Educacion Nacionales

Fundamentos conceptuales de la teoría crítica: En el modelo educativo de la UASD (2)

La Práctica Pedagógica Desde El Discurso  De La Teoría Crítica

La teoría crítica de la educación  parte  del supuesto de que  las teorías científicas no pueden comprenderse por sí mismas,  debido  a que  no pueden generar a su interior un análisis  crítico- reflexivo de que la educación puede  avanzar socialmente. En relación  con esto, los llamados  a vencer  este   paradigma   son  los  maestros,   pero  se  dan  algunos   obstáculos   como  la  poca explotación  que  hacen  de su práctica  pedagógica,  debido  a que  no la  enfrentan  críticamente, sino que  su quehacer docente cotidiano  se convierte  en una  actividad  rutinaria,  sin escudriñar toda  la  actividad  que  emerge   de  la  dinámica  de  las  instituciones  educativas;  lo  cual  debe funcionar en  una interdependencia con la comunidad, ya que la dialógica de los saberes tanto ignorados como conocidos, sólo puede realizarse cuando las relaciones de saber – poder involucren la necesidad de la calidad en la triangulación escuela- familia comunidad para poder educar y formar con calidad. Esta dinámica, que  se produce en la sociedad y que puede estar orientada por la práctica pedagógica, está amparada  por criterios funcionales y esenciales en el seno de la teoría crítica de la educación como son:

  1. a) La teoría crítica evalúa con carácter crítico la condición histórica social de la educación.
  2. b) La teoría  crítica  de  la  educación  debe  influenciar  positivamente  la  práctica  pedagógica de  los maestros.
  3. c) La teoría  crítica  de  la  educación debe  utilizar  la  crítica  ideológica  para  poner  en  evidencia  las condiciones socioeducativas y culturales.
  4. d) La teoría crítica de la educación no puede develar verdades e ideologías falsas que desencadenen  en discursos persuasivos para distorsionar la  realidad social.
  5. e) La importancia de la teoría crítica de  la educación no está supeditada a  la crítica ideológica de la educación, sino que respalda diversas posibilidades de cambio y acción en el campo educativo.

Criterios metodológicos.

La teoría crítica se mueve en la intersección de tres métodos de trabajo:

Método hermenéutico

Comprensión   e  interpretación  de  un  texto,   considerando  como  texto  cualquier  contenido situación   humana  que  posea  un   contenido   simbólico   (lenguaje  didáctico,   cultura  de  la institución, relaciones interpersonales en el contexto académico, documentos producidos en la institución … ).  Se  trata de llegar  al «sentido»  (categoría  última del proceso  hermenéutico).  El sentido  se construye a partir de una primera  proyección de los  significados  (mundo  de la  vida aún no consciente)  propios del sujeto que estudia, para después en sucesivas interpretaciones ir descubriendo otras dimensiones y siempre en relación al entorno.

Método empírico

No se aborda desde una perspectiva neo-positivista donde priman los intereses técnicos y  la realidad  social  queda   reducida  a  «hechos»  como  categoría  ontológica.  Se  considera  los «hechos»  como  portadores de experiencias,  cargados  de subjetividad,  haciendo referencia  al carácter  simbólico  que  tienen.  El   objetivo  de  la  utilización  de  este  método  reside  en  la contribución  a la  desmitificación,  es decir,  aportar datos necesarios  a la  desmitificación  de las falsas imágenes,  metáforas, creencias, estereotipos

Método crítico-ideológico

Se  parte  de  la autorreflexión: proceso  ínter-subjetivo cuya finalidad  es la  superación de los mecanismos de enmascaramiento que uno de los sujetos tiene respecto a su realidad. El papel del profesor crítico sería el de analizar (también aplicado a su propia realidad) los mecanismos defensivos   y   de  autoengaño   respecto  a   las  situaciones  de  dominio  que  configuran  su pensamiento  y   su  realidad  y su  deseo  de  tomar  conciencia  reflexiva  para  superarlos.

«La autorreflexión lleva a  la consciencia de aquellos determinantes de un proceso de formación que condicionan ideológicamente  una praxis presente de la acción y de la  aprehensión del mundo». El punto de partida del conocimiento crítico ideológico,  en expresión de Habermas (1987),  es utilizar las  «reglas  habituales  de  los  discursos  científicos»,  pero  en  consonancia   con  las  otras dimensiones de su propuesta metodológica.

La justificación  de este triple  método,  integrado  bajo  la  perspectiva  critico-ideológica,  viene dada fundamentalmente  por la naturaleza específica de la  Institución de Educación  Superior conde se llevan  a cabo acciones  pedagógicas. Su doble carácter racional  y  simbólico acredita su fundamento.  El funcionamiento  de una institución educación  superior está conectado a los imperativos  funcionales  de la  economía y administración,  a las  normativas  legales,  pero,  por otra parte, sus componentes simbólicos  proveen de sentido a los subsistemas  económicos y políticos.

Postulados del  Modelo Educativo de La UASD y La Teoría  Critica

En este esfuerzo enunciamos doce  postulados de la Educación Superior crítica,   que hemos considerado como los más importantes a saber:

*La  pedagogía  debe entenderse  como  un proceso dialectico  (en constante  movimiento)  en donde se negocian y  se producen significados   de los conocimientos  conceptuales, procedimentales  y actitudinales que permitan desarrollar el fortalecimiento  personal, el sentido de comunidad y formas de vida comunitaria.

* La relación  entre la  teoría-práctica.     Debe entenderse como una dualidad indisoluble que debe  desarrollarse   de  manera  fluida,  a  través  de  pesar  y  repensar  la  práctica  cotidiana sucintando la generación, acumulación y negociación de conocimientos  para enriquecer paulatinamente   la  inacabable   teoría;  esto  solo  se  logra  a  partir  de  una  verdadera  praxis (acción-reflexión) de los sujetos cognoscentes  de la escuela, para lo cual es necesario que el estudiante     adquiera    el    conjunto    de    valores    inherentes    al    aprecio    por    el    acto cognoscente    constituyéndose en un sujeto que  «aprenda a aprender» y en el profesor en un educador.

*   El   proceso  de  enseñanza-aprendizaje   debe  ser  dialectico,  es  decir,  que  tenga  una coherencia entre las actividades de enseñanzas  contextualizadas,  las metas y  la evaluación permanente  de  carácter  formativo.  Además  debe  fomentarse  un  ambiente  cooperativo  en donde  se haga presente la reflexión  crítica necesaria  para negociación,  creación y recreación de      significados     de      los      conocimientos      científicos     y     comunitarios,      mediante procesos  democráticos y justos  en donde el estudiante exprese libremente sus conocimientos adquiridos.

*  El  proceso  de  apropiación  del  conocimiento  debe  proporcionar  instrumentos  para  la reflexión   crítica   que  permitan   transformar  la   realidad   y  transformarse   a  sí  mismo.   Este se   genera  cuando  el   estudiante  tiene  un   fin  consciente  y   asume  su  papel  de  sujeto cognoscente   en  el  contrato   didáctico  en  donde  se  debe  definir  las   metas,  propósitos, interacciones,  etc.   Que se establecen en la comunidad de aprendizaje para adquirir y negociar los conocimientos  científicos con los comunitarios y contextualizados

*  La  clase  dialéctica-critica   debe  partir de la  realidad  concreta  en  que se  desenvuelve  el escolar,  promoverse  procesos  de observación,  análisis y reflexión  crítica  para enriquecer el conocimiento previo del estudiante quien deberá aportar soluciones a las problemáticas de la realidad de estudio. El proceso de aprendizaje  tendrá su verdadera función  formativa  cuando el docente  construye un proceso didáctico obligando al estudiante a responsabilizarse de su acción cognoscente y convertirse en el productor de soluciones a los problemas de su entorno.

* El grupo  estudiantes debe constituirse en una comunidad de auto y co-aprendizaje    producto  de  la  socio  diversidad  (interculturalidad  y  multiculturalidad)  y  del sentido de  comunidad.

* Generar en el estudiante la concepción del conocimiento, como inacabado y en constante proceso de evolución producto de un proceso de ajuste dialectico  entre la teoría actual   y la práctica cotidiana en donde intervienen las diferentes  acciones,  condiciones y situaciones del contexto educativo.

* Concebir el  contexto educativo y académico como la unidad dialéctica entre sus elementos que son: el contexto educativo, el contexto comunitario,  el contexto familiar  y  psiquismo del individuo.  El  papel del contexto en los aprendizajes escolares dificulta, entorpece, mediatiza o posibilita  mejores  aprendizajes  cognoscentes,  debido  a  que  el  acto  educativo  siempre  se desarrolla  en espacios y situaciones históricas que reflejan  las  contradicciones y conflictos  de la  sociedad,   los  cuales   se   encuentran   presentes  en  los  procesos   psicológicos del adolescente y el adulto en su microcosmo.

*  Respetar   la  heterogeneidad  y  los  intereses  diversos  de  los  sujetos  y,  por  tanto,  la necesidad de una educación heterogénea que satisfaga el conjunto de necesidades propias de cada sujeto y de los diversos grupos culturales como conglomerado de intereses comunitarios.

*  El dialogo  educativo y académico debe encarnar un dialogo interactivo entre los diversos actores  educativos   propiciando  procesos  educativos  para  convertir  el  aula  en  verdaderos espacios de confrontación  y debate propios  del intercambio  de visiones socio-culturales,  para ello  debe  existir  un  ambiente   que  permita  el  respeto  e   integración  de  valores,  ideas, tradiciones, desde la perspectiva de la diversidad y la pluralidad.

* La evaluación debe considerarse como un proceso de valoración amplio en donde se emite un juicio de valores basados en criterios cuantitativos y cualitativos así como diversos tipos de evaluación con la finalidad de retroalimentar la acción docente y discente para corregir el actuar áulico de ambos actores

La Teoría  Crítica  Educativa de La UASD  y  El Quehacer Docente  Cotidiano

Para entender  la  educación   crítica  tenemos  a priori que entender  la  puesta en práctica de «la teoría critica educativa»»requiere  participantes  que colaboren en la organización  de su propia ilustración,  y que éstos tomen  decisiones  sobre  cómo van  a transformar  sus  situaciones,  así como un análisis crítico permanente a la luz de las consecuencias de tales transformaciones,  con la  finalidad   de  respaldar  el  compromiso   del  discurso   científico,   los  procesos  de ilustración y la acción práctica» (Carr,1999) y (Kemmis,1988 :171).

Fundamentalmente  el  papel  transformativo  se  encuentra  en  el  interior de  la  Universidad encarnado  en los  profesores quienes  deben  desarrollar una actitud transformativa  ante  los retos de su quehacer docente  cotidiano rompiendo  las barreras entre  la teoría  y el contexto propiciando  las condiciones  para que  sus  discípulos  accedan  al conocimiento.   Desde  esta lógica una acción esencial en » …  La educación tendría que ser ante todo, un intento constante de cambiar de actitud de crear disposiciones  democráticas  a través de las  cuales [ … ]  sustituya  hábitos  antiguos y culturales de  pasividad   por  nuevos   hábitos   de  participación  e  injerencia  acorde   al  nuevo  clima transicional»(P.  Freire, 1969:89).

Por  esto nos resulta  claro  que la transición  del modelo tradicional  al modelo de la  pedagogía critica  depende  mucho  de  la  actitud   del  profesorado  puesto  que  este  materializara  sus propias  revoluciones educativas  o las generaliza entre sus colegas en la medida que se sienta un luchador social o cuando menos un pedagogo critico  que configure un actuar  y  un discurso pedagógico encaminado a construir entramados de la participación comunitaria, democrática y participativa mediante acciones libertarias en los diferentes contextos (aula, academia y comunidad),  de  su  acción  transformadora  para  generar  mejores  condiciones  de autoaprendizaje  y ca-aprendizaje  de sus estudiantes quienes  progresivamente  se constituirán en sujetos transformativos  de su medio sociocultural.

Crítico  –   reflexiva  porque   implica  un  compromiso  directo  y  explícito  de  los  sujetos  por transformar  las actuales  relaciones sociales.  La teoría crítica reflexiva permite  aprehender la relación dialéctica inherente e interdependiente de un pensamiento político – filosófico capaz de generar conciencia social, transformadora  y emancipadora en el contexto de la racionalidad, la justicia,  la  democracia  y la  libertad.  Aplica  la  investigación-acción,  los  puntos  guía  para el estudio y la acción son los valores, creencias e intereses humanos.

La teoría  crítica  aplicada  en el  campo  educativo,  privilegia  el  análisis de  las relaciones entre los sujetos del proceso educativo, (docente-estudiante, estudiante- estudiante), busca coherencia entre la sociedad y el quehacer educativo cotidiano, hace énfasis en utilizar el conocimiento para transformar el entorno personal, familiar y comunitario;  se  centra  en  la  persona  atendiendo   sus  necesidades  e  intereses  e incorporando una cultura de valores y principios; los profesores y alumnos participan en desarrollar el aprender a aprender,  en seleccionar y priorizar los  contenidos,  en definir las habilidades, destrezas y valores   necesarios para la permanencia y continuidad del aprendizaje  a través  del tiempo  y  del  espacio;  es  flexible  porque  permite  el ajuste permanente  frente  a  los  cambios  contextuales;  es  viable  porque  toma  en  cuenta fortalezas y debilidades, y es abierto a las diferentes posiciones ideológicas.

Es Humanista porque propone que el proceso educativo   se centre en las personas y toma en  cuenta   la  conciencia,   la  ética,   la  individualidad,   la  ciudadanía  y   los  valores espirituales; tiene una visión del hombre como un ser creativo, libre y consciente proponiendo  que el sentido  de nuestra  vida  sea la  búsqueda de la  autorrealización,  y esta meta significa que el hondureño debe asumir el compromiso de construir su propio modo de vivir,  no importando los obstáculos  a los que deba enfrentarse, siempre que conserve su libertad de elección.

En esta  perspectiva el modelo educativo  para una reforma  universitaria orienta  al desarrollo    integral  del  profesional  egresado  de la  UASD,  buscando  el  logro  de las siguientes competencias:

  1. Capacidad de aprender de manera permanente y autónoma.
  2. Capacidad de análisis y síntesis
  3. Capacidad de   aplicar   los   conocimientos   en   la   práctica   y   de   generar conocimiento a partir de reflexionar sobre la práctica.
  4. Capacidad para adaptarse a nuevas situaciones.
  5. Trabajo con ética, calidad y pertinencia.
  6. Habilidad de gestión del conocimiento, la información y las tecnologías  para contribuir a la solución de problemas y atención de necesidades de diferentes niveles de complejidad.
  7. Trabajo en colectivo
  8. Capacidad para organizar y planificar
  9. Resolución de problemas complejos y manejo de conflictos.

About the author

Frank A. Peña Valdes

Profesor adjunto Escuela de Psicología, Facultad de Humanidades y Escuela de Orientación Educativa, Facultad de Ciencias de la Educación Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD. Licenciatura en Psicología, Maestría en Metodología de la Investigación Científica. Especialidad en Psicología del Desarrollo, Maestría en Desarrollo Humano, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Postgrado en Educación Superior, Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC). Estudios Doctorales en Psicología Social, Universidad Central de Madrid (UCM).

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