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Historia y documentos del Movimiento 14 de Junio

Written by Debate Plural

Angela Peña (Hoy, 28-5-07)

 

“En la segunda quincena de marzo de 1965, el Movimiento Revolucionario 14 de Junio fue estremecido por una carta dirigida a Fafa Taveras y una comunicación a la dirección de esa agrupación donde una supuesta revolucionaria venezolana de 16 años, residente en Cuba junto a su familia, acusaba en términos incriminatorios y sumarios a Fafa, de haberla engañado, de hacerla mujer y luego abandonarla en medio de mentiras y promesas”.

Tony Raful, quien publica la hasta ahora inédita misiva, considera que “demuestra  hasta qué punto la lucha interna en el 1J4 llegó a niveles rastreros, ya que esa correspondencia fue usada para someter a Fafa a un juicio moral”, donde se pretendió un linchamiento ético “para expulsarlo”. Fue absuelto, dice, por la diferencia de un voto. Lo defendieron, entre otros, Pin Montás, “quien era jefe de la Juventud del Catorce de Junio (JECAJU); Amín Abel Hasbún y Magali Pineda “(quien luego sería su esposa)”.

“Así es que conquistan los que, como tú, con apariencia de caballero, esconden dentro el sádico miserable, capaces de engañar, seducir a jóvenes inocentes y ajenas a la maldad”, dice el documento, dirigido a Rafael Francisco Taveras. Y agrega: “Me hice tu novia, tu novia, aquel 27 de febrero de 1964, contaba yo sólo 16 años, tú eras mayor, un hombre galante, bien parecido y modales tan correctos que no dejé lugar a dudas: yo había tropezado con un caballero”. Y concluye: “El tiempo y la vida serán cortos para acusarte y odiarte y despreciarte como se desprecia a un vulgar reptil. La justicia revolucionaria de nuestra misma causa será la encargada de juzgarte. Y así mi partido, tu propio partido, evitará que sigas seduciendo a jovencitas de 16 años”.

Anexa se publica una declaración de “Carmen Marina del Riego” haciendo constar que se presentó a la casa “del compañero Nelson Baret (nombre supuesto de Pupo Peguero, según Raful) para hacer formal denuncia contra Rafael Francisco Taveras, quien aprovechándose de mi inocencia e inexperiencia me engañó vilmente y burlándose de ésta quien había confiado en sus promesas, se marchó subrepticiamente de este país sin darme explicaciones de nuestro caso pendiente de solución”.

Alguien conservó por años el documento y hoy el acusado admite la relación y explica los objetivos que dieron pie a la denuncia. Fidelio Despradel, que recibió la comunicación junto a Juan Miguel Román y Roberto Duvergé, de manos de Teresita Espaillat, también aclara la situación que provocó la carta en la alta dirigencia del partido.

La  “lacrimógena del 14 de Junio” imprime un matiz sentimental, aunque también de corte político, a las estremecedoras revelaciones que ofrece Tony Raful en una segunda edición de su libro “Movimiento 14 de Junio, Historia y documentos”, ahora corregida, ampliada, mejor cuidada, impresa con mayor calidad, con anotaciones y explicaciones de las fuentes, índice onomástico y un considerable número de  impresionantes fotos inéditas.

Vincula a Balaguer con la desaparición de Johnny Abbes, cuya cabeza costó al Estado dominicano 70 mil dólares, afirma. Describe la situación en que se decidió el fusilamiento de Manolo Tavárez Justo en Manaclas, capítulo en el que figuran como protagonistas principales Donald J. Reid Cabral, Víctor Elby Viñas Román y Manuel Enrique Tavares Espaillat, de quien comenta el laureado escritor: “Si alguien debió renunciar al Triunvirato inmediatamente se conoció el fusilamiento de Manolo, era precisamente Tavares Espaillat, fue él quien quedó en ridículo, irrespetado y desconsiderado por la acción homicida del 21 de diciembre. No solamente no renunció, salvando su honor como hizo Emilio de los Santos, sino que guardó increíble silencio por décadas, haciéndose cómplice de la decisión fatal de Manaclas. Ex preso político, involucrado en el ajusticiamiento de Trujillo, amigo circunstancial de Manolo Tavárez, se trata de una de esas conductas que desconciertan el alma…”

En cuanto a Viñas Román, manifiesta que “era concuñado de Antonio Guzmán, ministro de Agricultura del Gobierno Constitucional de Bosch, por lo que su decisión de apoyar el golpe, era una traición doble”, refiriéndose al derrocamiento del ex presidente. En el caso de Manaclas, revela que fue ese militar quien comunicó al presidente del Triunvirato, Emilio de los Santos, “la supuesta muerte en combate de Manolo y sus compañeros y fue a él que don Emilio le dijo que la información era incierta, que los jóvenes habían sido fusilados. Con el paso de los días Viñas Román fue sacrificado en el ajedrez de Donald Reid Cabral, quien asumió él mismo el cargo de secretario de las Fuerzas Armadas ya que Víctor Elby Viñas carecía de valor político y táctico para los golpistas, además de que estaba considerado como un pusilánime por los propios jerarcas militares. Desde entonces cayó en el anonimato más oscuro, ahuyentándose de compañías y amigos, quizá con la conciencia en remordimiento hasta la muerte”.

En “responsabilidades en la tragedia de Manaclas” se presentan facetas ignoradas de la vida y la conducta de Donald Joseph Reid Cabral, reproducidas de informes del Departamento de Estado. El Código de la Agencia Central de Inteligencia lo identificaba como “Cibao”. En el libro se afirma que “su primo Gianni Vicini lo recomendó a la CIA para establecer un puente de contacto efectivo en la resistencia interna de los grupos que conspiraban contra Trujillo”. Raful cuenta  su historial hasta 1965.

Novedades múltiples

Delatores, desertores, infiltrados, agentes, súbditos del imperio, oficiales asesinos, izquierdistas vendidos, torturadores desalmados, patriotas, mártires, héroes, desfilan con sus nombres y comportamientos nobles o despreciables en este ejemplar de 787 páginas que ya circula aunque su presentación oficial será el próximo 15 de mayo en la Academia Dominicana de la Historia. El autor recibió testimonios de testigos que nunca habían hablado, como Luis Genao, al que se ha acusado públicamente de traición al movimiento insurrecional. Reproduce una carta impactante que Marcos Pérez Collado, primer preso del Movimiento Clandestino 14 de Junio, entregó a la embajada norteamericana antes de asilarse en la de México. Su esposa la llevó escondida al cónsul Harry M. Lafton. Andrés Norman, el sacerdote Daniel Cruz, Mariano García, Peña Castillo (Cuca), Manuel Tejada Florentino, Rafael Noble, Manuel González, los hermanos Rodríguez García, Cesar Batista, Rafael Augusto Sánchez, Leandro Guzmán, Amiro Pérez Mera, Sina Cabral, Asela Morel, Hemeregildo Enrique Pérez Simó, George y Miguel Lama Mitre, Pedro Lafontaine de Luna, Alfonso Canto, Omar Hernández Santana, Eugenio Perdomo, Antonio Álvarez Pereyra, Jorge Tejada, Rafael Faxas Canto, Ilander Selig Delmonte, Luis Alcalá, entre otros, son actores de su extenso informe confidencial en el que define a uno de los citados: “Era un individuo perteneciente a aquella clase de Judas dominicanos, hipócrita y cobarde, de quien entonces creí que era un buen amigo. Él fue quien me traicionó más tarde”.

Al entonces presbítero Nicolás López Rodríguez se le atribuye en el volumen una militancia que casi nadie conoce, como debe ser ignorada por la mayoría la oferta de armas que Neit Nivar Seijas hizo a Manolo Tavárez para su causa. Era coronel del Ejército Nacional y se reunió con el líder en una residencia del ensanche Ozama en octubre de 1963. El encuentro, según narra Tony Raful, fue coordinado por Fenelón Contreras, “y no por el técnico alemán Camilo Todemann, como se había informado”. Nivar contaría pormenores de un Golpe de Estado que no apoyaba y ofreció entregar 200 ametralladoras.

“Como murió Manolo” y “El eslabón perdido” son capítulos que contienen revelaciones tan conmovedoras como la carta del doctor Benjamín Ramos, presidente del Comité del Distrito del 14 de Junio, explicando detalles de su renuncia y relatando sus últimas conversaciones con el máximo dirigente de la organización. Hay datos nuevos sobre los sucesos de la calle Espaillat en los que Balaguer explica las razones de su postura a Ercilio Veloz Burgos, “uno de los apaleados y detenidos aquella noche inolvidable”.

Para muchos, todo el contenido de “Movimiento 14 de Junio, Historia y documentos” será nuevo pues la primera edición se agotó apenas salió, en 1983.

Algunos acontecimientos, aunque tan serios como fue la desaparición de Johnny Abbes, se muestran con realidades hilarantes. Refiere Raful, por ejemplo, que Abbes debió matar a dos personas tras la queja de Balaguer a Trujillo porque estos se burlaban de él llamándolo homosexual. Sin embargo, según los testimonios narrados por Tony Raful, fue Balaguer quien ordenó la muerte de quien lo libró de aquellas bromas pesadas.

En el balaguerato se decía de manera insistente que hasta el mandatario “habían llegado informaciones de que Abbes García despotricaba contra su persona”, con dominicanos que visitaban Puerto Príncipe, anota Raful, llegando a decir que “cualquier día le preparaba un atentado a Balaguer como hizo con Betancourt”.

Un diputado haitiano que realizaba negocios con funcionarios y militares criollos les contrató un coronel ton-ton macoute que lo liquidó. Raful ofrece en un amplio apartado los pormenores del suceso. Dos oficiales nacionales intervinieron en el caso. “Uno de ellos, cuyos nombres poseemos, era tan cercano a Balaguer que llegó a ocupar posiciones claves en el tren militar y policial del país durante sus doce años. Como dato curioso, Abbes García fue ejecutado el 30 de mayo de 1967 alrededor de las diez de la noche, el mismo día y la misma hora en que Trujillo fue ajusticiado en el año de 1961”.

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