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Abusos de AMET-INTRANT contra ciudadanos dominicanos (12)

Written by Angel Moreta

Por: Angel Moreta (Autor-Editor)

 

Los abusos que a diario comete Amet-Intrant han sido objeto de exposición en el periódico digital Debateplural.com, en una serie que ha venido editando en lo que transcurre del corriente año 2018. Esa serie llega a constituir una colección sobre el tema, y actualmente vamos por el número doce.

La colección completa de esos artículos constituyen una prueba de la conducta policial irreverente y violatoria de nuestras leyes y de la Constitución de la República, que lleva a cabo día por día ordinariamente el mando administrativo de la atropellante institución, formada por decreto 393-97, del ex presidente Leonel Fernández, denominada Autoridad Metropolitana de Transporte Terrestre (AMET), y ahora parte del recién creado y rimbombante Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre, creado según la Ley 63-17.

Actualmente el Intrant apoya a Amet en todos sus desmanes y Amet apoya a Intrant en todos sus abusos y excesos descomunales.

Amet surgió como una institución odiosa, que usaba la violencia física a rajatablas contra cualquier ciudadano que no aceptara pasivamente sus actuaciones desmedidas; golpes y heridas, muertes y homicidios se generaban día tras día; luego se amedrentaron porque la ciudadanía recurrió a la venganza contra aquellos policías de Amet que propinaban golpes por motivos banales y sin importancia. Muchos agentes cayeron al pavimento baleados en venganza de algún dominicano golpeado mediante macanas, puñetazos, empujones y demás tropelías cometidas por los ignorantes agentes.

Después de una serie de  venganzas trágicas, las autoridades comprendieron que la violencia que usaban los agentes de Amet no era la mejor forma, ni la más recomendable, para enderezar los vicios y recovecos del sistema de transporte y transito urbano.

Entonces dejaron de usar pistolas al cinto y abandonaron las formas de violencia estúpida, y pasaron a comportarse de manera un poco más civilizada y educativa.

Estos peones y cristianos actualmente sus abusos se concentran en la imposición de multas, cada una de más de mil pesos dominicanos. Existen las multas más ridículas e infamantes contra los ciudadanos por los hechos más simples que pueda concebir el cerebro humano.

Y es que salen a la calle con un programa de multas y sanciones administrativas que deben imponer a los ciudadanos día por día, incluyendo la cantidad de multas que deben reportar a los privilegiados mandos policiales de Amet. Cada agente debe reportar una cantidad determinada de multas impuestas injustamente a la ciudadanía. Por ejemplo, el cinturón de seguridad, que es exigido a los más tontos de clase media, pero no a taxistas, militares  y demás conductores que les pasan por el lado a los agentes de Amet y que ellos se hacen de la vista gorda.

Es natural que la gente proteste, en abierta repugnancia a la conducta antisocial de los agentes, que actúan sin campañas educativas previas por los medios de comunicación, y que no tienen el mínimo interés en educar a la ciudadanía, sino, en cambio, reprimir, amenazar y extorsionar a los ciudadanos mediante solicitud de documentos y repugnantes amenazas de retención de los vehículos.

Hay que hacer un catálogo de los abusos que cometen día tras día los agentes de Amet-Intrant, que son instruidos por los mandos policiales privilegiados para que al atardecer regresen a sus locales con las manos llenas de recibos de multas. Son esos oficiales que extorsionan también a las muchachas de Amet, mediante uso de privilegios, influencias y favores.

Inclusive esas muchachas son llevadas a situaciones de acoso en caso de no aceptar propuestas indecorosas que les hacen perder la posición que han logrado con su propio esfuerzo en el seno de la monstruosa, investigable, sometible a la justicia de la denominada Amet, con el apoyo de un sistema de represión policial que viene de la dictadura de Trujillo y que todavía permanece como forma autoritaria en la República Dominicana.

Las multas impuestas por causa del supuesto no uso del cinturón de seguridad, son imputadas de manera unilateral contra ciertos conductores y no contra todos los infractores. Por ejemplo, los choferes del sector público se benefician de una exención tacita por parte de la institución, lo que ha provocado protestas de los sindicatos de transporte, al igual que ocurre prácticamente con los policías y militares.

Estos casos son susceptibles de sometimiento a la consideración del Tribunal Constitucional.

About the author

Angel Moreta

Angel Moreta, jurista, sociólogo, y filósofo; Profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), República Dominicana, Autor-Editor de Debateplural.

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