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JCE: ¿Guardiana del Registro Civil?

Written by Debate Plural
Vinicio Castillo Semán (Listin, 14-8-17)

El artículo 212, Párrafo II de la Constitución de la República, establece: “Párrafo II.- Serán dependientes de la Junta Central Electoral el Registro Civil y la Cédula de Identidad y Electoral”. La JCE, por tanto, es el único organismo del Estado Dominicano con competencia para dirigir y organizar el Registro Civil y la Cédula de Identidad y Electoral de la República Dominicana.

Ni el Poder Ejecutivo, ni el Legislativo, ni mucho menos ninguna organización internacional o potencia extranjera puede inmiscuirse en los temas de Registro Civil, que es el corazón de la identidad nacional de la República Dominicana.

Hemos leído con gran sorpresa que un organismo como la Unicef, dependiente de la ONU, ha suscrito en la sede del Palacio Nacional un acuerdo para una llamada “universalización” de la identidad civil en nuestro país.

La misma ONU cuyo secretario general, Ban-Ki moon, le pidió al Presidente de la República Dominicana asumir más de un millón de haitianos como ciudadanos dominicanos, en un cónclave internacional celebrado en Panamá, revelación hecha por el propio Presidente Danilo Medina.

No podemos ser ingenuos ni cándidos al entender que la Unicef y la ONU lo que están es “preocupados” por la falta de documentos de identidad civil de ciudadanos dominicanos, hijos de padres o madres dominicanos, que por cualquier razón no han sido declarados en los hospitales públicos, ni han llenado el procedimiento de ‘Declaración Tardía’ que establece la Ley.

Esa misma ONU y Unicef, han tenido veinte años el control de Haití y nunca se han preocupado por dotar a ese pueblo de identidad civil, ni documentar sus niños. Es obvio que existe un plan muy claro para asaltar el Registro Civil dominicano. La ONU, la OEA, la Comisión y la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, han pretendido desconocer el Fallo No. 168-13 del Tribunal Constitucional, y lo que establece la Constitución en materia de Nacionalidad, en el sentido de que, ningún hijo de ilegal nacido en la República Dominicana adquiere la nacionalidad por el ‘jus-soli’.

No podemos ser ingenuos, ni darle el benefi cio de la duda a las intenciones de la ONU y de Unicef, cuando son los mismos que nos están acusando de fomentar la “Apatridia”, cuando negamos nacionalidad a los hijos de haitianos ilegales que nacen en la República Dominicana.

En nombre del “humanismo” de dotar de identidad civil a dominicanos que no la tienen, debemos de tener mucho cuidado de que la Unicef, la ONU y los organismos internacionales pretendan meternos “gato entre el macuto” y falsifi car identidades y la nacionalidad dominicana documentando a los hijos de ilegales como ciudadanos de nuestro país.

La Ley General de Migración, en su artículo 28, establece muy claro cuál es el procedimiento a seguir cuando nace en un hospital público dominicano un hijo de extranjeros ilegales.

Se expide una llamada “acta rosada”, que tiene que ser llevada a los Consulados del país que corresponda la nacionalidad de los padres. Hoy, el 70% de las camas de las maternidades de la República están ocupadas por parturientas haitianas, muchas de ellas traídas especialmente desde Haití.

¿Se están expidiendo las actas rosadas? ¿Se están llevando al Consulado Haitiano? ¿Haití le está dando identidad a esos cientos de miles de niños que están naciendo en la República Dominicana? Esa es la bomba en el corazón de la República Dominicana.

Haití no está asentando esos niños, ni le interesa darles identidad civil ni certifi car fi liaciones. Lo único que le interesa a Haití es dejarnos ese inmenso problema a los dominicanos. Y lo peor, alegar que esos nacidos aquí no son sus ciudadanos, sino que son dominicanos.

En el pasado, no es un secreto para nadie, que el presidente de la Junta Central Electoral, Dr. Roberto Rosario Márquez, fue atacado y presionado de manera artera, por negarse a recibir presiones de los organismos internacionales y de potencias extranjeras para que se subvirtiera el alma de la República, que es su Registro Civil.

Hoy preside la JCE un gran amigo, persona intachable, el Dr. Julio César Castaños Guzmán, que fue elegido por consenso de todas las fuerzas políticas y de la sociedad dominicana, en un gran reconocimiento a su persona. El Dr. Castaños y los demás miembros de la Junta Central Electoral tendrán la responsabilidad histórica de defender con celo su país y rechazar de forma tajante cualquier tipo de conspiración y maniobra que pretenda subvertir la integridad de nuestro Registro Civil.

Las declaraciones tardías no pueden ser festinadas ni su procedimiento arrabalizado. Todo está previsto en la Ley y deben ser de estricto cumplimiento todas sus formalidades y fi ltros judiciales. Ningún acuerdo con Unicef puede menguar, socavar o perturbar el cumplimiento estricto de la ley en materia de declaraciones tardías, so pena de incurrir los Ofi ciales del Estado Civil en graves crímenes de falsedad.

Hay que abrir los ojos en esta materia.

Nos han llegado denuncias de distintos hospitales públicos de que hay una inusitada demanda por parte de ciudadanos haitianos ilegales procurando certifi cación de fallecimientos de mujeres dominicanas en esos centros hospitalarios, con el fi n fraudulento de iniciar procesos de declaraciones tardías y suplantación de identidad y de fi liación.

La Junta Central Electoral es constitucionalmente la guardiana del Registro Civil. Confío en los dignos magistrados que la componen, como sé que confía el país. Estemos todos atentos para hacerle frente a los planes macabros de las potencias y los organismos internacionales de documentar a millones de haitianos como dominicanos. ¡Que viva la República Dominicana!

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