Wander Santana (D. Libre, 5-10-17)
La fuga de Pedro Alejandro Castillo Paniagua, conocido como “Quirinito” pone en tela de juicio, una vez más, el sistema de justicia dominicano y demanda una investigación profunda para identificar a los que actuaron en esa escapada.
Así lo consideran el presidente del Tribunal Constitucional (TC), Milton Ray Guevara, y el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Servio Tulio Castaños.
“Este acontecimiento requiere de una investigación exhaustiva y que se establezcan las responsabilidades condignas, de manera que se dé un ejemplo, porque con esto está en juego, una vez más, la credibilidad del aparato judicial de la República Dominicana”, precisó ayer Ray Guevara.
Expresó que en todas partes del mundo se producen fugas espectaculares, pero que también en la mayoría de los países donde esto ocurre, esos prófugos son recapturadas y tienen que afrontar de nuevo el imperio de la ley.
“Es una responsabilidad de las autoridades judiciales hacer todo lo que esté a su alcance para que eso sea resuelto”, sentenció.
Mientras que Servio Tulio Castaños cree que en la fuga de “Quirinito” actuó toda una red de personas, y “evidencia complicidad de las autoridades judiciales”.
En ese sentido, el jurista dijo que toda la sociedad merece y está a la espera de una explicación sobre lo sucedido. Quirinito fue condenado a 20 años de prisión en la cárcel de Najayo, por el asesinato del nacional español Gustavo Adolfo Cervantes. Luego se dispuso su traslado al Centro de Corrección y Rehabilitación Vista del Valle, en San Francisco de Macorís.
Cuando declararon su muerte, Quirinito se encontraba en su casa cumpliendo prisión domiciliaria, por disposición de la jueza de la ejecución de la pena, Aleida Jiménez Acosta, no obstante, el cuerpo nunca apareció.
Luego de una investigación, el pasado martes la Procuraduría General de la República reveló que “Quirinito” no estaba muerto y emitió una orden de captura internacional.
Quirinito fue condenado a 20 años de prisión en la cárcel de Najayo, por el asesinato del nacional español Gustavo Adolfo Cervantes. Luego se dispuso su traslado al Centro de Corrección y Rehabilitación Vista del Valle, en San Francisco de Macorís. Cuando declararon “su muerte”, Quirinito se encontraba en su casa cumpliendo prisión domiciliaria, por disposición de la jueza de la ejecución de la pena, Aleida Jiménez Acosta.
