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Danilo Medina se arrodilla a los EU para agredir a Venezuela

Written by Angel Moreta

Por: Angel Moreta (Autor-Editor)

El gobierno de Danilo Medina se dejó torcer el brazo por los EU para colaborar con el plan de agresión y de invasión de Venezuela.

El arrodillamiento del gobierno dominicano forma parte de negociaciones políticas especiales con el Departamento de Defensa y el Departamento de Estado del imperio norteamericano, para desarrollar el derrumbe del régimen bolivariano de Venezuela. Se trata de que el presidente de República Dominicana se une a la conspiración imperialista para el golpe de Estado en marcha y la agresión de una República hermana que tanto ha ayudado a los dominicanos, ayudas de las cuales se han beneficiado directamente las troikas que rodean al presidente.

Todo lo que está permitiendo el gobierno dominicano constituye una vergüenza y una deslealtad que comenzó a generarse en el primer periodo 2012-2016 de este gobernante. Esa tendencia viene a ponerse en movimiento hasta hoy 2019, todo a cambio de hacerse el simpático, el gracioso, ayudando a los planes de los EU orientados a provocar y producir el derrocamiento violento del régimen chavista que dirige el presidente constitucional Nicolás Maduro.

La ambición reeleccionista de Danilo Medina para continuar en el poder en el periodo venidero 2020-2024, lo llevó y lo lleva a firmar un contrato con los EU para la ocupación de una porción territorial de las provincias de Barahona e Independencia, probablemente Municipio de Enriquillo, para desarrollar una base militar que opere como cabeza de playa para las agresiones y el golpe de Estado en movimiento contra el gobierno venezolano, y para el control de la frontera Haiti-República Dominicana.

El contrato nefasto que firmó Danilo Medina en 2015 con el imperio norteamericano, tiene 15 artículos y ha sido publicado varias veces en este medio digital conjuntamente con una serie de escritos analizando y denunciando la falta de dignidad y de patriotismo de las maniobras de un gobernante que se hace llamar “demócrata” y que ha vendido la imagen en América Latina como un “político progresista”.

Probablemente el contrato fue redactado por el Departamento de Defensa de los EU, ya que contiene conceptos totalmente eufemísticos y engañosos, además de aplicaciones sutiles y razonamientos lógicos sacados de manera infantil de convenios internacionales, como la Convención de Viena, para convertir a los soldados ocupantes al rango de diplomáticos u ocupantes “diplmaticos”.

Es un contrato infame y mafioso, constituye un verdadero embeleco, para satisfacer una vieja ambición territorial de los EU de disponer de una porción geográfica en el suroeste fronterizo con la hermana República de Haití, y ganarse el visto bueno electoral de EU.

Lo más característico e importante de todo esto es que el contrato-embeleco hasta el día de hoy no es conocido por los distintos sectores nacionales de República Dominicana. Lo hemos publicado entero y lo seguiremos publicando porque el presidente que firmó esa pieza nefanda pretendió engañar en silencio y con la omisión de los medios de comunicación a la sociedad dominicana.

Al contrato de marras que firmó Danilo Medina en 2015, debe dársele como destino un basurero o una letrina nauseabunda porque es un indignante muñeco sórdido, un esqueleto putrefacto y repugnante, que agrede y contamina el espíritu verdaderamente nacional del pueblo dominicano, invadido y ocupado por los EU tres veces en el siglo XX, y hoy continua sometido, arrodillado y agredido por la “industria de las iglesias”, por la “industria cultural” de los medios comunicacionales. Hay que incluir también las políticas caricativas y “humanitarias” de USAID en República Dominicana, que persiguen, junto con las troikas gubernamentales, la dominación mental-espiritual de los sectores pobres y medianamente pobres de nuestra realidad económica y social.

El contrato fue anulado por el Tribunal Constitucional dominicano en agosto 2015 mediante la sentencia No.315-15, la cual consta en el Boletín Constitucional. De esta manera el Tribunal Constitucional con su jurisprudencia contribuyó muy seriamente con la preservación de la soberanía dominicana y con el principio universal de autodeterminación de los pueblos del mundo.

Un día después de la sentencia 315 el Ministro de Defensa del imperio norteamericano vino subrepticiamente y se presentó personalmente al Palacio Nacional, donde fue recibido por el presidente Danilo Medina.

Claro es que los EU no esperaban que el Tribunal Constitucional de República Dominicana iba a frustrar un contrato dañino, engañoso, prepotente y eufemístico, cuyo texto infantil fue redactado en su mayor parte por el imperio; un contrato de enorme importancia estratégica en la región del Caribe, que se derrumbó estrepitosamente de manera definitiva en manos del Tribunal Constitucional.

Pero el rechazo que recibió de la jurisdicción constitucional dominicana tampoco se divulgó, el silencio fue una manera de que los sectores sociales dominicanos no se enteraran del plan del gobierno de Danilo Medina con el ejército y el Ministerio de Defensa de los EU.

Quiere decir que tanto la fragua del contrato, el plan de su aprobación legislativa, el programado silencio de los medios de comunicación, la visita del Secretario de Defensa, la decisión del Tribunal Constitucional y la frustración de dicho embeleco, representan etapas de un proceso subrepticio y oculto para concretizar la entrega engañosa y fraudulenta de una porción del territorio nacional y la instalación de una base militar para agredir a Cuba y Venezuela y controlar la República de Haití.

Pero todavía más, y es que a pesar de haberse frustrado el embeleco de un contrato siniestro y oculto, el presidente Danilo Medina continuó alimentando las esperanzas y las ambiciones de los EU para la instalación de una base militar en República Dominicana, valiéndose de una verdadera artimaña legislativa; y la prueba es que, sin autorización del congreso nacional, el Ministro de Defensa dominicano dijo públicamente el 16/2/19 que el ejército dominicano se encontraba actualmente haciendo maniobras y ejercicios militares en el territorio nacional, particularmente en la costa sur del país y en la base militar de San Isidro en la capital de la República, sin autorización del Poder Legislativo.

Todos los habitantes en las cercanías de la base militar de San Isidro, expresan que en las madrugadas perciben y escuchan la llegada de inmensos aviones militares de los EU, que realizan operaciones de aterrizaje en la base de la aviación militar dominicana.

Es decir, que ciertamente el territorio nacional está siendo utilizado por el ejército de los EU para el fin de agresión programada e invasión militar de Venezuela.

Las operaciones militares encubiertas a que nos referimos vienen a resultar preparatorias de un conjunto de acciones estratégicas dirigidas a la agresión del gobierno venezolano, lo cual constituye una violación de la constitución de República Dominicana y del principio de soberanía, a lo cual nos referiremos en nuestro próximo artículo, pues el gobierno dominicano de Danilo Medina no tiene razón alguna para sumarse ciegamente a las políticas imperiales de los EU y mucho menos a las iniciativas para un golpe de Estado contra la hermana República de Venezuela.                                       

About the author

Angel Moreta

Angel Moreta, jurista, sociólogo, y filósofo; Profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), República Dominicana, Autor-Editor de Debateplural.

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