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Plan nacional de desarrollo económico y social hasta 2030: propuesta de visión de la nación, ejes y sectores estratégicos de Cuba (III)

Written by Debate Plural

CAPÍTULO 4: LA POLÍTICA SOCIAL 265. La consolidación y desarrollo sostenible de nuestro socialismo solo es posible a partir de preservar los valores —en especial los éticos, políticos y culturales— y el aumento de la productividad, de modo que se incremente la riqueza para su justa distribución.

  1. Constituyen rasgos característicos del Modelo su esencia humanista, la unidad y el adecuado equilibrio entre el desarrollo económico y el social.
  2. Las políticas sociales tributan a la prosperidad, la cual está relacionada con la capacidad de progresar a nivel de colectivos, familias e individuos, en lo económico, social y cultural, con bienestar en la vida personal, social y en el trabajo.
  3. El ideal de prosperidad de los ciudadanos se sustenta en perspectivas alcanzables de materialización de proyectos racionales de vida, individuales y colectivos, en correspondencia con los valores de nuestra sociedad, sustentados principalmente en los ingresos provenientes del trabajo, y los derechos constitucionales.
  4. La prosperidad depende de muchos factores, entre los que se destacan la creación de la riqueza y la participación en su justa distribución, la eficacia del sistema de educación, de salud, de la cultura, del deporte, de la administración pública, la vivienda y servicios básicos, el orden público, la seguridad ciudadana, así como de la disciplina social.
  5. También inciden los valores de nuestra sociedad, la justicia social, la igualdad de oportunidades, la no discriminación y los derechos de todos los ciudadanos. Además, la preservación del medio ambiente, la comunicación social, el nivel y calidad de vida material y espiritual, el ambiente laboral y los resultados de la ciencia, la tecnología y la innovación.
  6. A la prosperidad contribuye, asimismo, la posibilidad real del pueblo de participar en los procesos culturales, de estar capacitado para disfrutar a plenitud lo mejor del arte y la literatura, a la vez que preparado para enfrentar críticamente todo lo nocivo de la industria cultural hegemónica.
  7. Es importante la estabilidad económica y social, sin inseguridades e incertidumbres sobre el futuro personal y familiar de los ciudadanos, lo que constituye una conquista esencial a consolidar.
  8. 1. Los derechos económicos y sociales
  9. Son materializados de modo cada vez más efectivo, de acuerdo con lo refrendado en la Constitución de la República.
  10. El derecho al trabajo se garantiza promoviendo fuentes de empleo mediante políticas que favorecen su generación en diferentes sectores, formas de propiedad y de gestión, en función de la estrategia de desarrollo.
  11. Los servicios sociales gratuitos y subvencionados están desarrollados en la medida de las posibilidades objetivas, con equidad y justicia social.
  12. Especial atención se presta a la necesidad de que toda la población disponga de condiciones dignas de hábitat y vivienda, incluida la subvención estatal a las familias cuya situación económica lo requiera, de acuerdo con las posibilidades objetivas de la economía.
  13. Los servicios de educación y salud se garantizan a todos por el Estado gratuitamente, con estándares de calidad internacionalmente reconocidos. Se cobran aquellos complementarios y de carácter no fundamental que se determinen por este.
  14. La ley establece el carácter obligatorio del nivel educacional mínimo.
  15. Se perfeccionan permanentemente la educación y la formación de valores en las nuevas generaciones, la calificación de los obreros, campesinos, técnicos, profesionales y científicos, sobre la base del principio martiano de la vinculación del estudio y el trabajo en las nuevas condiciones, en correspondencia con las necesidades del desarrollo socialista.
  16. El sistema de educación asegura la formación de fuerza de trabajo calificada, de acuerdo con las capacidades y necesidades del desarrollo del país y de cada territorio, a partir de una adecuada formación vocacional y orientación profesional.
  17. El Estado garantiza la igualdad de oportunidades en el ejercicio del derecho de acceso a la educación superior, en correspondencia con la preparación y capacidad de los aspirantes.
  18. Las instituciones competentes aplican políticas sociales que contribuyen a la educación integral —ciudadana, cívica, ética, formal, jurídica, sexual, medioambiental, entre otras— de los individuos y las familias, y a la creación de condiciones para elevar el papel y responsabilidad de estos en su bienestar y sostén.
  19. Especial atención se presta a la participación en la vida cultural y la elevación de la cultura general, a la creación artística y literaria, la capacidad para apreciar el arte, la promoción de la lectura y al enriquecimiento de la memoria histórica y de nuestra identidad.
  20. Se cultiva el gusto por la belleza y la disposición a encontrar respuestas a las necesidades estéticas y éticas cotidianas en el diseño, donde se enlazan lo funcional y lo artístico.
  21. Están diversificadas las opciones de esparcimiento y uso del tiempo libre, que toman en cuenta los intereses, preferencias y tradiciones de los diferentes grupos de edades y segmentos de la población. Se aplican políticas que promueven el acceso de todos a productos culturales de la más alta calidad, en correspondencia con las posibilidades de la economía.
  22. La familia, la escuela, los educadores y la comunidad desempeñan un papel importante en la integralidad de la formación en valores de las nuevas generaciones, entre los cuales el Estado favorece y propicia una vinculación permanente.
  23. Se eleva la función de la familia como célula fundamental de la sociedad, en su responsabilidad por el pleno bienestar y sostén de sus miembros, así como la formación y preparación de las nuevas generaciones.
  24. Se garantiza el derecho universal a la práctica masiva de actividades físicas y recreativas; tomándose en cuenta las necesidades e intereses de los diferentes segmentos de la población.
  25. Mediante las vías de comunicación e información se accede de forma analí- tica, crítica y selectiva a la producción cultural, científica y tecnológica nacional e internacional, de modo que se asimila lo que tributa al desarrollo económico y social, en correspondencia con los valores de nuestra sociedad socialista.
  26. Se desarrolla integralmente el trabajo social y la labor preventivo-educativa desde la comunidad con todos los actores implicados, hasta las instancias superiores, de forma concertada y coordinada.
  27. Los subsidios se dirigen a la satisfacción de las necesidades básicas de las personas que lo requieren, en especial para la alimentación, la salud, higiene, vivienda y condiciones de vida, por estar impedidas para el trabajo, no contar con familiares que les brinden apoyo, o encontrarse en condiciones de riesgo o vulnerabilidad.
  28. Se incentiva la permanencia y retorno de las familias y los jóvenes a las comunidades rurales, con énfasis en aquellas con mayores potencialidades productivas.
  29. Es objeto de atención priorizada la situación demográfica, en función de transformar la tendencia decreciente de la población, prestándose especial cuidado a la fecundidad y la promoción de mecanismos que la estimulen.
  30. El envejecimiento de la población se aborda integralmente en todas las esferas incluidas, entre otras, la adecuación del entorno urbanístico, los servicios especializados de salud, de cuidados a la tercera edad, la satisfacción de sus necesidades y el fomento de su participación activa en la vida social y económica, estimulándose el empleo de todas las personas aptas para trabajar.
  31. El Estado promueve acciones para satisfacer las necesidades sociales y económicas de todos los segmentos poblacionales, en particular las mujeres, adultos mayores, la niñez, la juventud y adolescencia; así como para prevenir y enfrentar todas las formas de discriminación y manifestaciones de violencia en las relaciones interpersonales.
  32. Se asegura la prestación subvencionada de servicios de cuidados a las personas que los necesitan, a través de instituciones de diferentes formas de propiedad y de gestión.
  33. La elevación de las condiciones de vida es un objetivo prioritario permanente, con énfasis en la alimentación, el acceso al agua potable, el transporte público, la vivienda, la cultura, el deporte, las actividades físicas y la recreación, a los servicios de cuidados y de apoyo al hogar, entre otras.
  34. 2. El trabajo como fuente de bienestar y prosperidad
  35. La distribución de la riqueza creada en correspondencia con el trabajo aportado por cada cual, es expresión concreta de justicia social y un importante factor motivador para que todas las personas aptas sientan la necesidad de trabajar, promoviéndose así una cultura de productores.
  36. El trabajo, como fuente principal de ingresos sustenta condiciones de vida dignas para todos, permite que las personas eleven su bienestar material y espiritual y concreten sus proyectos individuales y familiares de vida.
  37. En consecuencia, existen diferencias en los ingresos de quienes trabajan, en función de la cantidad, calidad y complejidad de su labor y los resultados obtenidos.
  38. Tiene lugar el ejercicio responsable de los derechos y deberes laborales de los trabajadores en todas las formas de gestión y de propiedad, con justicia social y sin discriminación, incluido el derecho de afiliarse voluntariamente y constituir organizaciones sindicales de base, de conformidad con los principios unitarios fundacionales de la Central de Trabajadores de Cuba —o en su caso, organizaciones de base de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños—, que los representan y defienden, de acuerdo con la ley.
  39. Todo el que trabaja está amparado por la Seguridad Social, independientemente de la forma de propiedad o gestión en que se emplee.
  40. La correlación entre la dinámica de los precios minoristas y los ingresos provenientes del trabajo, las pensiones y jubilaciones, son objeto de control en función de proteger los ingresos reales de los trabajadores, jubilados y beneficiados por la asistencia social.
  41. Además, se reconocen otros ingresos legítimos no provenientes del trabajo, como remesas, herencias, venta del patrimonio personal, entre otros, de acuerdo con lo legalmente establecido.
  42. La propiedad personal sobre bienes de uso y consumo se protege, promoviéndose su incremento racional a partir de ingresos lícitos.
  43. Se aplican políticas que toman en cuenta el carácter de las necesidades que satisfacen los diferentes productos y servicios y el interés social de estimular o desestimular su consumo.
  44. Está diversificada la red comercial, con ofertas de bienes y servicios que aseguran la calidad y nivel de vida, de acuerdo con las posibilidades de la economía y las características de cada territorio, incluidas las tecnologías modernas de comunicación, información y esparcimiento, al tiempo que se fomenta una cultura de consumo racional en correspondencia con los valores de nuestra sociedad.
  45. Son ofertados productos y servicios que facilitan la incorporación de los integrantes de la familia al trabajo y favorecen los cuidados de la niñez y la población adulta mayor.
  46. El Estado regula la publicidad, orientada al consumo responsable y sostenible, basada en principios éticos y estéticos ajenos a cualquier tipo de engaño, discriminación u ofensa a algún sector de la sociedad, ni promover símbolos portadores de mensajes coloniales y procapitalistas. CONSIDERACIONES FINALES
  47. La actualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista constituye una necesidad para lograr la irreversibilidad y el desarrollo de la construcción del socialismo en Cuba.
  48. Es un proceso complejo, que comprende una gran cantidad de tareas y acciones interrelacionadas, identificadas en una proyección estratégica para la implementación de los Lineamientos.
  49. Este proceso se desarrolla bajo las fuertes restricciones que imponen el bloqueo, la perenne agresividad de los enemigos de la Revolución, quienes persisten en destruirla, y la difícil e incierta situación internacional, al tiempo que propugna la consolidación de la integración latinoamericana y caribeña; el cumplimiento de los compromisos internacionales y la participación del país en los distintos escenarios de cooperación e integración.
  50. Debe avanzar sin prisa pero sin pausa, con orden y disciplina sobre la base de los principios de nuestro socialismo, en especial los ideales de igualdad y justicia de la Revolución, sin resquebrajar la unidad de la mayoría del pueblo en torno al Partido, sin “terapias de choque” que afecten a la población, velando en especial los efectos de los cambios sobre la población de menores ingresos.
  51. Se requiere de tiempo y un sistemático control y evaluación de sus impactos económicos y sociales, para corregir oportunamente lo que sea necesario, sin detenerse ante los obstáculos. En consecuencia, los resultados se irán alcanzando gradualmente.
  52. Son importantes los debates, intercambios de ideas, estrategias comunicacionales y otras acciones que contribuyan a la modificación de concepciones y prácticas obsoletas, las cuales constituyen el principal obstáculo para la actualización del Modelo.
  53. La actualización del Modelo exige la participación y preparación de todos, en especial los trabajadores, así como de los jóvenes, a quienes corresponde un papel decisivo para hacer realidad la visión de nuestro país como una nación soberana, independiente, socialista, próspera y sostenible, con énfasis en el fortalecimiento de los valores éticos, políticos y culturales.
  54. […] Es preciso asegurar más explicación al pueblo, más disciplina y exigencia y un mayor y más cercano seguimiento al proceso de cambios. Hay que tener, como ya hemos dicho, los oídos y los pies bien puestos sobre la tierra.
  55. Las nuevas generaciones tienen un trascendente protagonismo en la búsqueda de soluciones revolucionarias en correspondencia con sus expectativas, sobre la base de una vida activa, transformadora, combativa, de trabajo y dedicación, comprometida con la Revolución y el Socialismo.
  56. El Partido Comunista de Cuba impulsa, exige y controla la actualización del Modelo en correspondencia con la presente conceptualización, en cualquier lugar que actúe, y desarrolla estrategias efectivas de formación político-ideológica, atractivas y con creatividad.
  57. Como parte de la necesaria interacción entre teoría y práctica, en el contexto de dinámicos escenarios nacionales e internacionales, la conceptualización del Modelo deberá ser objeto de perfeccionamiento con la periodicidad que se requiera.
  58. Asumiremos los retos y oportunidades que se deriven del proceso de recomposición del sistema internacional, caracterizado por las crecientes contradicciones entre el imperialismo y los pueblos, entre estos y las oligarquías y las que existen entre una multiplicidad de actores; en un entorno cambiante, cada vez más interdependiente; de amenazas a la paz y la seguridad internacionales, de crisis sistémica e insostenibilidad.
  59. En este contexto, los Estados Unidos de América y sus aliados pugnan por conservar sus posiciones de dominación imperialista, en los ámbitos económico, político, militar, tecnológico, cultural y comunicacional, frente al desarrollo de nuevos polos de poder mundial y regional, contra las fuerzas que luchan por un mundo más justo, equitativo y sostenible, y se oponen al dominio de las transnacionales, a la acelerada concentración de la riqueza y al agravamiento de la pobreza, la desigualdad y el subdesarrollo.
  60. Participaremos activamente en el impulso al proceso de concertación política e integración de “Nuestra América”, en especial desde el ALBA y la Celac, en aplicación de la Proclama de Amé- rica Latina y el Caribe como Zona de Paz, frente a la ofensiva del imperialismo y las fuerzas de derecha.
  61. Continuaremos desarrollando amplias y multifacéticas relaciones con los países que edifican el socialismo; con las hermanas naciones del Sur, asentadas en la solidaridad, la cooperación y el beneficio mutuo; y con los países industrializados sobre la base de la igualdad soberana, la no injerencia en los asuntos internos y las ventajas recíprocas.
  62. Contribuiremos en los procesos multilaterales y organizaciones internacionales, de conformidad con los Propósitos y Principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, principalmente en defensa de los intereses de las naciones del Sur.
  63. En pleno ejercicio de la independencia y la autodeterminación, en defensa de la soberanía y los intereses nacionales, actuaremos frente a los desafíos y las oportunidades derivadas de los progresos en las relaciones con los Estados Unidos de América, en particular respecto a las modificaciones que se produzcan en la aplicación del bloqueo económico, comercial y financiero.
  64. Con nuestros propios esfuerzos continuaremos el desarrollo del país y el mejoramiento del bienestar, para consolidar los logros de la Revolución e impulsar la construcción de nuestro socialismo próspero y sostenible.
  65. El General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros ha reflexionado: Sin el menor afán de chovinismo, considero que Cuba está entre el reducido número de países del mundo que cuenta con las condiciones para transformar su modelo económico y salir de la crisis sin traumas sociales porque, en primer lugar, tenemos un pueblo patriótico, que se sabe poderoso por la fuerza que representa su unidad monolítica, la justeza de su causa y preparación militar, con elevada instrucción y orgulloso de su historia y raíces revolucionarias.3

PRÓLOGO AL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO SOCIAL HASTA 2030: PROPUESTA DE VISIÓN DE LA NACIÓN, EJES Y SECTORES ESTRATÉGICOS

El presente documento es consecuente con los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución aprobados en el 6to. Congreso del Partido y su actualización para el periodo 2016-2021 aprobada en el 7mo. Congreso.

En él se establece la Visión de la Nación, entendida como el estado que se desea alcanzar y definida como Soberana, Independiente, Socialista, Democrática, Próspera y Sostenible, que sintetiza el contenido de la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista.

También se definen los Ejes Estratégicos como los pilares y las fuerzas motrices que permiten estructurar y concretar el Plan de Desarrollo y en consecuencia alcanzar la Visión de la Nación.

En tal sentido, expresan el contenido cualitativo de la estrategia a seguir, apuntando hacia: un gobierno eficaz y socialista y la integración social; la transformación productiva e inserción internacional; el desarrollo de la infraestructura; el potencial humano, la ciencia, la tecnología y la innovación; los recursos naturales y el medio ambiente; y el desarrollo humano, la equidad y la justicia.

Con el propósito de impulsar la transformación estructural que requiere la economía nacional se identifican, de forma preliminar, los Sectores Económicos Estratégicos y se establecen los principios metodológicos fundamentales para profundizar y culminar este análisis. En resumen, se busca determinar aquellos sectores que con su desempeño son capaces de impactar y arrastrar al resto de la economía, generalizando un incremento de la eficiencia y efectividad de la actividad productiva a escala nacional.

El Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, se erigirá como el documento rector del Sistema Nacional de Planificación, e incluirá las estrategias, objetivos y acciones generales en materia económica, social y política, concebidas de manera integral y coherente para orientar la conducción del desarrollo y resolver los desequilibrios estructurales de nuestra economía con una visión estratégica y consensuada a mediano y largo plazos.

A su vez, constituirá la herramienta principal para lograr los objetivos esenciales que se enuncian en la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista.

Asimismo, la implementación del referido Plan, representará un salto cualitativo en el sistema de planificación del país, ya que propiciará un conjunto de transformaciones en sus aspectos metodológicos, organizativos y de control.

Consolidará la planificación socialista como la categoría rectora y definitoria del sistema de dirección de la economía, ampliando su contenido y alcance con énfasis en la proyección estratégica, y garantizando una interrelación coherente entre los diferentes horizontes de la planificación, es decir, el temporal y el territorial.

En lo temporal revitalizará las interrelaciones en ambas direcciones entre los planes quinquenales y los anuales, es decir, el corto y el mediano y largo plazos; desde la perspectiva territorial, fortalecerá la coherencia y armonización entre los objetivos de desarrollo nacionales y los territoriales y locales.

Por otra parte, fortalecerá la capacidad de la planificación para garantizar los equilibrios macroeconómicos de corto y mediano plazos, y gestionar las capacidades de la economía en función de la estrategia de desarrollo.

A continuación se presenta el documento objeto de consulta, con vistas a recoger los criterios que contribuyan a su perfeccionamiento, y con ello continuar fortaleciendo el consenso necesario que permita avanzar y posteriormente concluir, en el año 2017, la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030.

PLAN NACIONAL DE DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL  HASTA 2030: PROPUESTA DE VISIÓN DE LA NACIÓN, EJES Y SECTORES ECONÓMICOS

ÍNDICE

  1. INTRODUCCIÓN
  2. PRINCIPIOS RECTORES Y EJES TEMÁTICOS PARA LA ELABORACIÓN DEL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL

III. VISIÓN DE LA NACIÓN PARA 2030

  1. EJES ESTRATÉGICOS
  2. SECTORES ECONÓMICOS ESTRATÉGICOS
  3. INTRODUCCION

1.Desde los años iniciales del triunfo revolucionario, la dirección política del país mostró su interés por disponer de un instrumento de proyección a largo plazo que facilitara la conducción estratégica de la economía nacional y la concreción de los objetivos recogidos en el Programa enunciado por el Comandante en Jefe en su alegato de autodefensa por los sucesos del Moncada conocido como “La historia me absolverá”.

  1. Con este propósito, y para enfrentar los nuevos retos que imponía el avance revolucionario, su carácter socialista y el complejo entorno internacional, se estableció la planificación como elemento fundamental del sistema de dirección económico-social y se elaboraron planes a corto, mediano y largo plazos, con diferentes objetivos y resultados por períodos.
  2. Los sucesos ocurridos a partir de finales de la década de los ochenta asociados a la desintegración del campo socialista y de la URSS, y la desaparición del CAME, unidos a los daños del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos de América, repercutieron desfavorablemente en la economía del país y en el sistema de planificación, sobre todo en sus horizontes de mediano y largo plazos.
  3. Los impactos de estos sucesos en nuestra estructura económica —imposibles de superar en breve plazo— y las prevalecientes insuficiencias en la integralidad de los enfoques de la planificación, contribuyeron a mantener las desproporciones macroeconómicas más allá de lo deseado e imposibilitaron avanzar en la solución de problemas estructurales que limitan el desempeño económico, lo que dilatado en el tiempo, ha frenado el desarrollo de las fuerzas productivas.
  4. En este contexto, y con el objetivo de resolver los desequilibrios estructurales de nuestra economía a partir de políticas de gobierno con enfoques sistémicos, integrales y sostenibles que respondan a una visión estratégica y consensuada a mediano y largo plazos, coherente con lo planteado en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución aprobados por el 6to. Congreso del Partido, se iniciaron los trabajos para conformar una propuesta de estrategia de desarrollo, conocida como Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030 (PNDES).
  5. La elaboración de un plan nacional de desarrollo implica un proceso de trabajo que interrelaciona metodológica y secuencialmente un conjunto de componentes. A continuación, se muestra un diagrama que ilustra, de manera resumida, dicho proceso.
  6. En particular la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030 transita por dos etapas: la primera, en marcha y que concluirá con los debates de este documento en el 7mo. Congreso del PCC. En ella, se han establecido los elementos conceptuales fundamentales que sirven de base para el Plan Nacional, entre los que se destacan la evaluación de la situación actual y el diagnóstico cualitativo, los principios rectores para la elaboración de la estrategia de desarrollo, la visión de la nación, los ejes y sectores estratégicos.
  7. En la segunda etapa se validarán e integrarán los diferentes programas y líneas de acción ya propuestas, en muchos casos hasta ese momento con un enfoque más sectorial que nacional, y se elaborarán otras aún no trabajadas; se establecerán los indicadores para evaluar los objetivos y se fijarán las metas a alcanzar desde un punto de vista cuantitativo, así mismo, se precisarán las demandas presupuestarias y la correspondencia de estas con las fuentes de financiamiento disponibles
  8. Finalmente, se establecerán o reforzarán los mecanismos de seguimiento, control, evaluación y rendición de cuentas dirigidos a implantar modelos de gestión orientados a resultados, elemento indispensable para la retroalimentación de los procesos de planificación, de toma de decisiones y de las correcciones necesarias, con vistas a lograr los mejores cursos de acción ante las cambiantes condiciones.
  9. El objetivo de este documento es mostrar una síntesis del trabajo realizado en la primera etapa, que sirva para su debate y reflexión, y posibilite establecer el consenso necesario para continuar avanzando en la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo.
  10. PRINCIPIOS RECTORES Y EJES TEMÁTICOS PARA LA ELABORACIÓN DEL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL
  11. En el documento “Aspectos fundamentales de las bases para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social 2016-2030”, aprobado por el Acuerdo 19/14 del Consejo de Ministros, de marzo de 2014, se establecieron los principios rectores y los ejes temáticos a tener en cuenta para desarrollar los trabajos relacionados con su elaboración.
  12. Los principios rectores son el resultado del exhaustivo análisis de la situación actual y el diagnóstico presentado en ese propio documento, y se identifican de manera explícita con los propósitos de consolidar una nación soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible:
  13. Garantizar una dinámica de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que permita un nivel de desarrollo sostenible y que conduzca al mejoramiento del bienestar de la población, con equidad y justicia social.
  14. Garantizar la propiedad social sobre los medios fundamentales de producción y consolidar un modelo de desarrollo económico y social socialista que propicie el funcionamiento eficaz de las instituciones de Estado y Gobierno, del sistema empresarial, y una efectiva y creciente participación de la sociedad en la toma de decisiones.
  15. Aumentar sustancialmente los niveles de eficacia, eficiencia y competitividad en todas las esferas de la economía, haciendo énfasis en la calidad.
  16. Perfeccionar el Sistema de Defensa y Seguridad Nacional para lograr una mayor coherencia, integralidad y efectividad que asegure prevenir, enfrentar y derrotar cualquier tipo de riesgo, amenaza o forma de agresión. Sustentarlo en la preservación de los conceptos estratégicos de nuestra Doctrina Militar, en particular la concepción de “Guerra de Todo el Pueblo” y su plena correspondencia con las posibilidades económicas del país.
  17. Garantizar un clima de seguridad y orden interior que asegure los principales órganos de dirección del país y la materialización del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social, mediante el fortalecimiento de las acciones preventivas y de enfrentamiento a la actividad enemiga, la corrupción y las diferentes formas delictivas, así como otras conductas antisociales. Sustentarlo en el concepto estratégico de la participación activa de las instituciones y demás entidades del Estado y el Gobierno, las organizaciones políticas y de masas y de todo el pueblo en el mantenimiento de la seguridad interior.
  18. Propiciar y estimular la investigación científica, la aplicación de la ciencia, la tecnología, la innovación, así como su difusión y generalización en todas las esferas de la sociedad.
  19. Transformar la matriz energética con una mayor participación de las fuentes renovables y de los otros recursos energéticos nacionales.
  20. Recuperar, preservar, modernizar y ampliar en general la infraestructura, como sustento imprescindible del desarrollo previsto.
  21. Asegurar la sostenibilidad demográfica del país y sus territorios mediante estrategias que permitan atenuar las tendencias negativas en esta materia.
  22. Desarrollar actividades productivas y de servicios que aprovechen ampliamente las ventajas comparativas y competitivas, para lograr una mejor inserción en la economía internacional, con énfasis en lo regional.
  23. Garantizar el desarrollo preferente e integral de las ramas de la industria que contribuyen al fomento de los sectores estratégicos.
  24. Alcanzar niveles de producción y comercialización agropecuaria que garanticen un alto grado de autosuficiencia alimentaria.
  25. Garantizar la coherencia de las políticas monetaria, crediticia, de precios, cambiaria y fiscal con el objetivo fundamental de preservar las funciones de dinero de la moneda nacional, de acuerdo con los requerimientos del plan y de las relaciones monetario-mercantiles.
  26. Incrementar el ahorro nacional y asegurar los fondos de financiamiento interno especializados.
  27. Ampliar y diversificar las fuentes de financiamiento externo de mediano y largo plazos, que contribuyan activamente al desarrollo del país, así como a garantizar la sostenibilidad del endeudamiento.
  28. Concebir la inversión extranjera directa como parte esencial de la estrategia de desarrollo del país y en particular, de los sectores definidos como estratégicos.
  29. Ampliar y diversificar el comercio exterior y la cooperación internacional, con el objetivo de incrementar su contribución al desarrollo nacional y local.
  30. Propiciar el perfeccionamiento y la expansión del mercado interno, para lograr que la demanda compulse a la producción nacional a dar respuesta al consumo diversificado de las empresas y la población, con la calidad requerida.
  31. Consolidar las conquistas de la Revolución en el acceso a la salud, seguridad y asistencia social, educación, cultura, deporte, recreación, seguridad y protección ciudadanas.
  32. Asegurar las fuentes de empleo necesarias para el desarrollo previsto, favoreciendo la ocupación en la esfera productiva y un crecimiento sostenido de la productividad del trabajo.
  33. Garantizar que el trabajo constituya en sí mismo una necesidad y motivo de realización personal para cada ciudadano.
  34. Lograr una adecuada distribución territorial de las fuerzas productivas, conjugando la dimensión nacional y sectorial con la local y el desarrollo de ciudades modernas, zonas rurales y montañosas prósperas, ordenadas y sostenibles.
  35. Asegurar la conservación y uso racional de los recursos naturales, de forma que la protección del medio ambiente sea un factor que contribuya al desarrollo económico y social sostenible.
  36. Los ejes temáticos, inicialmente identificados como módulos, expresan las dimensiones principales que conforman el panorama económico, social y ambiental, con el propósito de facilitar la determinación de las interrelaciones fundamentales entre cada una de ellas, y asegurar el enfoque integral y sistémico de la estrategia de desarrollo.
  37. Asimismo, constituyen una adecuada referencia para la estructuración de los grupos de trabajo que deben acometer la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social. A continuación se muestra un diagrama que resume los ejes temáticos que fundamentan el trabajo.
  38. VISIÓN DE LA NACIÓN PARA 2030
  39. La visión de la nación, entendida como el estado que se desea alcanzar, se define como soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible.
  40. En ella se sintetizan las aspiraciones que han caracterizado la lucha por la plena emancipación y unidad de la nación a lo largo de nuestra historia y que han sido refrendadas por la mayoría de nuestro pueblo en cada uno de los procesos democráticos y de participación popular desarrollados a lo largo del período revolucionario.
  41. Esta visión de la nación tiene implícita la necesidad de estructurar un enfoque de desarrollo capaz de enfrentar, al mismo tiempo, los principales problemas y dificultades que exhibe la sociedad cubana en los ámbitos político, ideológico, institucional, social, económico, demográfico, cultural, tecnológico y ambiental; y los retos que depara el futuro, asociados a una situación internacional —política, financiera y comercial—, muy compleja y a los constantes cambios en términos tecnológicos y climáticos.
  42. El diseño de la estrategia de desarrollo debe ser un ejercicio de construcción participativa que garantice consenso acerca de los objetivos que se deben cumplir para alcanzar la nación que se desea tener en 2030 y de las transformaciones integrales y coherentes necesarias para lograrlo.
  43. EJES ESTRATÉGICOS
  44. A partir de la visión de la nación definida, en el presente documento se establecen seis ejes estratégicos, íntimamente imbricados y sistémicamente diseñados, que deben articular la propuesta de desarrollo económico y social hasta 2030 y contribuir desde su área de influencia a la consecución de ese propósito a largo plazo. A partir de ellos se definen objetivos generales y específicos.
  45. Los seis ejes son: gobierno eficaz y socialista e integración social; transformación productiva e inserción internacional; infraestructura; potencial humano, ciencia, tecnología e innovación; recursos naturales y medio ambiente; y desarrollo humano, justicia y equidad.
  46. Estos ejes conforman el núcleo de la definición general de la propuesta de desarrollo económico y social, al ser los portadores del contenido cualitativo de las transformaciones que demanda la situación actual para alcanzar las metas propuestas. En tal sentido, constituyen las fuerzas motrices que permiten estructurar y concretar la estrategia de desarrollo y en consecuencia alcanzar la visión de la nación propuesta.
  47. En torno a estos seis ejes estratégicos se establecen veintidós objetivos generales y ciento seis objetivos específicos.
  48. Muchas de las acciones, medidas y políticas necesarias para alcanzar estos objetivos, han sido aprobadas durante estos años o se encuentran en diversas fases de estudio o experimentación, lo que está contenido con mayor detalle en el documento “Resultados de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, aprobados en el 6to. Congreso del Partido y su actualización para el período 2016-2021”. Eje estratégico: Gobierno eficaz y socialista e integración social
  49. La construcción de la Visión de Nación para 2030 requiere del perfeccionamiento y fortalecimiento del Estado socialista, de los órganos Ejecutivo, Legislativo y Judicial, de sus instituciones, de sus sistemas democrático, jurídico y de dirección económica y social; también demanda el perfeccionamiento de su organización territorial con el propósito de lograr una mayor articulación entre el nivel central y el territorial, a fin de potenciar la eficiencia y eficacia de las políticas públicas y sus capacidades para promover el desarrollo.
  50. Teniendo en cuenta la estructura económica heterogénea de la sociedad, se debe asegurar un marco institucional adecuado, claro y predecible que permita la mejor combinación de los intereses y acciones de los individuos, colectivos laborales y organizaciones empresariales con los intereses de la sociedad, en función de que el aporte laboral sea el criterio central de la situación del individuo en la sociedad y de esta forma fomentar a nivel social relaciones de solidaridad y de complementariedad que promuevan un mayor énfasis en los intereses colectivos y nacionales.
  51. Los órganos del poder del Estado y sus actuaciones en los respectivos espacios desempeñan un papel crucial en la formulación y la implementación de las políticas públicas. Asimismo, deben garantizar que no se infrinjan los límites impuestos por la Constitución y las leyes.
  52. El desarrollo de instituciones de administración pública modernas con adecuados balances entre objetivos y recursos, y equipos profesionales competentes, así como la formación y fortalecimiento de valores y el fomento de grados superiores de cultura política, jurídica y económica en los ciudadanos, son factores determinantes en la implementación de las políticas públicas.
  53. Adicionalmente, son necesarios cambios en el accionar de la ciudadanía y el incremento del nivel de corresponsabilidad en que se sustentan las relaciones Estado-Sociedad, a fin de propiciar una mayor participación y autonomía, a partir de una clara definición de los niveles de responsabilidad.
  54. Se trata de fortalecer la capacidad del Estado de influir de manera decisiva y de esta forma conducir la orientación del desarrollo, la asignación de los recursos y el cumplimiento de las funciones de regulación, gestión y control, sintetizando de manera efectiva las posibilidades que brinda la opción socialista de construir el futuro a partir de la propiedad social sobre los medios fundamentales de producción, la participación efectiva de todos los actores sociales y contar con la planificación centralizada y participativa como componente principal del sistema de dirección económica y social.
  55. Todo ello, con el objetivo de conformar y consolidar una sociedad segura, justa, cohesionada y solidaria, que se distinga por la equidad proveniente del fortalecimiento del principio de distribución de la riqueza creada según la cantidad y calidad del trabajo aportado, por la preservación de las conquistas de la Revolución en materia social y por una mayor participación efectiva y responsable de los ciudadanos en la toma de decisiones.
  56. Con el propósito de lograr lo anterior se establecen cuatro objetivos generales que se desagregan en diecisiete objetivos específicos. Objetivos generales
  57. Consolidar el Estado socialista y democrático, fortaleciendo la participación popular en todas las esferas.
  58. Fortalecer el marco institucional en todas sus dimensiones y el respeto a la ley por todos los órganos del Estado, el Gobierno, actores económicos y ciudadanos.
  59. Consolidar la defensa y la seguridad nacional.
  60. Fomentar la integración internacional de Cuba en los procesos económicos mundiales y regionales. Objetivos específicos
  61. Fortalecer la democracia socialista, sus principios, instituciones y procedimientos.
  62. Consolidar un sistema de administración pública, ágil, eficaz y eficiente, cuyo propósito esencial sea la obtención de resultados en beneficio de la sociedad y del desarrollo nacional y local.
  63. Fortalecer el sistema de control interno y externo, así como el control social, la prevención y el enfrentamiento a la corrupción, el delito, las indisciplinas sociales y administrativas, el acceso a la información de la administración pública, con el propósito de garantizar la rendición de cuentas y la calidad y eficacia de las políticas públicas.
  64. Garantizar una correcta implementación de la política de comunicación social del Estado. 65. 5. Impulsar el desarrollo territorial mediante el fortalecimiento de atribuciones y las capacidades de planificación y gestión de los territorios, la participación de los actores sociales y la coordinación con otras instancias del Estado, a fin de potenciar los recursos locales y aprovechar las oportunidades de los mercados internacionales.
  65. Consolidar un sistema de dirección de la economía que asegure los equilibrios macroeconómicos y la debida articulación entre la planificación estratégica y operativa, la dotación de recursos humanos y materiales y la gestión financiera, así como un balance adecuado entre centralización y descentralización, a fin de potenciar la eficiencia y eficacia de las políticas públicas en los niveles central y territorial.
  66. Garantizar un entorno macroeconómico —fiscal, monetario y financiero— estable y sostenible, que permita asignar eficientemente los recursos.
  67. Consolidar un sistema financiero eficiente que apoye la generación de ahorro y su canalización al desarrollo productivo, asegurando la sostenibilidad financiera del proceso de transformación estructural.
  68. Consolidar un marco regulatorio que promueva el funcionamiento ordenado y eficiente de los actores y mercados.
  69. Propiciar mayores niveles de inversión, tanto nacional como extranjera, en actividades de alto valor agregado y capacidad de generación de empleos.
  70. Fortalecer el respeto a la ley y mantener la observancia de los derechos y 20 deberes ciudadanos a través de un sistema judicial eficiente y eficaz, accesible a toda la población y ágil en los procesos legales.
  71. Perfeccionar el sistema de defensa y seguridad nacional adecuándolo a las transformaciones que se produzcan en los ámbitos político, económico, social, el sistema de dirección del país y el comportamiento de la actividad delictiva, así como de otros fenómenos nocivos que impactan en la sociedad. Tener presente la evolución de los escenarios internacionales en el orden político-militar y de seguridad interior, en particular los cambios que el enemigo introduce en sus doctrinas para la realización de las diferentes formas de agresión. Enriquecer la base doctrinaria y reglamentaria a partir de los conceptos estratégicos de la “Guerra de todo el Pueblo” y los principios que sustentan la Seguridad Nacional del país, asegurando su perdurabilidad y preservando los indisolubles vínculos con el pueblo.
  72. Incrementar las capacidades defensivas y de seguridad interior con la mayor racionalidad económico-financiera posible y mediante un amplio empleo de las tecnologías y sistemas avanzados y seguros que estén al alcance del país. Desarrollar y fortalecer la preparación de todos los componentes del sistema, en especial de sus órganos de dirección y las instituciones armadas.
  73. Promover un entorno político internacional y regional favorable al desarrollo socioeconómico nacional, mediante la contribución a la preservación de la paz, la seguridad y la estabilidad internacional y regional, a la creación de un nuevo orden económico internacional y a la aplicación del Derecho Internacional, en beneficio de la seguridad nacional de Cuba, de las relaciones económicas del país, de la influencia de este en los mecanismos y procesos de negociación multilateral y en grupos de estados; y de la integración regional.
  74. Incrementar el reclamo internacional del levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero y erosionar su aplicación mientras exista; influir en el debate doctrinal, la negociación y la codificación contra la imposición de mecanismos y normas supranacionales que afectan la igualdad soberana y otras formas de agresividad como la guerra económica y la subversión político-ideológica.
  75. Mantener el reclamo internacional por la devolución del territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval estadounidense en la provincia de Guantánamo.
  76. Promover de manera integral la imagen del país como destino atractivo y seguro en cada una de sus prioridades de desarrollo, así como los avances alcanzados en materia política, económica, social y cultural, que contribuyan a la credibilidad de Cuba en sus relaciones económicas internacionales. Eje estratégico: Transformación productiva e inserción internacional
  77. La transformación productiva como componente de una estrategia de desarrollo debe abarcar tres aspectos esenciales para que impacte de manera significativa en el crecimiento económico y social a largo plazo, estos son: desplazar el esfuerzo fundamental de la actividad económica hacia nuevas actividades con mayor conocimiento y tecnología; realizar las transformaciones y ajustes necesarios al interior de cada sector, en especial de aquellos considerados como estratégicos, y modificar el modelo de especialización y participación en la economía internacional.
  78. Cumplir la visión de la nación requiere un alto desarrollo económico y social, con crecimientos de la economía superiores a los alcanzados como promedio hasta 2015, lo que demanda una profunda transformación y modernización tecnológica de la planta productiva, basada fundamentalmente en el desarrollo y la aplicación de la ciencia, la tecnología y la innovación y el incremento de la eficiencia y competitividad de la actividad económica del país.
  79. En consecuencia, se deberá propiciar una mayor movilidad, siempre ordenada, de la fuerza de trabajo hacia sectores y ramas de mayor productividad; crear y promover encadenamientos productivos, dentro de cada uno de los sectores y entre ellos; identificar y promover la creación de nuevos sectores o ramas de producción sobre la base de una combinación eficiente entre las fortalezas del país y la evolución de la economía mundial; y desarrollar las instituciones adecuadas para lograr los efectos imprescindibles que impulsen el crecimiento y promuevan la equidad para garantizar el desarrollo económico y social de la nación.
  80. La participación en el mercado internacional tendrá, por lo general, como paso previo, la aceptación en el mercado interno de los productos y servicios que se pretendan exportar partiendo del desarrollo de aquellas actividades que aprovechen más ampliamente las condiciones ventajosas del país. Como resultado de las modificaciones en el perfil de especialización productiva del país y su reflejo en una mejoría sostenible del saldo externo, se reducirían las restricciones financieras, permitiendo una relación más favorable de Cuba con los mercados financieros internacionales.
  81. Con el propósito de lograr lo anterior se establecen cinco objetivos generales, que se desagregan en catorce objetivos específicos. Objetivos generales
  82. Lograr un alto y sostenido crecimiento de la economía, que asegure el desarrollo.
  83. Fomentar una estructura productiva diversificada, eficiente, eficaz y sostenible.
  84. Impulsar la participación dinámica, eficiente y diversificada en los mercados internacionales.
  85. Lograr una mayor integración entre los actores económicos del país, que dé respuesta oportuna a las demandas del mercado interno, tanto del sector productivo como de la población.
  86. Generar empleos suficientes y productivos. Objetivos específicos
  87. Desarrollar un sector manufacturero articulador del aparato productivo nacional, ambientalmente sostenible e integrado a los mercados globales a partir de un mayor nivel de articulación y alcance en las cadenas de valor.
  88. Alcanzar mayores niveles de productividad en todos los sectores de la economía mediante la diversificación, la modernización tecnológica, la innovación y la participación selectiva en los nuevos paradigmas tecnológicos, en particular con un enfoque de alto valor agregado.
  89. Propiciar los encadenamientos productivos hacia el interior del país, a partir de nuevas bases tecnológicas, patrones de utilización de los factores productivos y modelos gerenciales y de organización de la producción.
  90. Incrementar la inversión extranjera directa que estimule la reorientación productiva hacia actividades basadas en el fortalecimiento de capacidades nacionales de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), de formación especializada de capital humano y de redes de información y vigilancia tecnológica para dinamizar los procesos de aprendizaje y de asimilación de nuevas tecnologías.
  91. Elevar la producción, productividad, competitividad y sostenibilidad ambiental y financiera de las cadenas productivas agroalimentarias, a fin de contribuir a la seguridad alimentaria, aprovechar el potencial exportador, incrementar la sustitución eficiente de las importaciones y generar empleos e ingresos, particularmente en la población rural.
  92. Potenciar con énfasis especial la articulación entre la agricultura y la manufactura, particularmente la industria alimentaria; así como entre el sector de los servicios y el de la manufactura.
  93. Promover la reconversión y el desarrollo sostenible de la industria constructiva, con un mayor empleo de tecnologías de avanzada y eficiencia y efectividad en el uso de los recursos (financieros, materiales y humanos).
  94. Fortalecer la competitividad, diversificación y sostenibilidad del sector del turismo con el propósito de incrementar los ingresos por exportaciones de servicios, su capacidad de crear fuentes de empleo, promover la cultura nacional e incrementar su encadenamiento con los mercados internos y producciones nacionales.
  95. Fortalecer la industria nacional, en todas sus escalas, orientada al mercado interno, sobre la base de la competitividad, sostenibilidad y la promoción de su participación en los mercados internacionales.
  96. Elevar la eficiencia, calidad, capacidad de inversión y productividad de las formas no estatales de gestión.
  97. Impulsar el desarrollo de las exportaciones sobre la base de una participación competitiva en los mercados internacionales y la articulación de las empresas exportadoras con las industrias de insumos, bienes de capital y servicios, con vistas al desarrollo de actividades conexas de alto nivel tecnológico y valor agregado.
  98. Aprovechar las potencialidades que brindan los espacios regionales y subregionales en el proceso de fortalecimiento de la participación económica internacional, localizando de manera permanente los nichos de mercados para las producciones nacionales.
  99. Lograr una participación más eficiente en los mercados financieros internacionales, con el propósito de ampliar y diversificar las fuentes de financiamiento externo de mediano y largo plazos.
  100. Fomentar la generación de empleos, en especial los de mayor complejidad tecnológica y conocimiento en todos los sectores y actores económicos, garantizando la igualdad de remuneración para trabajos similares.

Eje estratégico: Infraestructura

  1. La experiencia internacional evidencia que la inversión en infraestructura es clave para sostener el crecimiento económico y social a largo plazo; su subestimación e insuficiencia genera cuellos de botella que obstaculizan el adecuado desempeño de la estrategia de desarrollo.
  2. El desarrollo de la infraestructura tiene efectos positivos indirectos esenciales, vinculados al incremento de la competitividad y eficiencia en términos sistémicos; entre otros:
  3. a) Incremento del rendimiento y la productividad empresarial;
  4. b) disminución de los costos de transacción y logística;
  5. c) atracción de la inversión;
  6. d) favorecimiento de la articulación de encadenamientos productivos;
  7. e) generación de empleos;
  8. f) incrementos cuantitativos y cualitativos de los servicios a la población.
  9. Concretar la visión de la nación propuesta exige un alto desarrollo económico y social, para lo que resulta imprescindible recuperar, preservar, modernizar y ampliar la infraestructura del país que sostenga y propicie la transformación estructural necesaria.
  10. La baja participación de las inversiones en la infraestructura respecto al total de las inversiones en el país y su retraso tecnológico evidencia cuánto hay que avanzar en este sentido.
  11. Para lograr este propósito se establecen tres objetivos generales, que se desagregan en catorce objetivos específicos.

Objetivos generales

  1. Maximizar la contribución de la infraestructura al proceso de desarrollo.
  2. Perfeccionar el papel del Estado como regulador y participante del proceso inversionista en infraestructura.
  3. Estimular la participación de la inversión extranjera y nacional en el desarrollo y mantenimiento de la infraestructura del país.

Objetivos específicos

  1. Generar un contexto macroeconómico y marco institucional dirigido a impulsar los procesos inversionistas y la aportación de las instalaciones en cuanto a su efectividad económica, social y medioambiental.
  2. Reestructurar la participación del Estado y otras formas de gestión en la cadena de valor de la infraestructura, en particular en la operación y el mantenimiento de la propiedad socialista de todo el pueblo a través de contratos de administración.
  3. Aumentar niveles de inversión en infraestructura, a partir de la modernización, renovación y/o completamiento de las capacidades ya instaladas, incorporando nuevas tecnologías que permitan eliminar restricciones y cuellos de botella que afectan la economía en su conjunto.
  4. Incrementar la productividad social de los recursos asignados a la infraestructura, a partir de un proceso inversionista efectivo en todas sus etapas.
  5. Dar participación a la inversión extranjera en espacios donde sea viable y socialmente conveniente, en el financiamiento e implementación de inversiones de infraestructura, de manera que permita compartir riesgos y aspirar a mayores niveles de modernización en las capacidades que se instalen.
  6. Incrementar y sostener la infraestructura de la industria constructiva, introduciendo tecnologías de avanzada a fin de prever capacidades que admitan los volúmenes y dimensiones demandados por las diferentes etapas del desarrollo.
  7. Garantizar un suministro energético confiable, diversificado, moderno, a precios competitivos y en condiciones de sostenibilidad ambiental, aumentando sustancialmente el porcentaje de participación de las fuentes renovables de energía en la matriz energética nacional, esencialmente de la biomasa, eólica y fotovoltaica.
  8. Desarrollar y sostener la infraestructura de las telecomunicaciones para lograr acceso universal y uso productivo de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs) a partir del desarrollo de inversiones en tecnologías de avanzada a nivel internacional, que permitan un mayor acceso a la banda ancha.
  9. Desarrollar y sostener la infraestructura hidráulica del país y la necesaria cultura de ahorro, con el propósito de incrementar la disponibilidad, la protección y la gestión adecuada del recurso agua.
  10. Expandir la cobertura y mejorar la calidad y competitividad de la infraestructura y servicios de transporte y logística, orientándolos a la integración territorial, al aseguramiento del desarrollo productivo y a la participación competitiva en los mercados internacionales a partir del incremento de las inversiones y la modernización de la tecnología utilizada.
  11. Convertir el país en un centro logístico regional, aprovechando sus ventajas de ubicación geográfica.
  12. Crear la infraestructura (física e institucional) de normalización, metrología, control de la calidad, reglamentación técnica y acreditación, que garantice el cumplimiento de los requisitos de los mercados globales y un compromiso con la excelencia.
  13. Garantizar el desarrollo sostenible de las ciudades, zonas rurales, costeras y montañosas, asegurando su infraestructura técnica y de servicios, y en correspondencia con el ordenamiento territorial.
  14. Establecer una estrategia flexible para el financiamiento destinado a desarrollar la infraestructura del país, ampliando y diversificando las fuentes de financiamiento internas y externas de mediano y largo plazos. Eje estratégico: Potencial humano, ciencia, tecnología e innovación
  15. Una de las principales fuentes del crecimiento a nivel internacional ha sido la formación y movilización del potencial humano. De hecho, existe una reconocida relación entre capacidad de generación de conocimientos y de innovación de un país, y su crecimiento y desarrollo económico y social.

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Debate Plural

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