Mario Bonetti (Editor de la Revista Unidad Marxista)
Volvamos a los problemas del presente. No debería olvidarse que ha sido y sigue siendo el capitalismo el sistema que ha arrojado a la miseria a los pueblos de los cinco continentes, ante todo al llamado III mundo, y no el socialismo, y que el bienestar de las clases trabajadoras en los Estados europeos tenidos por modelos del desarrollo socioeconómico, como los de Europa del norte, así mismo, el bienestar que tuvieron amplios sectores de la clase media norteamericana entre 1946 y 1990, se han hecho añicos hoy día por la crisis general del capitalismo monopolista, el que ha tenido que sacrificar los logros sociales de décadas pasadas para mantenerse vivo y seguir funcionando.
En cuanto se trata de nuestro lar nativo debemos recalcar que la miseria económica de las grandes mayorías, el fortalecimiento del Estado delincuente y la impunidad que lo caracteriza es una condición previa de la acumulación capitalista y no del socialismo.
A pesar de estas verdades, gracias a la labor desmovilizadora de las iglesias, de los medios de comunicación y de las universidades, varios sectores populares sienten temor por el socialismo marxista, aunque dichos sectores solo tendrían que ganar y nada de perder bajo un régimen socialista.