Mu Kien Adriana Sang (El Caribe, 16-6–17)
El mundo siempre ha estado más impresionado del poder de nuestro ejemplo que del ejemplo de nuestro poder, Bill Clinton.Si el liderazgo corresponde a un puesto público o privado, con otras responsabilidades definidas, ser líder también requiere la habilidad de realizar esas tareas y responder ante los problemas y oportunidades cuando se presentan”, comentó esa ocasión. Bill Clinton.
El Presidente Clinton, cuyo nombre completo es William «Bill» Jefferson Clinton, fue el presidente No. 42 de los Estados Unidos. Sucedió a Bush Padre en 1991. Se había terminado un ciclo de los republicanos. Se iniciaba el de los demócratas. La carrera política del nuevo presidente se había iniciado como gobernador de su estado natal, Arkansas, entre los años 1983 y 1992. En sus aspiraciones presidenciales, y después de ganar la nominación de su partido, pudo vencer a George H. W. Bush, frustrando su deseo de reelección. Pudo reelegirse gracias a que el candidato de la oposición Bob Dole, no tenía el liderazgo necesario para eclipsarlo. A diferencia de su antecesor, Clinton pudo, a pesar de las adversidades que vivió por sus devaneos románticos y los escándalos que supusieron, reelegirse y finalizar sus dos mandatos con una de las tasas más altas de aprobación en la historia de los presidentes norteamericanos. Este éxito se debió, sin duda, al éxito en la política económica y en su papel de líder de la democracia en el globo terráqueo. Bill Clinton y su administración dejaron un superávit de 559 000 millones de dólares.
Una de sus mayores preocupaciones fue trabajar para mejorar el sistema educativo y de salud. Sin embargo, su reforma sanitaria no fue aprobada. Buscó la protección del medio ambiente, principalmente a través de su apoyo indiscutible al Protocolo de Kioto. Buscó favorecer el mercado libre. Trabajó duramente por la paz en el Oriente Medio, para lo cual promovió varias reuniones entre los líderes de Israel y de Palestina. A pesar de su discurso democrático, Clinton tenía claro sus prioridades imperiales. Lideró el ataque militar de la OTAN en Kosovo y en la guerra de Bosnia. En 1998 llevó a cabo el bombardeo a Irak conocida a la Zorro del Desierto. La operación buscaba afectar la capacidad militar iraquí. Fueron cuatro días de intensos bombardeos sobre Bagdad y otros puntos estratégicos.
En medio del tema del Medio Oriente, Clinton tenía el discurso de la democracia. Durante los ocho años de su administración los organismos de cooperación, como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) invirtieron millones de dólares para promover programas de mejoramiento de la calidad educativa en el mundo, especialmente en América Latina. Durante esos años el mandato que tenía la principal agencia de colaboración era apoyar el desarrollo educativo en los diferentes niveles del sistema, principalmente el básico.
Al mismo tiempo, se crearon programas de apoyo a la sociedad civil, como el elemento clave para expandir el discurso de la democracia. A nivel mundial se creó CIVITAS INTERNACIONAL, que promovía la educación cívica y ciudadana en el mundo. Hubo iniciativas importantes para crear CIVITAS LATINOAMÉRICA, CIVITAS ÁFRICA, Y CIVITAS EUROPA. Los países de América Latina crearon sus CIVITAS nacionales. Conocí muy bien los Civitas Colombia, Civitas Argentina y Civitas Panamá. Se organizaron conferencias mundiales y continentales para promover la educación cívica, la defensa de los derechos humanos y la participación ciudadana como garantía de la democracia.
Por ejemplo, en República Dominicana, en el año 2002 se creó el Programa para el apoyo a las Iniciativas Democráticas (PID-PUCMM-USAID). Un proyecto a largo plazo con una duración de 10 años, con un financiamiento inicial de US$10 millones de dólares, y que terminó con un aporte de US$15 millones. Se buscaba financiar a las organizaciones de la sociedad civil organizada para que promovieran la educación ciudadana, formal e informal, así como la participación política de la sociedad exigiendo garantías en los procesos democráticos. Se organizaron jornadas sobre el valor del voto. El proyecto terminó en el año 2002, y hoy, 15 años después es recordado por el impacto que tuvo en todo el territorio nacional. Programas similares se organizaron en algunos países de América Latina, pero ninguno con la dimensión del de nuestro país.
La estructura del programa era muy interesante. La institución que manejaba la parte administrativa era la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra; pero era un Consejo Consultivo integrado por 21 personas de todos los sectores políticos, religiosos y sociales del país, desde empresarios a obreros y sindicalistas; de los partidos políticos y los grupos populares. Este consejo era el que aprobaba los proyectos que presentaban las distintas organizaciones sociales.
El primer Director Ejecutivo fue Rafael Toribio, mi esposo. Quien después de dos años en la posición decidió abandonarla para retomar su rol de Rector en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo .Tuve la suerte de ser quien lo sustituyó. Fueron los años más intensos, interesantes y demandantes de mi vida laboral. El proyecto terminó en el año 2002, dejando una estela de realizaciones. Tuve la dicha de visitar cada rincón del país, y participar además de los Congresos Mundiales de CIVITAS, gracia a la labor pionera del Center for Civic Education de la ciudad de Los Ángeles. Una entidad que nos enseñó muchísimo.
Como resultado del proyecto se inició y reivindicó una política de desarrollo local a través de los ayuntamientos; así como la ejecución de programas tan novedosos como “Proyecto Ciudadano” y el “Proyecto Constitución”. El Consorcio de Educación Cívica, que opera en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, conformado por personas y entidades que apoyan la educación cívica, cumple este año 20 años de existencia. Su existencia es el resultado directo del Proyecto para el Apoyo a las Iniciativas Democráticas. Y me siento orgullosa de haber formado parte de esa gran experiencia.
Todavía cuando ando por los caminos de Dios, me encuentro con algún beneficiario directo o indirecto de estos proyectos que se expandieron como pólvora. De esos años de efervescencia, nació Participación Ciudadana, la experiencia de que la ciudadanía se convirtiera en vigilante de los procesos electorales.
Terminó la administración Clinton y cambiaron las prioridades. Sobre este
tema seguiremos en la próxima entrega.
