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Hermanas Mirabal y Rufino de la Cruz: ¿Víctimas de un feminicidio o de un asesinato político?

Written by Debate Plural

Raúl Pérez Peña (Hoy, 20-11-10)

 

Con un carácter profundamente político y bajo la instrucción y responsabilidad intelectual del tirano Trujillo, el 25 de noviembre de 1960 se produjo el horrible asesinato de las tres hermanas María Teresa, Minerva, y Patria Mirabal y de Rufino de la Cruz.

Las tres hermanas regresaban de ver en la cárcel de la fortaleza militar de Puerto Plata a sus respectivos esposos, presos políticos por su oposición al trujillato.

Ya las hermanas Mirabal habían sido presas políticas, sometidas a vejámenes en centros de torturas y consideradas acérrimas enemigas del régimen trujillista.

Símbolo de la familia, Minerva Mirabal registraba una trayectoria política de más de diez años en la clandestinidad, asumiendo una destacada participación  en el aglutinamiento del Movimiento Revolucionario 14 de Junio, cuyos esquemas de organización y dirección se formalizaron en la histórica reunión celebrada en Mao, Valverde, el 10 de enero de 1960, en la que se confirmó la función de Manolo Tavárez como máximo dirigente de la estructura de resistencia al trujillato a nivel nacional.

En el cuádruple asesinato materializado próximo al puente Marapicá, en la periferia de Puerto Plata, cayó Rufino de la Cruz, víctima de las mismas instrucciones criminales contra las tres hermanas.

Las líneas anteriores resumen de manera incontrovertible la naturaleza política del asesinato múltiple que cumple 50 años este 25 de noviembre del 2010.

¿Entre otros aspectos, qué es lo que más se difunde internacionalmente en relación a ese acontecimiento de sangre y muerte matizado por la resistencia política de las Mirabal y la inclusión de un hombre entre las víctimas?  Las Naciones Unidas han emitido un comunicado que anuncia una campaña a difundirse por las redes sociales Facebook y Twittwer, la cual “consistirá en el suministro de datos históricos y estadísticas locales de violencia contra la mujer e igualdad de género”. El organismo destacó que la propuesta “busca educar a la población y poner de manifiesto que la violencia contra las mujeres y niñas es un problema de proporciones pandémicas, que involucra a toda la sociedad”. La declaración confirma la distorsión de conmemorar el 25 de noviembre según los  parámetros de la ONU y no según las reales causas de resistencia política del asesinato múltiple de las hermanas Mirabal y Rufino de la Cruz.

Como antecedente figura un proyecto que data de los años 80 y una declaración de las Naciones Unidas emitida en 1999. Fruto de esto, en los últimos diez años se promueve el 25 de noviembre como el día de la no violencia contra la mujer, concebida como expresión de la “violencia de género” bajo el concepto de violencia ejercida “hacia las mujeres por el hecho de serlo”.

Estamos entonces ante una dual definición de lo que se conmemora el 25 de noviembre:  Mientras se concibe la efeméride con su auténtico simbolismo sangriento de la resistencia al régimen trujillista, desde otra acera se enmarca en las definiciones selladas por la ONU y entidades afines en defensa de los derechos de la mujer, por la  no violencia contra la mujer y, por supuesto, de condena a los feminicidios.

Sostener la versión del simbolismo antitrujillista de las Mirabal y Rufino, es distinto a que la fecha se recuerde  según las definiciones sobre la violencia de género, etc. privilegiadas por la ONU

No se trata de un mal entendido, ni de un problema de semántica. La esencia de la conmemoración del 25 de noviembre, queda afectada a partir de los postulados que difunde la ONU.  Y viceversa: La posición de la ONU condena la violencia contra la mujer, por el hecho de serlo, repudia los feminicidios y la violencia de género ejercida en atropellos contra la mujer.

Por el contrario, la otra posición establece que, aunque sean justos,  esos postulados sellados por la ONU desvirtúan lo primordial, lo más trascendente de la reminiscencia del 25 de noviembre: una fecha patriótica, de resistencia política a la ignominia trujillista.

Confundir lo principal de la evocación halando por los moños una causa justa, pero diluyente, atenta contra el objetivo de educar a las jóvenes generaciones acerca de la criminalidad sin límites del trujillato.

La débil y difusa educación sobre nuestro pasado reciente estimuló a los trujillistas proclamados a la ofensiva que comenzó con el publicitado libro “de Angelita”, que pretende abrir una fundación y un museo al oprobio.  No es lo mismo encasillar la simbología del 25 de noviembre en la violencia de género que en la bandera que levanta el propio himno del Movimiento Revolucionario 14 de Junio cuando inscribe como heroínas nacionales a las hermanas Mirabal: “Su grito vibrante es el grito de la patria inmortal”.   Esta última posición encuentra soporte en el propio himno del Movimiento Revolucionario 14 de Junio cuando inscribe como heroínas nacionales a las hermanas Mirabal: “Su grito vibrante es el grito de la patria inmortal”.

Es una visión inequívoca, que no se puede confundir ni enmarcar bajo otras que la disminuyen. Quienes postulan por este enfoque del himno y del catorcismo histórico endosan que las muertes de Rufino de la Cruz y las hermanas Mirabal  constituyeron  un asesinato político.

Por el contrario, se atenta contra esa correcta definición cuando lo hechos se inscriben o se mezclan con las definiciones de la “violencia de género”, “violencia doméstica” o “feminicidio”, que es lo que se promueve internacionalmente, lo que deja un pesado fardo de confusión.

Agregan que la consecuencia o resultado que asocia o confunde el crimen múltiple con un feminicidio es inadmisible. “No se puede tomar como referente porque distorsiona”, precisan.

En los días venideros, los lectores han de ver, leer entre líneas o desentrañar el contenido de una posición y la esencia de la otra posición en lo se publique, se haga y se hable a propósito del 50 aniversario de muerte de las hermanas Patria Minerva y María Teresa Mirabal y de Rufino de la Cruz.

La sola presencia de ese ignorado mártir de la patria es suficiente para que los asesinatos no se disuelvan en formulaciones foráneas.     Los teóricos del sistema son devotos y actúan por la despolitización de las acciones políticas que responden a las actitudes contestatarias.

Pero suceden cosas peores que van más allá del trasfondo ideológico de las citadas visiones y que delatan la intención  de aprovechar las efemérides con fines politiqueros. Eso aconteció en Constanza con una gorra verdinegra: Le quedó grande a quien se la pusieron al conmemorarse las gestas del 14 de Junio de 1959.

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3 Comments

  • Buenos días, yo tengo un análisis sobre el origen de este día internacional: Historia del “25 de Noviembre”: de un acto de terrorismo de Estado a símbolo de la violencia contra la mujer
    http://www.lasinterferencias.com/2015/11/15/historia-del-25-de-noviembre-de-un-acto-de-terrorismo-de-estado-a-simbolo-de-la-violencia-contra-la-mujer/
    El tema es bastante más complejo que cómo se plantea aquí. Hay una distorsión y una intencionalidad en la conmemoración «de género» por parte de la ONU, ya que se pretende reinventar la historia y transformarla en una «guerra de sexos» interclasista. La estrategia global del capitalismo internacional y de los estados es sustituir la lucha de clases por la lucha de géneros y que no se hable ya de clases. Las hermanas Mirabal serían antitrujillistas pero eran unas ricas hacendadas y, obviamente, explotadoras de las personas que trabajaban en sus fincas. Rufino de la Cruz era un persona del pueblo llano, y antitrujillista. Las hermanas Mirabal no sufrieron ninguna discriminación por razón de género, amaban a sus maridos y no sufrieron ningún tipo de maltrato por parte de ellos. Es todo una burda manipulación de ingeniería social.

    • Apreciada Tania Gálvez: Tus observaciones representan una inquietud importante, pero nos parecen radicales en la medida en que hay que evaluar el momento histórico en que vivieron y actuaron las hermanas Mirabal. El asesinato criminal ordenado por el dictador fue un hecho horrendo que a mantenido en vivo el nombre de esas mujeres. Entiendo que tu punto de vista es el de filosofía y sociología de género, teorizaciones que no existían con amplitud en el ámbito científico. Además, hay que considerar el significado simbólico en que se ha convertido el hecho repugnante. Ciertamente, en la época de la dictadura (1930-1961), las generaciones femeninas sirvieron al régimen, siendo que el máximo símbolo lo fue la alcahuete Minerva Bernardino, con decenas de años como representante de la República Dominicana en la ONU, a quien se señala como la responsable en la coordinación del secuestro de Jesús de Galindez en New York. Repugnante actuación que la lanza al zafacón de la historia, al igual que su hermano Félix W. Bernardino, asesino frio y profesional y que según Galindez fue quien corto la cabeza al último caudillo de nuestra historia Desiderio Arias, cabeza que fue paseada por las calles de Santiago en una bandeja; Félix W. Bernardino, llamado la hiena sangrienta del Seybo también fue responsable del asesinato y desaparición del dirigente obrero sindical Mauricio Báez en La Habana. La hermana de este sicario y asesino Minerva Bernardino puso su actividad criminal al servicio del dictador, era un criminal apasionado completamente a las ordenes de Trujillo. En este sentido, mi querida Tania Gálvez, tal vez es necesario pensar un poco más blando sobre las hermanas Mirabal. Hubo otra que en la década del 50 se zafó del trujillismo y se fue al exterior y escribió un libro rebelde contra el dictador, que fue publicado por el Archivo General de la Nación, ella fue Carmita Landestoy. Otros libros publicados por el Archivo no responde a la perspectiva de género como por ejemplo, los dos volúmenes publicados con el nombre «Cien años de feminismo dominicano», cuyas autoras copian un conjunto de documentos y son ellas Ginetta E.B. Candelario, Elizabeth S. Manley y April J.Meyers.

      El lunes publicaremos un trabajo con la perspectiva de género en siete entregas, de la profesora-investigadora Lusitania Martinez, que se llama «Entre dos mujeres: Simone de Beauvoir y Virginia Woolf», para que estés atenta, pues en esos trabajos se defiende la perspectiva de género. Te invito también a enviarnos artículos de interés actual e histórico para publicarlos. Con aprecio y amistad, Angel Moreta (angelmoretaag@gmail.com).

  • Y, se me olvidaba, esta conmemoración también intenta tapar el vergonzante papel pro Trujillo del feminismo dominicano de la época. Apoyaron al dictador pero las feministas de ahora intentan ocultarlo reivindicando a las Mirabal porque no tienen a ninguna feminista que fuera anti-trujillista, estaban con él.

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