Rusia no tiene obligación de entregar información acerca del despliegue de los sistemas de misiles Iskander en la región de Kaliningrado, declaró a Sputnik Yuri Shvitkin, vicepresidente del Comité de Defensa de la Duma Estatal de Rusia —Cámara Baja del Parlamento—.
En la actualidad no existen las condiciones idóneas para el inicio del diálogo constructivo entre Moscú y la OTAN. De ahí que el intercambio de este tipo de datos no tenga razón de ser, opinó el parlamentario.
«La [política de la] OTAN utiliza un doble rasero. Dice una cosa y hace la otra», expuso Shvitkin.
Al mismo tiempo, las acciones de Rusia, a diferencia de las de Estados Unidos, no contradicen el derecho internacional.
«Nos reservamos el derecho a desplegar los misiles Iskander en los lugares y cantidades necesarios para defender los intereses nacionales de nuestro Estado, pero solo en estricto cumplimiento del derecho internacional», puso de relieve el diputado.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, llamó el pasado 14 de febrero a realizar el proceso de despliegue de los proyectiles rusos Iskander con más «transparencia».
La Cámara Baja del Parlamento confirmó oficialmente a principios de febrero que Rusia había desplegado los sistemas de misiles Iskander en la región de Kaliningrado, el enclave de Rusia en Europa del Este.
Rusia no trata de amenazar a nadie, pero tiene el derecho soberano de desplegar armas en cualquier parte de su territorio, comentó el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov.
La decisión de colocar los Iskander en la región de Kaliningrado se debe al fortalecimiento del contingente de tropas de la OTAN en los países bálticos, que limitan con el territorio de Rusia.
El Ministerio de Defensa ruso informó en octubre pasado que el bloque atlántico había desplegado una división de sus tropas cerca de Rusia.
La OTAN ha expresado en numerosas ocasiones su preocupación por el despliegue de los Iskander cerca de Kaliningrado.
Moscú, por su parte, ha respondido que hace todo lo posible para protegerse de la expansión permanente de la Alianza Atlántica hacia sus fronteras.
Paralelamente, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, recordó que, a diferencia de Washington, Moscú despliega sus armas en su propio territorio.
