El canciller ruso, Serguéi Lavrov, restó importancia a las acusaciones vertidas contra Moscú por un asesor de la presidencia de EEUU y afirmó que Rusia se guiará por la intención de Donald Trump de mejorar las relaciones.
La víspera, el asesor de seguridad nacional de Trump, Herbert McMaster, acusó a Rusia de desarrollar una actividad destructiva en Europa y Siria, sin presentar pruebas algunas.
«(Moscú) se guiará por lo que una vez más confirmó el presidente Trump y no por las palabras de su asesor; el mandatario confirmó que quiere mejorar las relaciones con Rusia y nosotros estamos dispuestos a ello», dijo Lavrov.
Subrayó que «Rusia no es responsable del caos» que surgió por la intervención de países occidentales en los asuntos internos de terceros países y que Rusia no debe pagar por consecuencias de estas acciones.
«No es una actitud de socios, es inaceptable para nosotros», concluyó.
Las relaciones entre Washington y Moscú sufrieron un notable deterioro en los últimos años.
Desde 2014, EEUU puso en marcha varios paquetes de sanciones contra ciudadanos y sectores económicos enteros de Rusia por su supuesta intromisión en la crisis que vive el este de Ucrania.
El distanciamiento se acentuó en septiembre de 2016 cuando las dos potencias no lograron un alto el fuego duradero en Siria.
Desde que era candidato a la presidencia de EEUU, Donald Trump abogó por normalizar las relaciones con Moscú.
