sonar a cada lado del edificio, con la intensidad de una ambulancia. El segundo asalto usó latas neumáticas que emiten un ruido increíblemente fuerte y penetrante que se escucha a menudo después de anotar los touchdowns en los partidos de fútbol americano de la escuela secundaria. Nos apuntaban con sus detonadores cuando mirábamos por la ventana. Varios de estos han sido empleados continuamente desde la visita de Vecchio. Vi una caja llena de estos dispositivos en los terrenos de la embajada», escribió Leder en un artículo sobre esta operación en la que los antichavistas se organizaron en turnos bajo la mirada permisiva del Servicio Secreto, quien al día de hoy todavía no ha detenido a un solo de éstos por agredir a los activistas por la paz.
Como respuesta, los integrantes del Colectivo de Protección de la Embajada fortalecieron las resistencias de puertas y ventanas con tornillos de cuatro pulgadas e improvisadas mejoras de seguridad. Hasta que el miércoles siete de mayo, Vecchio anunció en un tuit: «A los invasores de nuestra Embajada que defienden cómodamente al régimen usurpador, hemos decidido darles un poco de la experiencia de vivir en Venezuela bajo el socialismo fracasado de Maduro. A partir de este momento no tendrán energía eléctrica. Próximo paso: su salida».
Así fue que la empresa eléctrica Pepco cortó el suministro eléctrico por pedido de Vecchio, pese a que la factura estaba paga hasta finales de mayo. A esto se le sumó la decisión de la compañía Dc Water de quitar el servicio de agua por lo que los activistas ahora han desarrollado un sistema para recoger agua de lluvia en el techo de la embajada.
Suiza, se haga cargo de resguardar la sede diplomática.
De esta forma, el Servicio Secreto de Estados Unidos, junto con los militantes antichavistas, aplican la misma suspensión de derechos humanos, como el acceso a la alimentación y la salud, que realizan con Venezuela hasta que se retiren de la sede diplomática venezolana.
EL IMPACTO EN LA OPINIÓN PÚBLICA ESTADOUNIDENSE Y LA METÁFORA EXACTA DEL ASEDIO A VENEZUELA
Durante este último fin de semana, activistas de varias partes de Estados Unidos se congregaron alrededor de la embajada para respaldar al Colectivo de Protección de la Embajada. El trabajo periodístico de Anya Parampil de Grayzone Proyect y Alex Rubeinstein de Mintpress en sus redes sociales también han dado la vuelta al mundo. Ambos permanecen dentro de la embajada y han denunciado cómo se violenta su derecho a la libertad de expresión con el corte de servicio eléctrico que afecta sus coberturas.
El pulso por la embajada, incluso, ha tomado importantes proporciones a tal punto que la última conferencia pública del Colectivo de Protección de la Embajada contó con la presencia de medios internacionales como Efe, la Voz de América y The New York Times, entre muchos otros. Durante la conferencia todos los medios y el público estadounidense ha podido apreciar de forma directa el comportamiento violento de los militantes del antichavismo, que han hostigado con sirenas tanto la conferencia como los integrantes de la organización con quienes han tenido comentarios sexistas y racistas.
Así, la embajada se ha convertido en un punto de protesta contra la guerra en Venezuela que ha proyectado la complicidad del Servicio Secreto con militantes violentos del antichavismo. Lo que, además de poner en ridículo a los representantes de Guaidó, se ha transformado en una guerra de declaraciones entre personajes como el senador Marco Rubio, y defensores del movimiento anti guerra, como Roger Waters.