Stephen Paddock se parapetó con 23 armas, miles de balas y varios kilos de nitrito, que se usa para fabricar explosivos, en el hotel Mandalay, y empezó a disparar tras romper 2 ventanas hacia el concierto Route 91 al que asistían aproximadamente 16,000 personas.
Dueño de dos viviendas, una en San Remo, donde se encontraron 7 armas, 5 pistolas y 2 escopetas. En su otra casa en Mesquite, descubrieron 19 armas.
Según el Daily Mail, las armas utilizadas en la matanza fueron: 4 rifles DDM4 fabricados por Daniel Defense, con costo mil 900 dólares; 3 rifles FN-15 fabricados por FN América, con costo de entre mil y dos mil dólares; 1 AK-47 que es rifle de asalto de diseño ruso, con costo de hasta 600 dólares.; 1 Colt AR-15, que es el más popular en Estados Unidos.; 2 ‘bump stocks’ con los cuales modifican armas semiautomáticas a casi automáticas.
Asistentes al concierto informaron que el sonido de las balas contra la multitud duró aproximadamente 10 minutos y 15 minutos consecutivos, antes de que decidiera quitarse la vida al observar vía las cámaras de vigilancia que él colocó en el cuarto, la llegada de los agentes a la puerta de su habitación.
De acuerdo con NBC News, una semana antes, envió 100,000 dólares a Filipinas, la tierra de su novia, Marilou Danley.
Salvo el historial de su padre, Benjamín Hoskins Paddock, que estuvo en la lista de los más buscados del año 1969, y cuya profesión era “ladrón de bancos”, Stephen no tenía antecedentes criminales, ni era militar. Era contable y la pregunta que aún no tiene respuesta es ¿por qué?