Falsificar la historia causa división en la comunidad internacional y genera grandes riesgos, declaró el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
«La falsificación, la manipulación de hechos históricos produce división entre los países y pueblos y genera la aparición de nuevas líneas divisorias, la aparición de la imagen del enemigo», dijo el líder ruso en una reunión del comité organizador de los festejos del Día de la Victoria.
Para Putin, «la revisión de la historia de hecho le abre el camino a una revisión de las bases del orden internacional actual, mina los principios claves del derecho internacional y de la seguridad que se formaron como resultado de la II Guerra Mundial».
«Resulta altamente preocupante en ese sentido el rumbo encaminado a glorificar el nazismo, a justificar a los cómplices de los nazis, tomado por algunos países, que no solo ofende la memoria de las víctimas de los crímenes fascistas, sino además fomenta las fuerzas nacionalista, xenófobas, radicales», advirtió el mandatario.
Para Putin, «se trata de una política que hoy en día entraña enormes riesgos para todos».
«La historia, por muy difícil y contradictoria que sea, es llamada no a dividir a la gente, sino a alertarla de cometer los mismos errores, a ayudarla a reforzar las relaciones de convivencia pacífica», agregó.