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Pensar rápido, pensar despacio: La racionalidad e irracionalidad humana (y 2)

Conclusiones:

Al implicar al lector en una animada reflexión sobre cómo pensamos, Kahneman consigue revelar cuándo debemos confiar en nuestras intuiciones y cuándo no, y de qué modo podemos aprovechar los beneficios del pensamiento lento. Además, ofrece enseñanzas prácticas e iluminadoras sobre cómo se adoptan decisiones en la vida profesional o personal, y sobre cómo podemos usar distintas técnicas para protegernos de los fallos mentales que nos crean problemas. Pensar rápido, pensar despacio cambiará para siempre nuestra manera de pensar sobre cómo pensamos.

En sus primeros años se centró fundamentalmente en temas de percepción visual y atención (1961- 1973); es en 1971 cuando aparece su primer trabajo sobre sesgos, en compañía de Amos Tversky) la que vendría a ser aportación fundamental para el campo económico: la teoría prospectiva. Más tarde se vería revisada y ampliada (Tversky y Kahneman, (1992). Esta línea ya no la dejaría hasta nuestros días, lo cual no le ha impedido seguir publicando trabajos en atención, como el aparecido junto a Anne Treisman en el 1984, (Kahneman y Treisman, 1984). Otros trabajos fundamentales de su misión en tierras económicas fueron su capítulo «Experimental economics: A psychological  perspective, (Kahneman, 1987) y la reflexión teórica «New challenges to the rationality assumption» (Kahneman, 1994). Por último, los dos hitos que cierran su larga dedicación al estudio del juicio y la toma de decisiones pueden ser su libro aparecido en 2000 (Kahneman y Tversky, 2000) con su amigo y colaborador ya desaparecido y el capítulo (Kahneman y Frederick, 2002) donde renombra la psicología de los heurísticos y sesgos como «juicio intuitivo». Justamente esta denominación es la que ha divulgado en su lección magistral al tomar posesión del premio.

La razón por la que un psicólogo ha sido premiado en un campo como la Economía es que la investigación en ésta cada vez se poya más en datos obtenidos en el laboratorio. En concreto, en el campo del juicio y toma de decisiones. Kahneman, además de investigar en esta área, ha procurado hacer que los resultados y sus consecuencias fueran conocidos por los estudiosos de la Economía.

La razón por la que un psicólogo ha sido premiado en un campo como la Economía es que la investigación en ésta cada vez se apoya más en datos obtenidos en el laboratorio. En concreto, en el campo del juicio y toma de decisiones. Kahneman, además de investigar campo del juicio y toma de decisiones. Kahneman, además de investigar en esta área, ha procurado hacer que los resultados y sus consecuencias fueran conocidos por los estudiosos de la Economía apoya más en datos obtenidos en el laboratorio. En concreto, en el campo del juicio y toma de decisiones. Kahneman, además de investigar en esta área, ha procurado hacer que los resultados y sus consecuencias fueran conocidos por los estudiosos de la Economía. La economía psicológica, conductual o del comportamiento, nace por la insatisfacción de algunos economistas con la forma con la que se estaban abordando, desde la economía, problemas referentes al comportamiento económico del hombre y con las explicaciones que la economía daba a estos comportamientos. La economía conductual es la combinación de la economía con la psicología, para estudiar lo que ocurre en los mercados, analizando el comportamiento del hombre, sus limitaciones humanas y las problemáticas que se originan desde estas limitaciones.

La economía del comportamiento aplica la investigación científica al conocimiento social, humano, cognitivo y emocional, buscando comprender las decisiones económicas que toman los seres humanos y cómo estas decisiones se ven reflejadas luego en los mercados y en la distribución de los recursos. La economía conductual, principalmente se desarrolla en torno a tres cuestiones:

  • La racionalidad limitada de los seres humanos, consecuencia de las limitaciones cognitivas del hombre, que limita su capacidad para resolver problemas.
  • Una voluntad limitada de los seres humanos, que se encuentra cuando los agentes económicos toman decisiones que no son acordes con sus intereses en el largo plazo.
  • Intereses limitados, por los que en ocasiones los seres humanos toman decisiones económicas en las que sacrifican sus propios beneficios en pro de ayudar a otros.

En la historia de la economía del comportamiento, también debe hacerse referencia a la teoría de la racionalidad limitada del Premio Nobel Herbert Simon (1916-2001), quien postuló que las personas, cuando tomamos decisiones económicas no estamos optimizando, como propone la teoría económica neoclásica, en cambio estamos satisfaciendo. En 1978 le fue concedido el Premio Nobel de Economía por ser «uno de los investigadores más importantes en el terreno interdisciplinario» y «porque su trabajo ha contribuido a racionalizar el proceso de toma de decisiones» Otro destacado precursor de la moderna economía de comportamiento es Maurice Allais (1911-, cuya «paradoja de Allais» representa un desafío fundamental a principios de la utilidad esperada. Precisamente Daniel Kahneman y Amos Tversky destacan en ésta disciplina, por profundizar y dar nuevas dimensiones a las ideas de racionalidad acotada iniciada por Herbert Simon y por analizar las violaciones a la utilidad esperada expuestas desde 1952 por Maurice Allais.

Richard H. Thaler, fue premiado con el Nobel de Economía 2017, por «su contribución a la economía conductual» .La economía conductual se encarga de la investigación científica en las tendencias cognitivas y emocionales humanas y sociales para una mejor comprensión de la toma de decisiones económicas.

Este campo también se aplica a la forma como esas decisiones afectan a los precios de mercado, beneficios y a la asignación de recursos.

Los críticos de la economía del comportamiento, sustentan  que los resultados y las conclusiones que se sacan de los experimentos realizados en esta disciplina, no son extrapolables o aplicables a situaciones reales de mercado y aluden a que solo se analizan en estos ejercicios los procesos de toma de decisiones y no el comportamiento económico general. Los economistas siguen siendo escépticos en cuanto a la metodología utilizada para llevar a cabo estos experimentos y en cuanto a las conclusiones extraídas. Sin embargo, los economistas conductuales se defiende alegando que los experimentos se han realizado en diversas situaciones y en diversos contextos y aun así, siguen presentándose las anomalías ya referenciadas. Asimismo argumentan que los modelos neoclásicos, a menudo, fallan al predecir los resultados en contextos del mudo real, así que los avances en el campo del comportamiento pueden ser utilizados para actualizar las ecuaciones neoclásicas, pues los economistas conductuales han notado que estos modelos revisados no solo alcanzan correctamente las mismas predicciones que los modelos tradicionales, sino que también predicen correctamente algunos resultados en los cuales los modelos tradicionales fallan.

Thaler es coautor del best seller mundial Nudge (traducido en español como «Un pequeño empujón: el impulso que necesitas para tomar mejores decisiones sobre salud, dinero y felicidad»), junto con Cass Sunstein (2008), en el que los conceptos de economía conductual fueron utilizados para abordar muchos de los grandes problemas sociales. El concepto del «nudging» (un término acuñado por Thaler) es la manera de «empujar» a la población a tomar decisiones que las beneficien a largo plazo, algo que tiene influencia tanto en la economía como en la política.

Thaler demostró cómo ese «empujón» puede ayudar a las personas a ejercer un mejor autocontrol para ahorrar de cara a una pensión, por ejemplo, o en otros contextos.

«La teoría del empujón se basa en una premisa tan simple como que, entre dos opciones, las personas escogen a menudo la que es más fácil sobre la que es más adecuada», dijo el editor de economía de la BBC, Kamal Ahmed.

«La falta de tiempo para pensar, la costumbre o una mala toma de decisiones hacen que, aunque se nos presente un análisis de datos y hechos (por ejemplo, sobre comida saludable), es probable que sigamos escogiendo la hamburguesa y las patatas fritas».

Referencias Bibliográficas:

Kahneman, D. (2011) Thinking, Fast and Slow, Farrar, Straus and Giroux, ISBN 978-0374275631.Reviewed by Freeman Dyson in New York Review of Books, 22 December 2011, pp. (40–44.) Traducido al español por: Editorial Debate 2012.

Kahneman, D. (2011). Thinking Fast and Slow, Allen Lane 2011

Kahneman, D., &  Tversky, A. (2000). Choices, values and frames. New York: Cambridge University Press.

Kahneman, D., Slovic, P., & Tversky, A. (1982) Judgment under Uncertainty: Heuristics and Biases. New York: Cambridge University Press.

Kahneman, D. Tversky, A. (1972). «Probabilidad subjetiva: un juicio de representatividad». Psicología cognitiva. 3 (3): 430 – 454. Doi: 10.1016 / 0010-0285 (72) 90016-3.

Kahneman, D . Tversky, A. (1973). «En la psicología de la predicción». Revisión Psicológica. 80 (4): 237 – 251. Doi: 10.1037 / h0034747.

Thaler , Richard H, University of Chicago economist and Harvard Law School Professor. Sunstein, Cass R (2008) Nudge: Improving Decisions about Health, Wealth, and Happiness first published in 2008 University of Chicago.

Tversky, A  Kahneman, D. (1971). «Creencia en la ley de pequeños números». Boletín Psicológico. 76 (2): 105 – 110. Doi: 10.1037 / h0031322.

Tversky, A .; Kahneman, D. (1973). «Disponibilidad: Una heurística para juzgar la frecuencia y la probabilidad». Psicología cognitiva. 5 (2): 207 – 232. Doi: 10.1016 / 0010-0285 (73) 90033-9.

Tversky, A. Kahneman, D. (1974). «Juicio bajo incertidumbre: Heurística y sesgos». Ciencia. 185 (4157): 1124 – 1131. PMID 17835457. Doi: 10.1126/ science.185.4157.1124.

Kahneman, D. Tversky, A. (1979). «Teoría de la perspectiva: un análisis de las decisiones bajo riesgo». Econométrica. 47 (2): 263 – 291. JSTOR 1914185. Doi: 10.2307 / 1914185.

Simon, H. A. (1997). Vivir en el espacio interdisciplinar. En Szenberg, M. (Ed.) Grandes economistas de nuestra época. Barcelona: Círculo de Lectores.

 

 

About the author

Frank A. Peña Valdes

Profesor adjunto Escuela de Psicología, Facultad de Humanidades y Escuela de Orientación Educativa, Facultad de Ciencias de la Educación Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD. Licenciatura en Psicología, Maestría en Metodología de la Investigación Científica. Especialidad en Psicología del Desarrollo, Maestría en Desarrollo Humano, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Postgrado en Educación Superior, Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC). Estudios Doctorales en Psicología Social, Universidad Central de Madrid (UCM).

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