Cosas que me asombran de a mucho
Lipe Collado (7-9-13)
Tres cosas, y hasta cuatro, hay en la vida pública dominicana que me asombran de a mucho y que no alcanzo a comprender:
1- La “Ofensa” Floral a don Pedro Mir el 3 de Junio último en la muy culta (?), muy académica (?) y muy primada (¡!) UASD con motivo del centenario del nacimiento de quien fuera proclamado en vida por los diputados como “Poeta Nacional”. En la Biblioteca Pedro Mir se depositó ante su busto una corona de flores que se transmutó en una “Ofensa Floral” porque la cinta de seda en que habitualmente se escribe la dedicatoria al floreado decía así: “A don Pedro Mir, en el Sentenario de su nacimiento”.
¡A un cultor de la ortografía, de la prosodia y del buen estilo! ¡Ironía del destino!
Dándome tres golpecitos en el pecho, rogué esa vez al Dios gramatical: “Perdónalos Señor, que no saben que Centenario se escribe con ce”.
2- La sugerencia de mis amigos del Frente de Militares Constitucionalistas al congreso nacional para que despoje al general Antonio Imbert Barreras del merecido título de Héroe Nacional por su participación directa en el ajusticiamiento del sátrapa Trujillo Molina. Su declaratoria congresual –o no- décadas atrás fue por su accionar innegable para liberar al pueblo dominicano de las cadenas oprobiosas de una tiranía.
En razón de que justifican el pedido por su conducta de entreguismo y de genuflexión en 1965, lo más aconsejable sería que propusieran al Congreso Nacional declarar al general Imbert Barreras “Traidor a la Patria” por su accionar innegable de servirle sin condiciones a las tropas invasoras y ocupantes de los Estados Unidos que le ordenaron integrar la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional a principios de mayo de 1965, para impedir a sangre y fuego la vuelta a la constitucionalidad democrática.
Según mis ideas dominantes (esto es, a mi juicio) el general Imbert Barreras representa el único caso contemporáneo de anverso positivo y reverso negativo: Héroe Nacional y Traidor a la Patria. ¿Cuál título se superpone a cuál? ¿Cuál arriba? ¿Cuál abajo? ¿Cuál borraría cuál? ¿Lo malo quita lo bueno? ¿Lo bueno quita lo malo? ¿O acaso podrían milagrearse por concomitancia la heroicidad nacional y la traición nacional?
3- La repentina –y casi mágica, y casi manipulada- presentación, conexión y articulación pública de los actos sexuales deplorables de un Nuncio Apostólico y dos sacerdotes.
Asombra que supuestamente ejercieran sus abusivas depravaciones durante mucho tiempo –durante años en los casos de los dos sacerdotes, uno polaco y el otro dominicano- en contacto con el público sin que el liderazgo gerencial católico sospechara o se enterara de lo que sucedía.
Son dignas de resaltar las declaraciones firmes y reprobatorias de monseñor Agripino Núñez Collado –mi tocayo de apellido- sobre los dos polacos pederastas guardando distancia y a la vez reivindicando la imagen de la inmensa mayoría de sacerdotes católicos ajustados a sus preceptos y compromisos con su feligresía, cual los sacerdotes Rogelio Cruz y Luis Rosario.
4- El muy suspicaz y, por lo tanto, abandono adrede del Monumento a Fray Antonio de Montesinos, eminente precursor, en diciembre de 1511, de la declaración y proclamación de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789 por la Revolución Francesa.
Este monumento y su plaza inmediata, muy concurridos en sus inicios, fueron donados décadas atrás por el gobierno de Méjico porque aquí germinó la semilla inicial de los derechos humanos –“El Sermón de Montesinos”-, y ha sido remodelado en varias ocasiones con sus intervalos de abandonos manipulados, esto último dentro del esquema de la política mundial de dominio y eliminación de la memoria histórica de los dominados, si fuéramos a juzgar por la célebre Declaración del Grupo de los 12 –de los años setenta- cuando mediante el documento de Predicamento Sobre el Destino de la Humanidad decidieron cambiar y dominar al mundo, tanto así que son los mismos que bajo su influjo se organizaron aquí los sistemas de narcotráfico –no hay la tal lucha contra el narcotráfico, sino una descomunal y diabólica lucha por dominar el mercado súper mili millonario en dólares y euros-, e implantaron el sistema inducido y dirigido del auge de la delincuencia, protegida por el tinglado jurídico, como factor de control y dominio social de los sometidos a la coyunda del dominio mundial, representados aquí por ciertos grupos de la inseguridad del Estado… que “privan” en serio.
